El derecho perdido al juego.


Mayte Rius.

El juego no debe ser ninguneado, porque infancia y juego son indisolubles y no pueden llevarse a cabo políticas de la infancia sin tener presente el derecho del niño al juego.  
Dos investigadores españoles denuncian ante la ONU el problema del déficit de actividades lúdicas entre los niños: 
la falta de interés que muestran los estados miembros a la hora de hacer realidad los derechos del niño al juego y al esparcimiento.


El derecho perdido al juego
Durante el juego entre iguales los niños ejercitan la curiosidad, desarrollan la autonomía,
se socializan y aprenden a ser ciudadanos
(Photo and Co / Getty)

El juego no debe ser ninguneado, porque infancia y juego son indisolubles y no pueden llevarse a cabo políticas de la infancia sin tener presente el derecho del niño al juego. Sin embargo, estamos ante un derecho olvidado, casi perdido, porque la mayoría de estados –incluido los considerados más avanzados– contravienen el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño, que recoge el derecho al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas”. Estas declaraciones de Jaume Bantulà resumen la preocupación que este investigador de la Universitat Ramon Llull y su colega de la Universitat de Valeècia Andrés Payà expresaron ayer a los miembros del Comité de los Derechos del Niño (CRC) de la ONU en relación a la disminución del juego infantil.

Ambos académicos, miembros del Observatorio del Juego Infantil, denunciaron ante este organismo –reunido en Ginebra–, la falta de interés que muestran los estados miembros a la hora de hacer realidad los derechos del niño al juego y al esparcimiento, y también llamaron la atención sobre la laxitud del propio comité a la hora de exigir mejoras en el cumplimiento de unos compromisos que todos los países asumieron al firmar la convención. 
Bantulà y Payà argumentaron y avalaron sus críticas con los resultados del proyecto Siderju, del que son investigadores principales, que ha permitido formular un sistema de indicadores para evaluar de forma objetiva cuál es el grado de cumplimiento del derecho del niño al juego desde que se aprobó hace casi 30 años, y el impacto de la entrada en vigor en el 2013 de la denominada “observación general 17”, en la que se instaba a los gobiernos a intensificar la defensa de este derecho. “En dos terceras partes de los 111 informes que los estados remitieron al CRC entre 1992 y 2013 para explicar la situación de la infancia en su país no se hace mención alguna al derecho al juego; pero es que en el 90% de las observaciones del CRC a 110 de esos informes tampoco”, explica Bantulà. Y añade que las cosas tampoco han mejorado mucho desde el 2013: el 70% de los informes remitidos desde entonces siguen sin referirse al derecho al juego y sólo el 27% de las respuestas del comité lo hacen.

Bantulà: 
La mayoría de estados contravienen el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño


Los investigadores constatan en su informe que hay unos pocos países –Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Irlanda, Países Bajos, Suecia o Reino Unido– con buenas prácticas sobre el juego infantil, pero la mayoría contraviene la obligación de cumplir el artículo 31. Subrayan que es común olvidar las políticas lúdicas en las políticas públicas sobre la infancia, así que la promoción del juego –tanto en lo que se refiere a espacios como a tiempo, materiales y compañeros– carece de medidas legislativas y financieras en la mayoría de países.

Los indicadores del proyecto Siderju muestran avances del juego en el ámbito escolar –aunque todavía se le atribuye poca importancia en los planes educativos–, pero evidencian que se le concede escasa relevancia en el ámbito familiar. “Una sociedad en la que se busca utilidad a todo, en la que todo lo que uno hace debe servir para algo, es evidente que no propicia el juego ni espacios para que los niños jueguen”, apunta Imma Marín, pedagoga y fundadora de Marinva.

Petra M. Pérez, experta en educación y también miembro del Observatorio del Juego Infantil, subraya que el problema es que el juego se considera “el lujo de los derechos del niño”, de modo que en países donde los menores tienen carencias importantes de escolarización, vivienda o alimentación, ni se plantean proteger el juego, porque además consideran que los niños ya juegan de forma natural. “Y en los países avanzados, el juego se da por supuesto porque los niños están rodeados de juguetes y los padres no ven ne­cesidad de más, piensan que ya ‘pierden’ mucho tiempo, aunque la cuestión relevante es que ­tengan espacios, tiempo y niños con quien jugar”, afirma Pérez.

Pérez: 
No se trata de estar rodeados de juguetes; lo relevante es tener espacios, tiempo y niños con quien jugar


Bantulà admite que preocuparse por el juego puede parecer un lujo cuando en muchos lugares los niños son víctimas de guerras, desnutrición, violencia o maltrato, “pero precisamente es en situaciones de vulnerabilidad cuando tiene más sentido proteger ese derecho, por ejemplo previendo actividades lúdicas en los campos de refugiados”.

Pedagogos y pediatras no dejan de advertir que los niños de hoy tienen un déficit de juego, sobre todo de juego espontáneo y al aire libre, y que eso lastra su desarrollo y afecta a su salud física y mental actual y futura. “La sociedad no termina de entender que el juego no es para que disfruten –aunque la diversión vaya implícita en él– sino para que crezcan sanos, porque mientras juegas estás aprendiendo, te estás desarrollando como persona, ejercitando la curiosidad, la autonomía, consolidando la autoestima, tomando decisiones, formando el carácter y aprendiendo unos valores que necesitan para la sociedad líquida en que vivimos”, señala Marín. Y Pérez enfatiza que ese desarrollo de la autonomía personal que proporciona el juego espontáneo también sirve para que los niños se socialicen, desarrollen una conducta prosocial y aprendan a ser ciudadanos.

Bantulà subraya que para recuperar este juego hace falta la implicación de las administraciones. “Pero no basta con que las ciudades diseñen más plazas con parques infantiles; hace falta un plan más holístico, que tenga en cuenta el tiempo de juego y los compañeros de juego, pero también el problema de los horarios laborales y de la conciliación”, reflexiona. Pero los expertos admiten que para diseñar este tipo de planes y medidas realmente efectivas primero hace falta objetivar y conoce bien cuál es la realidad del juego infantil, porque apenas hay indicadores sobre esta actividad. De ahí el interés que despierta el proyecto Siderju, y el sistema de indicadores que promueve, de cara a que los responsables de velar por las políticas de infancia puedan tener una radiografía realista y diagnosticar el estado del derecho al juego en el ámbito donde tengan responsabilidad.

Las claves del declive


Sobreprotección. La mejor manera de arruinar el juego infantil, según los expertos, es que los adultos supervisen, halaguen o intervengan. Y eso es lo que hacen hoy un gran número de padres.
Falta de tiempo. Las extensas jornadas escolares y extraescolares que rigen las agendas infantiles para ajustar sus horarios con los de sus padres apenas dejan tiempo para el juego libre.
Tecnología. El móvil y demás gadgets tecnológicos colonizan el juego en casa y en los patios escolares, y consumen gran parte del escaso tiempo libre que tienen.
Urbanismo. En las ciudades, fuera de parques y zonas de recreo (que no siempre invitan al juego creativo), los niños molestan.
Inseguridad. Atropellos, drogas, agresiones… Son muchos los riesgos que amenazan la integridad de los niños en unas ciudades despersonalizadas donde a menudo no se conoce ni a los vecinos y donde los amigos de escuela a menudo no viven cerca.
Demografía. Cada vez hay menos niños en casa, en la familia, en los edificios, en los barrios y en los pueblos, y por tanto son menos las oportunidades de encontrar compañeros de juego en el vecindario, en los parques y en las reuniones familiares.

Un niño o adolescente es ejecutado cada hora en México.


Ciudad de México /
 05.11.2018, 

La inseguridad ha llegado a tal punto que las agresiones son la primera causa de muerte entre hombres jóvenes y la segunda entre mujeres jóvenes, de acuerdo con cifras del Inegi.


Imagine que asiste a un concierto en el Foro Sol, en Ciudad de México. Está rodeado de 24 mil jóvenes cantando, brincando y provocando, con su euforia, una lluvia de cerveza (pensemos que es solo cerveza). Ahora imagine tres Foro Sol repletos: 72 mil chavos bailando. Ese es el equivalente a los niños, adolescentes y jóvenes que han muerto violentamente en los últimos ocho años.

Casi 72 mil hombres y mujeres (71 mil 910, para ser exactos), desde 12 y hasta 29 años, han sido asesinados entre 2010 y 2017, de acuerdo con cifras del Inegi.
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El crimen organizado está aniquilando a buena parte de la juventud mexicana: en ese lapso, un niño, un adolescente, o un joven ha sido asesinado cada hora, en promedio.

Haga memoria y vaya al 31 de enero de 2010, cuando unos jóvenes estaban de fiesta en el fraccionamiento Villas de Salvárcar, en Ciudad Juárez, Chihuahua. Esa noche un comando los atacó y masacró a 15 de ellos. En total, durante ese año, murieron asesinados 10 mil 328 niños y jóvenes. Para 2017, la cifra aumentó 14 por ciento: alcanzó 11 mil 789 casos.Las cifras no dejan lugar a dudas: la violencia del crimen organizado (la guerra entre narcos y los combates contra efectivos policiales y tropas militares), y la virulencia de la delincuencia común, se están llevando, a punta de balazos, buena parte del presente y el futuro del país: en 11 años (2007-2017) 13 mil menores de edad fueron asesinados.La violencia ha llegado a tal punto que las agresiones son la primera causa de muerte entre hombres jóvenes y la segunda causa de muerte entre mujeres jóvenes, según cifras del Inegi.Luego del crecimiento de la violencia ocurrido entre 2007 y 2012, el país tuvo un respiro en 2013: los asesinatos habían disminuido casi la mitad (5 mil 255 en ese año). Solo fue un suspiro, al año siguiente comenzó el repunte: los asesinatos aumentaron 67.2 por ciento en tres años (2014 a 2017). Desde 2015, las cifras mostraron una nueva tendencia a la alza de los asesinatos en la población entre 12 y 29 años.La situación se pone peor si desglosamos la cifra y nos enfocamos a la violencia contra los hombres jóvenes: ahí el crecimiento fue de 70 por ciento. En el segmento de mujeres, el crecimiento fue de 43 por ciento.La Red por los Derechos de la Infancia en México ha recabado cifras del Inegi, las ha desglosado, y afirma que en 2017 ocho de cada 10 asesinatos de menores se perpetraron con arma de fuego.

Los registros de Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) señalan que para ese año la tasa de mortalidad de jóvenes (12 a 29 años) más alta se registró en Colima, seguido de Baja California Sur, Guerrero, Chihuahua y Sinaloa. Los estados más seguros por su tasa de homicidios juveniles son Yucatán, Campeche, Tlaxcala, Hidalgo y Coahuila.

    “El rango de edad de los homicidios en jóvenes que más tiene afectación es el de 20 a 25 años”, dice Horacio Chavira, director de Salud, Equidad y Servicios a Jóvenes del Imjuve.

Las desapariciones.Al fenómeno de homicidios juveniles hay que sumarle otro horror: el incremento en las desapariciones de niños y jóvenes que denuncia la Redim. 

Sus registros muestran un declive en los homicidios en 2013, pero un aumento en la desaparición de los menores de edad. Juan Martín Pérez, director de Redim sostiene una hipótesis: los asesinatos de jóvenes no bajaron en 2013, sino que esas personas se encuentran en calidad de desaparecidas.Y explica: si comparamos las gráficas de homicidios de jóvenes de 12 a 29 años con las del Registro de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas en el mismo rango de edad, se aprecia un aumento significativo en desapariciones en 2013 y 2014. Tan sólo de 2012 al siguiente año los casos aumentaron 25 por ciento.

La red documentó que en 11 años (2007-2017) 13 mil 217 niñas, niños y adolescentes (de 0 a 17 años) murieron asesinados.

El análisis de la organización muestra que entre los menores de edad asesinados en 2017, el grupo con más homicidios es el de los adolescentes, el rango de edad de 15 a 17 años, con 69.7 por ciento, seguido de los niños de 10 a 14 años, que representan 15.6 por ciento del total.

Imagine que está en medio de tres Foro Sol. Que el lugar está repleto de cadáveres, de los cuerpos de 72 mil menores y jóvenes ejecutados en ocho años.

La historia de las infancias en América latina.







"La historia de la infancia en América Latina, en los últimos tres lustros, ha revelado su importancia a la hora de comprender el devenir de los procesos sociales, culturales y políticos del continente. A pesar de ser una especialidad relativamente reciente, ha podido dar visibilidad a esos niños y niñas que la historiografía había desdeñado en su protagonismo y en su papel de sujetos activos. La extrema dificultad para recu­perar sus voces y acciones promovió nuevos planteos conceptuales y estrategias met­odológicas y, como efecto concomitante, favorecer un fructífero intercambio trans­disciplinar que enriqueció este campo de estudios" (Extraído de la introducción).*

Acceso libre al documento.



*Fuente: Observatorio SIPROID

“El conocimiento se construye en grupo, dialogando”.


Socióloga y fundadora de Escuela Nueva.



Daniel Sánchez Caballero.




Escuela Nueva es una ONG 
que comenzó su andadura en las escuelas rurales colombianas,
pero que ya ha llegado a otros países. 



Hablamos con su fundadora sobre el proyecto.



Socióloga colombiana, Vicky Colbert tiene la convicción de que sin una escuela pública de calidad “no puede haber desarrollo social o económico ni paz ni democracia”. 
Con esta idea firme en la cabeza desarrolló Escuela Nueva, una ONG que le dio la vuelta a las escuelas básicas rurales de Colombia con un modelo pedagógico que revolucionó el sistema educativo del país. 
Sin ser nada especialmente nuevo, remarca Colbert. “Aplicamos los principios pedagógicos que conocemos hace tiempo”, explica. 
Fruto de ese trabajo, Colbert recibió el pasado año el Yidan Prize, el galardón educativo mejor dotado del mundo, con cuatro millones de dólares. 
Vicky Colbert ha estado en España invitada por la Fundación María José Jove para explicar su modelo de Escuela Nueva.

¿Qué es la Escuela Nueva?
Es un modelo que diseñamos en Colombia para trabajar en las escuelas invisibles. El objetivo en ese entonces era universalizar la primaria, sobre todo en las zonas rurales, donde no llegaba, porque había muchas escuelas invisibles a los políticos y los administrativos al ser las más aisladas. Por su propia naturaleza, estas escuelas multigrado es donde tenían las mayores dificultades. La necesidad es la madre de la innovación y en estas escuelas desarrollamos el sistema. Como tocó repensar todo porque no funcionaba nada, hoy en día lo que está de moda es que no todo el mundo aprende todo al mismo tiempo. El conocimiento se construye en grupo, dialogando, esa es la premisa. También hay un nuevo rol del docente, que alimenta, que tiene más tiempo para conocer a sus alumnos y no solo es un transmisor de información. Es el nuevo rol del docente para el SXXI, mucho más humano. La educación está cambiando y tenemos que adaptarnos a los nuevos planteamientos y Escuela Nueva se adaptó a lo que hoy en día está de moda.
Las ideas no son nuevas en la filosofía de la educación, lo nuevo fue hacerlo de manera práctica, concreta, sencilla y fácilmente escalable y costo-efectiva. Las fortalezas de Escuela Nueva es que ha sido viable técnicamente, políticamente y financieramente porque tuvimos que diseñar una intervención replicable en todo el país. Un elemento muy importante, publicado por la Universidad de Londres es el impacto de Escuela Nueva en la convivencia pacífica de los niños y los comportamientos democráticos. Esto es algo esencial hoy, especialmente en Colombia, donde estamos pasando una periodo de post conflicto, necesitamos pedagogías que promuevan la paz y la convivencia.

¿Con cuántas escuelas trabajan?
Son muchas. En algunas regiones está más fuerte y en otras menos. Si hay 35.000 escuelas rurales en Colombia en los 90 llegamos a unas 20.000, ahora estamos en proceso de fortalecimiento. Pero donde se está implementando todavía, en las escuelas rurales, sigue teniendo mejores resultados que las urbanas. Logra tres conceptos clave: equidad porque compensa el factor socio-económico, estas escuelas sacan mejores resultados a veces que las hermanas que no aplican el método; resultados académicos y socioemocionales, y la escalabilidad, que puede impactar en grandes números. Sí sacamos una innovación interesante pero que no fuera replicable no nos servía.

¿Cómo funciona en las aulas?
No todos los niños hacen lo mismo a la misma hora al mismo tiempo. Unos trabajan individualmente, otros en pareja, otros en grupo. El principio es la educación personalizada. Hay niños con sus guías de aprendizaje, que tienen el concepto de “texto dialogante”, que lleva a los estudiantes a dialogar entre ellos, se hace mucho trabajo en equipo a diferencia de una clase convencional, donde hay silencio y solo se oye al profesor. Yo creo que las guías han sido lo más importante, ahí es donde se tienen que poner de acuerdo, oír la opinión del otro aunque sea diferente y ahí vemos el impacto en la convivencia. El rol del docente también es nuevo, acompaña el proceso, pregunta a los estudiantes, conoce a sus alumnos, sus problemas, etc. y tiene una dimensión mucho más humana. Es mucho más aprender a aprender, a liderar procesos y tomar iniciativas. Son estilos de liderazgo más fuertes.

Mezclan edades en clase, como suele ser habitual en la escuela rural. ¿Cree que es una ventaja o se hace simplemente por necesidad?
Ese fue nuestro punto de arranque, las escuelas multinivel. De entrada hay que aprender a manejar esta heterogeneidad en el aula y es lo que nos permitió innnovar porque obliga a introducir flexibilidad. Lo importante es cómo aplican el conocimiento en sus hogares, etc. Nos tocó manejar.

Parte de su discurso sostiene que no han inventado nada nuevo. ¿Estamos olvidando los básicos en la educación con la tecnología, las nuevas metodologías, etc.?
Creo que sí. La tecnología educativa nos facilita cosas, pero también enreda. La gente cree que la tecnología son nuevos métodos, pero en esencia la filosofía del aprendizaje es la misma, no hay nada nuevo. Pero estas filosofías de la educación llegan a los colegios de élite, no a las grandes mayorías vulnerables.

¿Cómo es el método de aprendizaje?
El rol del docente hacia el futuro va a una dimensión más humana. Hay que cambiar la manera de aprender, es aprender a aprender. Nos adelantamos un poco a las habilidades del SXXI. Pero propiamente la filosofía del aprendizaje son las que conocemos desde principios de siglo. El aprendizaje centrado en el alumno, ¿cómo vamos a decir que el aprendizaje está centrado en el docente?

A veces da la sensación de que este tipo de iniciativas si no surgen de lo privado no se van a dar nunca. ¿Por qué pasa esto? ¿La administración se despreocupa?
Bueno, nosotros nacimos en lo público porque era la urgencia, y no fue fácil. Hemos aprendido que hay que trabajar con lo público para lograr impacto y cobertura. Pero hay que tener colaboración público-privada. La educación es tan importante que no es cosa solo de un gobierno sino de toda la sociedad. Es el compromiso de todos, es muy importante porque es donde vienen las grandes alianzas público-privadas. El gobierno da cobertura, pero hay que colaborar para lograr calidad y sostenibilidad. Nosotros tuvimos que crear la Fundación para darle sostenibilidad y calidad. Hemos tenido apoyo de grandes empresas.

¿Este modelo solo puede aplicarse en países en vías de desarrollo?
Por un lado el Gobierno vietnamita, por ser un gobierno muy especial, acaba de sacar la evaluación de impacto hecha por el Banco Mundial de Escuela Nueva en Vietnam, donde se aplicó a gran escala. En otros países donde a lo mejor no es una necesidad como en Colombia iniciamos un proyecto en dos colegios. El Estado de California nos está invitando a trabajar allí, estamos en esas negociaciones. Hay que quitar la idea de que esto es de pobres para pobres.

¿Los maestros necesitan una formación específica para dar clase en la Escuela Nueva?
Sí. Una fortaleza de Escuela Nueva es que tiene una visión sistémica. Si queremos niños con ciertas aptitudes de ciudadanos había que trabajar con los docentes también. Si queremos que formen a sus alumnos de esa manera tenemos que formales de una manera similar a como trabajarán con los alumnos. Es una paradoja, muchas veces queremos que los maestros hagan el cambio, que enseñen de otra manera, pero les enseñamos innovación a través de clases magistrales. Queremos que el viva el proceso. También queremos no dejarles solos. Los docentes aprenden más de otros docentes que de los mismos expertos. Buscamos propiciar encuentros de docentes una vez al mes donde pueden compartir sus problemas, sus innovaciones, y se ayudan entre ellos. Esa comunidad de práctica o aprendizaje colaborativo entre los docentes ha facilitado mucho.

Escuela Nueva habla mucho de la formación de ciudadanos, quizá yendo en contra de la tendencia europea de formar trabajadores.
Algo muy importante para nosotros era promover líderes. Líderes con más empatía, con compasión. Que pudieran liderar procesos, que no fueran pasivos-memorísticos. Se trata de trabajar en equipo para el SXXI y aprender a aprender. Lo importante es que los alumnos salgan como agentes de cambio. Pero en el caso de Colombia, como en el resto de América Latina, hay que fortalecer la básica. Cuando tienes un continente donde el 50% no entiende lo que lee en 4º de primaria, ¿sobre qué construyes? Para mí esta es la prioridad, al menos en estos países.

Skolae, Creciendo en Igualdad.


Es el programa que concreta el Plan de coeducación 2017-2021 para los centros y las comunidades educativas de Navarra. 
Nace con el objetivo de acompañar a cada comunidad escolar como facilitadora del proceso de aprendizaje de niñas y niños desde que nacen y durante todas las etapas de su educación en la adquisición de las competencias necesarias que les permitan elegir su proyecto vital propio, desde la libertad y la diversidad de opciones, sin condicionantes de género sea cual sea su raza, religión, nivel económico, cultural, origen, etc.


imagen Educación denuncia la manipulación que se está haciendo del programa de coeducación SKOLAE.  22/10/2018.

El departamento de Educación insiste en que con el programa se cumple la legislación vigente y desmiente rotundamente a su vez las afirmaciones que de manera interesada se están difundiendo contra el programa SKOLAE

Ante las graves acusaciones vertidas en contra del programa de Coeducación Berdin bidean-Creciendo en igualdad SKOLAE, el Departamento de Educación denuncia la manipulación que se está haciendo del programa impulsado desde el Gobierno de Navarra. Las acusaciones que se están difundiendo son absolutamente falsas y lo que se está afirmando, incluso por representantes parlamentarios, no se corresponde en ningún caso ni con la literalidad ni el espíritu del programa.

Las críticas que el portavoz de UPN y la portavoz del PP han realizado esta mañana sobre SKOLAE son afirmaciones manipuladas y responden a una tergiversación que no tiene absolutamente nada que ver los contenidos propuestos por SKOLAE. Hablar de juegos eróticos infantiles es habitual en la terminología de sexología y psicología del desarrollo, y se refiere a algo tan sencillo como al conocimiento del propio cuerpo y el del resto, y a nombrar esas diferencias. Por tanto, cualquier otra interpretación que se hace responde únicamente a interés de desprestigiar el programa por parte de quien no cree en la coeducación.

Los contenidos de SKOLAE relativos al eje sobre “Sexualidad y buen trato” son coherentes por ejemplo con el documento “Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad” de la UNESCO, además de seguir las líneas estratégicas del Ministerio de Sanidad, en su estrategia de Salud sexual y reproductiva. No se puede analizar la sexualidad infantil desde una mirada adulta.
Asimismo, hay que recordar que el programa SKOLAE se ampara en tres Leyes Orgánicas (Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación; LOE 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres; LOE 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de protección contra la violencia de género), la Ley Foral 8/2017 para la igualdad social de las personas LGTBI+, la Ley Foral de Igualdad que está por venir, el Decreto Foral 103/2016, de 16 de noviembre, por el que se establece la ordenación de las prestaciones sanitarias en materia de salud sexual y reproductiva, y además de en varias órdenes forales. Toda esta normativa regula contenidos sobre educación, como el uso de materiales didácticos, contenidos curriculares, capacitación personal, etc., por lo que son mandatos legales de obligado cumplimiento.

En definitiva, se trata de cumplir la ley, por tanto, tiene cobertura legal suficiente, avalado además por el pilotaje llevado a cabo durante el curso pasado. 16 centros escolares de la comunidad navarra, tanto en infantil y primaria como secundaria, han testado y avalado el programa de coeducación y no ha supuesto ningún problema; al contrario, ha servido para afianzar contenidos y mejorar propuestas de aprendizaje, de cara a la implantación obligatoria, que de manera progresiva, se ha iniciado este curso en un centenar de centros. 
No en vano, el programa de coeducación SKOLAE ha sido diseñado con la colaboración de personas expertas técnicas en igualdad, coeducación y educación, quienes han venido además a ensalzar las bondades de un programa que es pionero a nivel estatal. 
De hecho, el próximo fin de semana, el programa de coeducación SKOLAE ha sido presentado en el marco del Primer Congreso Internacional de Coeducación que se celebra en la Universidad Carlos III, en Madrid, con notable éxito.

Cómo hacer ciudades para la infancia: ¿Y si cambiamos "prohibido jugar a la pelota" por "juega respetando"?



Pequeñas áreas infantiles valladas, calles tomadas por coches e iniciativas privadas, pocos espacios verdes y de sombra, la idea de que la calle es un lugar peligroso... Sin duda, las ciudades de hoy parecen "más bien hostiles" hacia niños y niñas, como dice Irene García Rubio, de la cooperativa feminista Pandora Mirabilia.  Sin embargo, ONG, iniciativas locales, colectivos, investigadores y los propios niños y niñas tratan de repensar la ciudad como un espacio más amable para la infancia y, por ende (en esto coinciden todos), para toda la sociedad.



"El predominio del coche en las ciudades ha contribuido a determinar el alejamiento de las personas del espacio público, haciendo perder a la ciudad su papel de encuentro e intercambio social.  La fragmentación y peligrosidad del ambiente urbano impiden al niño la posibilidad de vivir experiencias fundamentales para su desarrollo cognitivo, emotivo y social". Esta es la visión que de los entornos urbanos actuales transmite el proyecto La città dei bambini (La ciudad de los niños), capitaneado por el psicopedagogo Francesco Tonucci.
Pandora Mirabilia realizó una investigación sobre el espacio urbano y la infancia que las llevó desde el barrio madrileño de Arganzuela hasta Pontevedra, Barcelona y Finlandia. Irene García Rubio, coordinadora del proyecto, afirma que "la mayoría de nuestras ciudades no son amables para la infancia, sino más bien hostiles para los niños pero también para la mayoría de las personas que no se muevan en coche: calles llenas de tráfico que resultan inseguras, plazas duras sin sombra ni espacios para descansar, un espacio público cada vez más privatizado por franquicias, terrazas, etc... La presencia de niñas y niños en muchos espacios públicos se ve como una anomalía, como algo molesto. Hace unas décadas niñas y niños se criaban y jugaban en las calles, ahora se les ha recluido en el espacio privado de los hogares o en lo que llamamos con sorna 'espacios protegidos para la infancia' como parques o ludotecas".
O incluso, cabe añadir, zonas infantiles de los centros comerciales, convenientemente dirigidas por monitoras y monitores. De hecho, Inma Martí en un artículo del Observatorio del Juego, que "ante la falta de espacios de juego al aire libre hemos encerrado a los niños en casa o les hemos fabricado entornos artificiales de juego motor (happy-park o similares)".
También crítico con el urbanismo actual se muestra Gerber Helleman, geógrafo urbano que ha diseñado un modelo para aumentar la jugabilidad de las ciudades: "Las ciudades demasiado a menudo no se diseñan con la dimensión humana en mente, así que mucho menos con la dimensión de los niños". Y esto supone un problema porque "en los últimos años el juego de los niños en espacios exteriores ha disminuido. Por razones de salud y de pedagogía es importante que estimulemos el juego al aire libre. Para conseguirlo, necesitamos un nuevo enfoque sobre espacios públicos para niños. Y no se trata de coger de un catálogo equipamiento de juego infantil, sino de ampliar el foco para conseguir ciudades jugables".

¿Qué y cómo es una ciudad amable para la infancia?

Irene García Rubio define una ciudad amable para la infancia como aquella en la que niñas y niños pueden moverse libremente, ocupar todo el espacio público y no solo aquellos recintos especialmente reservados para ellos. Para Tonucci, la ciudad de los niños debe partir de dos condiciones. La primera, que "el espacio de juego en una ciudad es la misma ciudad"; la segunda, "que no esté prohibido jugar y tener tiempo para jugar".
UNICEF España lleva a cabo el programa Ciudades Amigas de la Infancia, que ha reconocido como tal 170 ciudades de España y está en proceso de reconocer cien más este año. "Con las 270 ciudades, casi llegamos al 40% de la población infantil de nuestro país", nos cuenta Lucía Losoviz, responsable del programa. Ser Ciudad Amiga de la Infancia implica, por parte de las autoridades locales, el compromiso que tiene esa ciudad para llevar a cabo acciones que mejoren el bienestar de los niños y niñas, incorporando un enfoque de los derechos del niño".
Y uno de los derechos que más se pone en valor en el programa es el de la participación de los niños en la toma de decisiones sobre su ciudad mediante los Consejos de Infancia, que plantea propuestas a las autoridades locales. Lucia Losoviz defiende que no se puede pensar en la transformación de la ciudad para la infancia sin incluirla. "Hay que tener en cuenta sus soluciones y cómo ellos van a contribuir a llevarlas a cabo".
Irene García Rubio habla del "modelo Pontevedra", que cree extensible a otras ciudades: "Se ha peatonalizado el centro, se han quitado carriles a los coches y éstos solo pueden circular a un máximo de 30 kilómetros por hora. Han priorizado la movilidad a pie o en transporte público, junto con otras medidas, como el fomento del comercio local, la programación cultural en la calle, etc. También han desarrollado iniciativas como los caminos escolares, para que niñas y niños puedan ir andando solas al cole. Todas estas medidas hacen que Pontevedra no sea solo una ciudad amable con la infancia, sino segura desde un punto de vista de género, accesible, saludable y más sostenible".
Cuando se le pregunta a Lucía Losoviz por las principales transformaciones de las ciudades tras ser parte de la red Ciudades Amigas de la Infancia, cuenta que los espacios de juego"los niños los plantean no solo pensando en lo que ellos necesitan, sino pensando en toda la ciudadanía. Hablan de juegos adaptados a niños con discapacidad, espacios para que los familiares o los ancianos puedan estar sentados e interactuar entre ellos, accesibilidad. Proponen para ello cuestiones que pueden ser muy simples, como por ejemplo los bancos circulares o gradas", como han hecho en la zona de Avilés (Asturias) para que puedan interactuar mejor.
Se trata de "soluciones muy simples pero que los adultos, cuando estamos planificando, no vemos". Dos de los temas más recurrentes en los consejos de infancia son las fuentes de agua o la oposición a los famosos carteles de 'Prohibido jugar a la pelota'. En Alcalá de Henares, por iniciativa del Consejo de Infancia, estos carteles fueron sustituidos por otros más positivos, con el mensaje 'Juega respetando'.
Otras transformaciones que subrayan las fuentes consultadas son más espacios verdes y la recuperación de espacios para usos de la infancia y la adolescencia (como el Espacio Abierto Quinta de los Molinos en Madrid. Lucía Losoviz cuenta que en los Consejos de Infancia y Adolescencia de las Ciudades Amigas de la Infancia se detecta un importante problema: la falta de espacios propios para adolescentes. "Los espacios de juego están más pensados hasta los 11 años. Pero según la Convención de los Derechos del Niño, un niño lo es hasta los 18 años".
"Como garante de esos derechos del niño cualquier Gobierno local tiene que generar esos espacios para que los niños puedan ver cumplido ese derecho al ocio, al juego y hasta al asociacionismo. Es algo que está continuamente reivindicando el adolescente y por suerte gran parte de las ciudades están escuchando este reclamo y están intentando buscar iniciativas", puntualiza.
Irene coordinó el proyecto La Tribu de Arganzuela, en el que participaron familias con niños pequeños. Sus reivindicaciones principales eran: "quitar espacio al tráfico para devolvérselo a los peatones, aceras amplias con bancos, sombra y fuentes, construir más espacios verdes y mejorar los que ya existen (que muchas veces están deteriorados, viejos, sucios, etc.), y para los meses de frío, de lluvia o de mucho calor, disponer de espacios cubiertos y acondicionados para poder estar sin tener que pagar".
Pero el cambio principal para vivir en ciudades más amables con la infancia es un cambio de perspectiva. Francesco Tonucci aboga por asumir a los niños como parámetro de evaluación y cambio de la ciudad. Una ciudad será adecuada para todos si es adecuada para los niños". Es una de las conclusiones de la investigación de Pandora Mirabilia: "Las políticas y medidas diseñadas para beneficiar a los niños terminan mejorando la vida de todos. Las políticas que tienen en cuenta los más vulnerables son más justas". Y es que, en realidad, "todas las personas, en algún momento de nuestras vidas, vamos a ser vulnerables", concluye Irene García Rubio.




El aborto de las mujeres menores de edad.

Cuando fieles y devotos practicantes de ideas liberales se enfrentan a los problemas vitales de los seres humanos que pretenden ejercitar el libre desarrollo de su personalidad, sin más trabas que las que imponen los límites constitucionales, olvidan las esencias del liberalismo que orgullosamente proclaman y se pasan, sin dudas ni vacilaciones, a los dogmas y anatemas que durante tanto tiempo ha cultivado la Religión Católica y otras muchas religiones.

Cuando una sociedad reabre continuamente el debate sobre aspectos que afectan a la libre decisión de las personas, en este caso las menores embarazadas, corre el riesgo de permanecer anclada permanentemente en cuestiones que le impiden avanzar hacia otros horizontes mucho más perentorios y acuciantes para la vida de todos los ciudadanos, como la pobreza, la desigualdad o  el cambio climático.

Parece mucho más lógica y coherente la posición de la Iglesia que se opone radicalmente al aborto al que considera un asesinato. Recientemente el Papa Francisco, en una actuación más parecida a una performance que a una opinión papal, arrancó de los asistentes un tímido clamor, equiparando a los partidarios del aborto con los sicarios que matan por dinero. Lo siento Santidad, pero no ha estado muy afortunado. Quizá en ese momento el Espíritu Santo estaba distraído, tratando de esquivar los efectos devastadores del cambio climático que ya está llamando a nuestras puertas, mucho antes de lo que preveían los científicos.

Cuando parecía que se había asentado la ley de plazos, sin condicionamientos, la cuña del PP en el año 2015 nos sorprendió por su propia incoherencia, ya que en la Ley General de Sanidad, promulgada por el partido popular, permite a las personas de 16 y 17 años, que no ha alcanzado la mayoría de edad, decidir sobre operaciones o intervenciones médicas de mucho más riesgo que el aborto. Es cierto que el rechazo de esta posibilidad no solamente procede de los partidos situados en espectro de la derecha, sino que incluso ha tenido eco entre algunos personajes muy significados del PSOE. Incluso la Organización Mundial de la Salud avala esta posibilidad.

La ley no solamente entra en contradicción con el valor absoluto de la dignidad de la persona y el respeto a su libertad y capacidad de autodeterminación, sino que es incongruente y contradictoria con otras normas de nuestro ordenamiento jurídico que han permanecido intangibles.
Precisamente los riesgos de embarazos producidos por la dominación patriarcal, en el ámbito familiar, son mucho mayores entre las mujeres que no han alcanzado la mayoría de edad que sobre las mujeres que tienen una cierta capacidad de decisión y de denuncia. Introducir la posibilidad de que las mujeres embarazadas de 16 y 17 años puedan optar, con el conocimiento e información suficiente sobre los riesgos que puede ocasionar el aborto, para decidir la interrupción voluntaria del embarazo frente a las presiones externas de los que ostentan la patria potestad o la tutela, es una exigencia moral, ética y constitucional.  

No se trata de un problema de ideología o de creencias. La diputada de En Marea que ha defendido la iniciativa ha hecho hincapié en que a su formación le hubiera gustado incluir este tema en el pacto de Estado contra la violencia machista. Sin embargo, lo único que finalmente se trató fue un voto particular del PSOE que pedía  la modificación de la ley para que las menores de 18 años víctimas de violencia intrafamiliar en situación de desarraigo o "en otras circunstancias que las hagan especialmente vulnerables", no se vean obligadas a contar con el consentimiento. El voto fue vetado por el PP, por lo que al no ser aprobado por consenso no forma parte del documento del pacto.

El ser humano demora cierto tiempo hasta alcanzar la plenitud del yo. Son muchas y muy variadas las circunstancias que confluyen en la configuración de la plena personalidad y libertad de los seres humanos que, según la Declaración Universal de Derechos Humanos, nacen libres e iguales en derechos sin que quepa discriminación por razón alguna y mucho menos en función del sexo.
Vivimos dentro de un sistema social que se organiza en torno a unas reglas que pasan por establecer los derechos y los deberes de los ciudadanos, como patrimonio personal y como contribución a la paz y la convivencia social. 

El Código Civil establece que el nacimiento determina la personalidad y que a todos los efectos sólo se reputara nacido si vive veinticuatro horas enteramente desprendido del seno materno. No hay alternativas ni concesiones a situaciones previas a estos acontecimientos. La viabilidad es la que determina la posibilidad y recibir en las condiciones antes citadas los derechos de la personalidad.

La ley de protección al honor la intimidad y la propia imagen habilita a las personas menores de edad, a las que se supone madurez suficiente, mientras no se demuestre lo contrario, prestar su consentimiento para que se puedan publicar o difundir informaciones que afecten a los derechos protegidos.
Según el Código Canónico se puede contraer matrimonio a partir de los catorce y dieciséis años según se trate de la mujer o el varón. El artículo 46 del Código Civil impide contraer matrimonio a los menores de edad no emancipados pero a renglón seguido el juez puede dispensar el impedimento a  partir de los catorce años, si bien en estos expedientes deben ser oídos el menor y sus padres o guardadores.  

En qué principio constitucional, político, ético, jurídico o incluso religioso, se puede basar la prohibición de decidir sobre su embarazo a los menores de 16 y 17 años, sustituyendo una decisión vital para el libre desarrollo de su personalidad y para la configuración personalísima de su futuro, por el criterio de unos padres que tienen muchas más obligaciones que derechos sobre sus hijos, así como los tutores sobre las personas tuteladas. ¿Se puede permitir que un ser pueda decidir por otro en cuestiones tan esenciales para su libertad y dignidad? No encuentro argumentos que se puedan esgrimir en favor de la tesis de la supremacía de padres y tutores. Sólo desde la ignorancia, la incongruencia y la soberbia, se puede encomendar la resolución de un conflicto personalísimo a una persona que no lo está viviendo y que sólo tiene una relación de parentesco que no le permite actuar como si estuviésemos en la época del paterfamilias de los romanos.

Nadie es partidario del aborto, ni tiene la frivolidad de tratarlo como una operación de cirugía estética. Se trata simplemente de ayudar a la embarazada, en este caso menor de edad, a que decida libremente sin que su dignidad, constitucionalmente garantizada, sufra el castigo del derecho penal. En definitiva, se trata de que la tolerancia se imponga a la intolerancia y a los dogmatismos de cualquier clase, cuya supremacía es indemostrable si no es por la vía de la imposición y de la fuerza.

* José Antonio Martín Pallín: Magistrado emérito del Tribunal Supremo. Comisionado español de la Comisión Internacional de Juristas (Ginebra). Director del Departamento Penal de Lifeabogados.

"Mi trabajo consiste en que ese niño vuelva a ser un niño y deje de ser adulto”.

Laura ha sido madre SOS en una de las Aldeas durante muchos años 
y cree que el trabajo más difícil es 
ayudar a los niños a volver a ser niños. 


Hola
A nuestras Aldeas llegan niños y niñas que, por distintos motivos, no pueden permanecer con sus padres. Aquí les ofrecemos el cuidado, protección y cariño durante el tiempo que necesitan: pueden ser unos meses, años o incluso hay veces en que los niños permanecen en la Aldea hasta que son mayores de edad.

“Muchos niños cuando llegan a Aldeas vienen con el instinto de proteger a sus hermanos y precisan, como mínimo un período de un año, para volver a ser niños, relajarse y ser capaces de disfrutar jugando. De saber que hay una persona que se preocupa de las necesidades de su hermano y que pueden dedicarse a hacer lo suyo: estudiar y jugar. Mi trabajo consiste en que ese niño vuelva a ser un niño y deje de ser adulto”, explica Laura.

El objetivo, ante todo, es que crezcan con la seguridad de un hogar y el calor de sentirse parte de una familia. Cuando los niños tienen hermanos biológicos, nos aseguramos de que siempre permanecen juntos en la misma casa. Dentro de una misma Aldea, puede haber entre seis y diez hogares y dentro de cada hogar, conviven entre cinco y seis niños.

Dentro de las Aldea, el rol de cuidados lo ejercen entre una educadora responsable, o madre SOS, que les acompaña cada día, y un grupo de educadores de apoyo. Juntos, trabajan para que los niños puedan volver a sentirse niños.

Cada uno tiene la manera de mostrarte lo que ha sufrido, de qué parte viene dañado. Unos te lo dicen no queriendo quedarse nunca solos. Otros en la forma de reaccionar cuando les hablas. Si es una reacción de sobresalto, de susto o de miedo, te dice un poco lo que ese niño ha sufrido”, explica Laura.

Nada de todo esto sería posible sin el apoyo de nuestros socios. Porque, para llegar a lograr que los niños se sientan seguros de nuevo, puede pasar mucho tiempo. Dentro de las Aldeas, nos hacemos cargo de todo y los recursos son necesarios cada día.

Amnistía sostiene que el robo de bebés no prescribe.

Periodistas en Español.


Amnistía Internacional ha publicado un comunicado de preocupación por el hecho de que una sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid y conocida el pasado 8 de octubre, sobre un caso de los llamados ‘bebés robados, pese a considerar acreditada la comisión del delito de detención ilegal por la sustracción de Inés Madrigal cuando apenas tenía unos días de vida, ha establecido que la acción penal ha prescrito.

“Lamentamos la interpretación errónea que hace la Audiencia Provincial sobre la prescripción en este caso, considerando que la mayoría de edad automáticamente acaba con los efectos de la sustracción ilegal. Como han señalado algunos organismos de la Organización de las Naciones Unidas, como el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas, los efectos de este tipo de delitos sólo cesan cuando se descubre la verdad sobre la identidad y se garantiza a las víctimas la posibilidad legal y real de restablecer su verdadera identidad y, en su caso, los lazos familiares. Extremos que en el presente caso no se han garantizado aún”, asegura Daniel Canales, investigador de Amnistía Internacional en España.

Por su parte, la Fiscalía General del Estado, que ya ha anunciado su voluntad de recurrir esta sentencia, estableció, en una Circular del año 2012, que en este tipo de casos los plazos de prescripción no deberían comenzar a correr hasta el momento en que la persona conozca su verdadera identidad, entendiendo que mientras tanto el delito sigue desplegando todos sus efectos, con independencia de que haya alcanzado la mayoría de edad.

Amnistía Internacional ha manifestado ya con anterioridad cómo las investigaciones efectuadas en España no han dado resultados satisfactorios, abordando estos casos como aislados, descartando desde un primer momento la posibilidad de que tales delitos pudieran responder a una trama generalizada a nivel nacional, y desoyendo de esta forma recomendaciones de mecanismos de Naciones Unidas. Es de señalar que de las al menos 2074 diligencias de investigación iniciadas por la Fiscalía desde el año 2011, éste es el primer caso que ha llegado a juicio.

La organización ya trasladó al Parlamento la necesidad de implementar medidas destinadas a la búsqueda e identificación de personas víctimas del ‘robo de bebés’, entre otras, adoptando un instrumento integral de coordinación y canalización de búsqueda, y una base de datos centralizada, que integre muestras genéticas de todos los casos que hayan sido denunciados y de las víctimas y familiares que así lo deseen.
Monjas, curas y médicos aparecen implicados en informes sobre casos de bebés robados en España durante la dictadura de Francisco Franco
Monjas, curas y médicos aparecen implicados en informes sobre casos de bebés robados en España durante la dictadura de Francisco Franco
Bebés robados en España

La denominación de ‘bebés robados’ se empezó a utilizar en el contexto español para referirse a los niños y niñas que fueron objeto de secuestro, tráfico de menores y adopciones ilegales durante la Guerra Civil y la postguerra. En un Auto del Juzgado de Instrucción nº5 de la Audiencia Nacional, de 18 de noviembre de 2008, se señala que tan sólo entre 1937 y 1950 se podrían haber dado más de 30 000 casos “en un sistema de desaparición de menores hijos de madres republicanas bajo la cobertura de una aparente legalidad”.

Las denuncias por casos de bebés robados, con un patrón parecido de actuación y aprovechándose de la misma estructura creada en la posguerra, se prolongaron durante todo el franquismo y los primeros años de democracia. Esta acción criminal habría perdurado, ya desvinculada de intereses políticos y movida por intereses económicos, a través de la estructura ya conformada por las instituciones nacidas del régimen franquista.

Muchas de las personas que han sido víctimas de este tipo de delitos fueron registradas con información falsa y sus datos personales fueron también alterados. Esto les impide en gran medida encontrar a su familia de origen y conocer su verdadera identidad. Además, la familia de origen no puede ejercer recursos legales para restablecer la identidad biológica de esta persona y los lazos familiares con ella para acabar con esta situación.

No hablar, No ver, No oir: Demos Visibilidad al Maltrato Infantil.