Somos el Consejo Nacional de los Niños y los Adolescentes de Cataluña (CNIAC) y, debido a la situación excepcional que estamos viviendo estos días en todo el mundo debido a la pandemia de la Covid-19,
hemos reflexionado y queremos expresar y dar a conocer la voz los niños y los adolescentes.
Somos el Consell Nacional dels Infants i els Adolescents de Catalunya (CNIAC) y debido a la situación excepcional que estamos viviendo estos días por todo el mundo a causa de la pandemia de la COVID-19, hemos reflexionado y queremos expresar y dar a conocer la voz de las niñas, niños y adolescentes.
Nos damos cuenta de que los hechos se cuentan de manera adulta y compleja, dificultando la compresión para las niñas, niños y adolescentes. El Gobierno no nos da respuestas concretas sobre nuestra situación académica y no sabemos cuándo podremos volver a las clases ni cómo sacaremos el curso adelante. Estamos preocupadas por nuestros estudios y con muchas dudas y nos parece que no se tiene en cuenta nuestro punto de vista sobre el confinamiento.
En la información recibida por parte de los medios de comunicación sobre la COVID-19, las niñas, niños y adolescentes echamos en falta explicaciones orientadas y adaptadas a los más pequeños. Creemos que la realidad no se refleja correctamente en los medios de comunicación.
El confinamiento se nos hace largo y pesado. Los adolescentes, niños y niñas sentimos tristeza y angustia sobre qué pasará ya que sentimos que no os estáis fijando en nosotros y hace sentirnos abandonados. Como hemos mencionado antes, hay malestar por nuestro futuro y cómo nos afectará a nuestro curso escolar o a nuestra vida.
El confinamiento nos trae aspectos negativos. Nosotros compartimos algunas preocupaciones con los adultos y otras que nos son propias. Debido a que no podemos asistir a las clases por la cuarentena, nos vemos obligados a estudiar desde casa. Tenemos una responsabilidad académica mayor que la que teníamos hasta ahora y nos cuesta seguir con nuestros estudios.
Como no tenemos un adulto que nos explique la asignatura, es una dificultad para nosotros estudiar un tema y entenderlo de la misma manera que lo haríamos si estuviéramos en clase.
El profesorado está haciendo todo lo posible para ayudarnos, pero muchas veces no entienden la responsabilidad que tenemos las niñas, niños y adolescentes de aprender por nosotros mismos. Eso provoca que nos sintamos angustiados y confundidos.
Pedimos al profesorado que se cohesione, ya que en esta situación es de vital importancia que usen todos los métodos para ayudarnos a comprender estos nuevos conceptos que nos son difíciles. Remarcar que es necesario que no se aprovechen de que no hay un límite de trabajo.
A parte, y aunque las clases virtuales son una herramienta clave para seguir con nuestros estudios durante el confinamiento, los profesionales tendrían que tener en cuenta aquellos alumnos que no tienen los recursos esenciales para seguir las clases desde Internet. Pedimos que se los evalúe de una forma distinta y que se comprenda su situación.
El volumen de trabajo por parte de los centros educativos es también una de nuestras preocupaciones. Creemos que las tareas no están adaptadas a la situación, ya que son enviadas siguiendo la idea de que hay que evaluar como si estuviéramos en clase y no es así.
No se ha tenido en cuenta que no estamos acostumbrados a trabajar desde casa: un espacio que utilizábamos para desconectar y que ahora hemos convertido en un aula.
No todo tiene que ser malo: las niñas, niños y adolescentes hemos sacado cosas buenas del confinamiento. Hemos descubierto gustos y aficiones, hemos aprendido a pasar tiempo con nosotros mismos o con nuestras familias. También hay un gran cambio para la Tierra: ha mejorado la calidad del aire y han vuelto a la normalidad muchos ecosistemas. Eso son buenas noticias para las niñas, niños y adolescentes que, como personas preocupadas por el cambio climático, lo celebramos.
Aunque estamos de acuerdo con las medidas de confinamiento decretadas por el Gobierno, ya que el aislamiento social es la mejor manera de parar el contagio del Coronavirus, sentimos que no se nos ha tenido en cuenta cuando se han aplicado estos controles. Repetimos que no tenemos respuestas de cómo evolucionará nuestro curso escolar y que falta, por parte de los medios de comunicación y el Gobierno, información dirigida a nosotros. También estamos preocupados por la situación de aquellas niñas, niños y adolescentes que viven maltrato doméstico: este confinamiento los está haciendo convivir con sus agresores y parece que las instituciones se hayan olvidado de su sufrimiento; y también nos preocupa la falta de un protocolo que nos cuente cómo tenemos que actuar las personas confinadas cuando un
miembro de nuestra familia tiene que estar en contacto con el exterior para ir a trabajar.
Y para acabar, plantear la siguiente pregunta: si los perros pueden salir de casa porque tienen que moverse, ¿por qué no se aplica la misma justificación en las niñas y niños de edades entre 2 y 6-7 años, para los que moverse es esencial? El confinamiento puede afectar en el desarrollo físico y psicológico de los más pequeños y, tal y como se ha contemplado en los perros y siguiendo siempre los protocolos de seguridad, hay que velar por su salud.
Sentimos la muerte de todas aquellas personas que han sido contagiadas por el virus y queremos dar el pésame a todas sus familias y amistades.
Por último, nos gustaría agradecer el trabajo que está haciendo el personal sanitario y todos los científicos e instituciones que luchan para frenar la COVID-19. Somos conscientes de que gracias a vosotros podemos seguir tirando para adelante.
Finalmente, damos las gracias a todas las niñas, niños, adolescentes y sus familias que estáis respetando el confinamiento, ¡sois muy valientes!.
Cataluña, 10 de abril de 2020.
DG d’Atenció a la Infància i l’Adolescència
Av. Paral·lel, 52 | 08001 Barcelona
cniac.tsf@gencat.cat