“Estoy aquí una semana -en España- y cada vez que enciendo la televisión solo se habla de este pobre chico (Gabriel)... ¿Dónde ha ocurrido? ¿En la calle? .
Ha ocurrido dentro de casa, una persona de la familia... con lo cuál,
¿cómo podemos justificar que no dejemos a los niños salir de casa?,
¿de quién tenemos miedo?. Francesco Tonucci.
El psicopedagogo y dibujante italiano lamenta la pérdida de “conexión entre el miedo y el peligro” en la sociedad actual.
Ejemplifica,
aludiendo al caso de Gabriel, que los accidentes en casa, la violencia doméstica o el coche familiar son los verdaderos peligros para los niños.
Dejarlos salir de casa es una manera de cuidarlos.
Apuesta
por la participación de los niños en los gobiernos locales, tal y como
establece la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989
Fidel Manjavacas, eldiario.es, Castilla La Mancha.
“Los dos lugares más peligrosos para
los niños son su casa y el coche de sus padres”. Así de tajante se
manifiesta el psicopedagogo y dibujante italiano Franceso Tonucci,
conocido por el seudónimo Frato, sobre el contexto actual de la
infancia, principalmente en los países occidentales. En este sentido,
alude a la “gran contradicción” que a su juicio se produce entre la
disminución del número de delitos o accidentes de tráfico y el miedo que
se traslada a los niños sobre estas situaciones, provocando que “ un niño no pueda salir de casa sin que un adulto lo acompañe”.
Sobre esta visión de la infancia y otros temas como el papel que
actualmente ejercen los adultos en la sociedad y el control absoluto que
tienen en los gobiernos ha reflexionado este lunes el pensador italiano
en el campus de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en Toledo,
donde ha ofrecido una conferencia en la que ha cuestionado, entre otros
asuntos, el desconocimiento (y su consecuente “incumplimiento”) de la Convención sobre los Derechos del Niño (1989) por parte de la sociedad actual.
“Es una parte que me interesa y me preocupa mucho
porque, desde ese año -el 89-, los adultos del mundo decidieron
establecer y definir los derechos del niño, y sigue siendo una ley
totalmente desconocida. Y claro, si es desconocida, casi no vale la pena
decir que se está incumpliendo”, razona Tonucci en una entrevista con
eldiarioclm.es sobre esta normativa que establece criterios como la
participación de los niños en la toma de decisiones que puedan
afectarles directamente, como las políticas de urbanismo de una ciudad.
Una filosofía necesaria para comprender la afirmación que realiza sobre
la peligrosidad de la casa o el coche familiar para los niños.
El cambio “fundamental” que recoge esta normativa, explica Tonucci, es
la transformación de la visión de los adultos sobre los niños como
“futuros ciudadanos” a considerarlos “ciudadanos, pequeños pero
ciudadanos”. Es decir, sustituir la premisa “conservadora” de educar a
los niños “para mañana” poniendo “como modelo el ayer” por la aceptación
de sus derechos como ciudadanos y su influencia en las decisiones que
puedan adoptarse a nivel político en el desarrollo de los municipios.
Precisamente, esta última reflexión es una de las que aborda en su conocido libro ' La ciudad de los niños',
un proyecto experimental que se llevó a cabo en la ciudad italiano de
Fano y que se ha extendido a otras del resto del mundo. “Este proyecto
se funda sobre una idea básica: hemos reservado todo el poder a los
adultos y lo hemos gestionado muy mal” en ámbitos como “el medio
ambiente, la economía o la justicia social”, recalca Frato.
De esta manera, el psicopedagogo subraya que la reconstrucción y el
desarrollo de las ciudades después de la Segunda Guerra Mundial se ha
hecho “para los adultos y no para todos”. “Si salgo cuando la escuela
está cerrada no encuentro ni un niño de menos de 10 años jugando solo en
la calle o en la plaza, muchas veces estas presencias están
prohibidas”, señala Tonucci al tiempo que denuncia que esta clase de
restricciones son “abusos, y la Convención de los Derechos del Niño lo
dice muy claro: el interés del niño siempre debe ser superior”.
Niños en los gobiernos y el ejemplo de Pontevedra.
El también dibujante italiano, que ha expuesto su conferencia
alternando sus viñetas y sus reflexiones sobre la infancia, apunta a dos
ejes como base de este proyecto social: la escucha a los niños y la
participación de estos en el gobierno de la ciudad. “No los estamos
escuchando por generosidad sino por necesidad”, recalca Frato, que
destaca que, en ocasiones, las decisiones que se puedan tomar por
ejemplo a nivel urbanístico en una ciudad puede poner “prácticamente en
contra a los propios padres”.
“Si la política ofrece
propuestas buenas, la gente lo va a entender, pero deben ser buenas,
apuestas muy coherentes sin hacer nunca marcha atrás”, describe Tonucci.
En este ámbito, el italiano destaca como ejemplo de ciudad a
Pontevedra, que ha hecho un recorrido “impresionante” en la
transformación de su estructura urbana en los últimos años.
“La administración se presentó hace 16 años con un programa muy claro:
si nos votáis ponemos la ciudad al servicio de la gente, con todo lo que
implica. Los dueños son los peatones por lo que se ampliaron aceras, se
estrecharon calzadas, se prohibió el aparcamiento en muchos sitios...y
el alcalde, Miguel Anxo Fernández, ha sido reelegido en las últimas
cinco elecciones”. “La gente se ha acostumbrado y está contenta, esto es
muy interesante porque hoy en día es muy difícil encontrar ciudadanos
orgullosos de su ciudad”, añade.
Imagen de la entrevista con Francesco Tonucci / UCLM |
“Proponer que los niños entren en el gobierno de la ciudad es una
propuesta novedosa, pero es muy clara en la Convención de los Derechos
del Niño, que dice que ellos tienen que dar su opinión y que esta ha de
tenerse en cuenta con las cosas que les afecten”, dice Tonucci, que
lamenta que, “por el contrario, la autonomía de los niños se ha perdido
en los últimos 30 años de una manera brutal”. “Hoy un niño no puede
salir de casa sin que un adulto lo acompañe”.
El miedo y los medios
Retomando la cuestión sobre el miedo, Tonucci apunta al suceso que ha
copado en las últimas semanas la actualidad mediática del país, el
asesinato del niño de 8 años Gabriel Cruz. “Estoy aquí una semana -en
España- y cada vez que enciendo la televisión solo se habla de este
pobre chico”. En todas las conferencias que ha realizado, Frato señala
que he escuchado la misma pregunta: ¿Cómo se pueden llevar a cabo estas
ideas habiendo ocurrido algo así?
“¿Dónde ha
ocurrido? ¿En la calle? Ha ocurrido dentro de casa, una persona de la
familia... con lo cuál, ¿cómo podemos justificar que no dejemos a los
niños salir de casa?¿de quién tenemos miedo?”, cuestiona Tonucci, que
recalca de nuevo que el lugar “más peligroso para los niños es su casa,
igual que para las mujeres”. “Pasando a un nivel menos grave, si se hace
una encuesta sobre la causa de los accidentes de niños y su ingreso en
hospitales, verán que son solo accidentes domésticos o de coches (el de
sus padres), por lo que sería interesante que los medios explicaran a
los lectores esta situación. Dejarlos salir de casa es una forma de
cuidarlos”, asevera.