Adolescence is now between the ages of 10 to 24,

say experts.

 
Fuente Euronews.


It means perceptions of when the transitional phase ends should be extended to 24 years old, according to a new article published in The Lancet Child & Adolescent Health journal.
Co-author of the commentary paper Susan Sawyer, professor of adolescent health at the University of Melbourne, told Euronews it is important to redefine the period to help laws and government policy remain appropriate.

"If society doesn't have a good understanding of at what age adolescence occurs, we risk making very uninformed policy ... this will have a detrimental effect not only on this generation but on generations to come.
“An expanded and more inclusive definition of adolescence is essential for developmentally appropriate framing of laws, social policies, and service systems.
A sociological argument
“Delayed timing of role transitions, including completion of education, marriage, and parenthood, continue to shift popular perceptions of when adulthood begins," said Sawyer.
She believes that although many adult legal privileges start at age 18 years, the adoption of adult roles and responsibilities actually occurs later in many cases.
The paper also argues that "unprecedented social forces," including marketing and digital media, are affecting the health and well-being of young people in the now-extended transition period from childhood to adulthood.
 Sawyer says current policy should be changed to reflect this and protect young people.

A biological argument
“Earlier puberty has accelerated the onset of adolescence in nearly all populations, while understanding of continued growth has lifted its endpoint age well into the 20s,” wrote Professor Sawyer and her colleagues.
The article states that puberty, which has historically been the biological marker of adolescence, is now happening earlier than in the past.
This is happening in countries all over the world but the speed at which the change has occurred varies from country to country.
According to Sawyer, in "high-income countries," including many in Western Europe, there has been a four-year reduction in the last 200 years, whereas in "middle-income" countries, like China, the shift has occurred more recently and more quickly.
The article argues, if the start of puberty is being used as a marker for adolescence, this shift should be taken into account.
Similarly, if the "end" is defined biologically, factors such as the brain continuing to mature beyond the age of 20 and many people's wisdom teeth coming through after the age of 25, should also be considered.

Could a change 'infantilise' young people?
There are, however, academics who question changing the official age of adolescence, such as Dr Jan Macvarish, a parenting sociologist at the University of Kent.
"Older children and young people are shaped far more significantly by society's expectations of them than by their intrinsic biological growth," she said.
"There is nothing inevitably infantilising about spending your early 20s in higher education or experimenting in the world of work."
Macvarish said we should not risk "pathologising their desire for independence".
In response to this, Sawyer agreed that adolescents "need to be experiencing adult responsibilities".
"(They) learn to be responsible by being given an appropriate level of responsibility," she explained.
Policy should look to "empower" young people, where appropriate, while still "protecting" them, she concluded.

El CERMI denuncia ante la ONU que los derechos de la infancia con discapacidad son una realidad precaria en España.

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) 
ha elaborado un informe coincidiendo con el hecho 
de que Naciones Unidas examinó este lunes pasado al Estado español 
sobre la aplicación de la Convención de los Derechos del Niño.

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha elaborado un informe sobre las violaciones más graves de los derechos humanos de los niños y niñas con discapacidad en España, que hacen que la situación sea todavía precaria.

Este documento ha sido remitido por la plataforma de la discapacidad a las organizaciones nacionales de la sociedad civil de infancia y al Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, para que no se pase por alto la dimensión inclusiva de la discapacidad en el examen a que será sometida España este lunes sobre su aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño.

Jornada Estrategia de inversión en las familias y la infancia en Euskadi.

El próximo día 9 de febrero 2018,
 se celebrará en el Bizkaia Aretoa,
organizada por la 
Dirección de Política Familiar y Diversidad, 
del Gobierno Vasco.


Al objeto de poner las bases para elaborar dicho Plan, la Dirección de Política Familiar y Diversidad del Gobierno Vasco ha organizado estas jornadas, con las que se quiere contribuir a la reflexión sobre las necesidades de las familias y de la infancia, y sobre la mejor forma de hacerles frente.

El Departamento de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco ha impulsado la firma de un pacto interinstitucional de inversión en las familias y en la infancia que recoge el compromiso de las principales instituciones vascas para desarrollar una estrategia en este ámbito. Los compromisos recogidos en ese Pacto se materializarán en diferentes planes y desarrollos normativos y, muy especialmente, en el IV Plan Interinstitucional de Apoyo a las Familias en la CAPV, que se elaborará a lo largo del primer semestre de 2018.
 

¿Qué son las niñas, niños y adolescente para España?.

España defiende su labor con niñas, niños y adolescentes 
frente al Comité de Derechos del Niño.

Es el Informe que cada 5 años tiene que presentar España 
ante el Comité que vela por el cumplimiento español 
de la Convención sobre los Derechos del Niño.

Aquí tienes toda la documentación de la sesión de hoy ante el Comité:

El informe del Estado Español, demás Instituciones y Entidades Sociales, 
entre las que queremos resaltar 
el informe que GSIA, junto con DNI España, hemos presentado:

THEMATIC REPORTS TO THE COMMITEE ON THE RIGHTS OF THE CHILD 2017:

1.- Thematic Report of DNI-España 
   – THE CIVIL AND POLITICAL RIGTHS OF THE CHILDREN AND ADOLESCENTS IN SPAIN


2.- Thematic Report of GSIA
   – MIGRATORY ITINERARIES OF CHILDREN AND ADOLESCENTS IN SPAIN


Spain Spain   

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Espana_NGO_Carta CoPPA Miembros del CRC_España Mutilación Genital Intersex_SessionView document 
Spain_JNGO_ASEMIP - Spanish Work.pdfView document 
Spain_NGO_Ararteko,Ombudsman of the Basque Country_EN_PSWGView document 
Spain_NGO_Defence for Children International SPAIN and GSIA Grupo de Sociologia de la Infancia_EN_PSWGView document 
Spain_NGO_Defence of Children International_PSWGView document 
Spain_NGO_Defensor del Pueblo de Espana_EN_PSWGView document 
Spain_NGO_ENG CoPPA_ CRC_Spain Intersex Genital Mutilation_SessionView document 
Spain_NGO_IIDMA &CIEL_ComplementaryReport_Session_EngView document 
Spain_NGO_Noves Vies and Fundacion Raices_EN_PSWGView document 
Spain_NGO_Plataforma de Infancia_Assessing our rights_PSWGView document 
Spain_NGO_Plataforma de Infancia_Complimentary report_PSWGView document 
Spain_NGO_Sindic de Greuges-Catalan Ombudsman_PSWGView document 
Spain_NGO_Spanish Federation of Associations for the Prevention of Child Mistreatment_EN_PSWGView document 
Spain_NGO_Susana Sanz-Caballero, Mar Molina Navarro, Elena Juaristi Besalduch, Beatriz Hermida Bello, Elena Goni Huarte_PSWGView document 
Spain_NGO_UNICEF-Spanish National Committee_EN_PSWG




Las ventajas de unificar Infantil, Primaria y Secundaria




El Instituto Escuela favorece en la enseñanza pública 
la integración de estos tres niveles. 
Ahora bien, también exige un cambio de mirada, 
una mayor comunicación y 
un firme compromiso del profesorado y de otros agentes educativos




Fotografía: Haciendo hacenderas /
Cooperativa En Proceso
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La enseñanza unificada, aquella que permite la continuidad e integración de estas tres etapas, es una vieja aspiración que ya fue planteada por la ILE (Institución Libre de Enseñanza) y que se plasmó en el modelo de Instituto Escuela de la II República. En Catalunya, en los últimos tiempos se han creado varios centros de este tipo. 

Habitualmente, abarca al menos la enseñanza obligatoria (6-16), aunque también puede anticiparse por abajo (3-6) o prolongarse por arriba, con la inclusión del Bachillerato y la Formación Profesional. 

El Instituto Escuela, dentro del marco de la escuela pública, no sólo articula niveles sino también proyectos, culturas, dinámicas e itinerarios personales y proyectos de vida. Sus potencialidades se sitúan en tres ámbitos estrechamente interrelacionados: el alumnado, el proyecto educativo de centro y el profesorado.
1) Alumnado. La infancia y la adolescencia constituyen una unidad en desarrollo que el sistema educativo trata de fraccionar, dividir, clasificar y aislar en niveles, evitando el contacto y la mezcla que tantos beneficios educativos reporta. Disponer del alumnado durante un período largo de tiempo facilita enormemente su conocimiento, su acompañamiento y orientación académica, personal y profesional -dentro y fuera del centro- y la coordinación entre las diversas intervenciones docentes. Por otro lado, se puede ajustar mucho mejor la enseñanza personalizada, las adaptaciones curriculares y los ritmos de aprendizaje, con procesos más flexibles que permiten que, en algunos momentos, el alumnado de un curso pueda compartir algunas materias, contenidos o estrategias con los de otro curso. Es decir, logra no sólo activar el necesario aprendizaje entre iguales sino también los momentos de aprendizaje compartidos entre mayores y pequeños. La investigación y la experiencia muestra hasta qué punto este tipo de agrupaciones o emparejamientos más o menos ocasionales estimula la motivación, la responsabilidad y el aprovechamiento mutuo.
2) Proyecto educativo de centro. Es una oportunidad para pensar la educación en toda su globalidad, en el desarrollo pleno de una infancia que transita desde la primera infancia hasta la plena adolescencia y en la progresiva adquisición de la cultura considerada básica. Esta oportunidad permite romper -o cuanto menos suavizar- los cambios tan bruscos y no resueltos que se producen entre los distintos niveles: entre Infantil y Primaria y, sobre todo, entre esta etapa y la Secundaria. Asimismo se abren más posibilidades para conducir itinerarios académicos y proyectos de vida de la infancia y adolescencia que precisan no sólo de la habitual oferta curricular sino también de la oferta extraescolar -las llamadas actividades complementarias, las manifestaciones culturales y artísticas del territorio, el aprendizaje servicio,…-. Una oferta cada vez más amplia, rica y necesaria para disfrutar del derecho a la educación, y no meramente al derecho más restringido de la escolarización. En este sentido, este tipo de centros pueden adquirir compromisos más sólidos, variados  y permanentes con los diversos agentes y redes sociales del territorio, en el marco de la ansiada ciudad educadora.
3) Profesorado. Es bien sabido que las condiciones salariales y de trabajo, la formación recibida, los roles y la cultura profesional son bien distintas entre los docentes de los distintas etapas educativas, fruto del consabido fraccionamiento y parcelación del sistema educativo. Por ello el Instituto Escuela, en la medida que se constituye un único claustro y equipo docente, es otra ventana de oportunidad para dar coherencia a los dos puntos anteriores. Asimismo, es una fórmula para avanzar hacia el cuerpo único docente -o unificación del reconocimiento por igual de todo maestro o maestra-. Giner de los Ríos lo expresaba de forma muy diáfana: tanta ciencia y reconocimiento merece quien enseña en la universidad como quien lo hace en el parvulario. Este trabajo en común permite un conocimiento más cercano y profundo de lo que se hace en cada nivel y, en consecuencia, poder incorporar estrategias o metodologías de otras etapas inferiores o superiores. ¿Por qué, por ejemplo, algunas de las actividades que se dan en Infantil no podrían igualmente aplicarse a Primaria o a Secundaria, o viceversa?
Los Instituto Escuela, en definitiva, constituyen un modelo que integra la más amplia diversidad de alumnado y profesorado en un proyecto común. Que abre puertas a trabajar de otra manera más colaborativa; a adaptar y a flexibilizar el currículo, los tiempos y los espacios educativos; y a tejer nuevas complicidades individuales y colectivas dentro del centro y del territorio. Ahora bien, también exige un cambio de mirada, una mayor comunicación y un firme compromiso del profesorado y de otros agentes educativos.

"Parece mentira, pero ahora los pobres son gordos en la infancia", Entrevista a Pau Mari-Klose.

que es una situación de la que es difícil salir y 
que, desde luego, la escuela no acaba de ayudar.

La pobreza infantil es el campo de estudio 
de Pau Mari-Klose*. 


La escuela ni es el instrumento meritocrático que se presupone ni de inclusión eficaz

Una pobreza que tiene enorme incidencia en los procesos educativos, también en los posteriores, en hábitos de vida en la edad adulta, por ejemplo.

Para fijar el marco, ¿qué es ser pobre?
Pau Mari-Klose. / Fotografía: Ferran Nadeu
Son las familias con ingresos equivalentes inferiores al 60% de la mediana de ingresos. Eso se ajusta por la composición del hogar (número de miembros y edades). Esta es la definición convencional de pobreza, que da un número, que en España es el 28%. 
Hay otros indicadores que dan otros números. La pobreza refleja situaciones de privación material que van asociadas a otros déficit (educativos, de capital social, es decir, la capacidad de tener entornos sociales donde puedes encontrar recursos o información). Estas situaciones en algunos casos son transitorias, pero en muchas son bastante permanentes. Esto no quiere decir que no se pueda escapar de la pobreza, muchas familias pasan vaivenes en su vida, pero buena parte del tiempo se encuentran en situación de desventaja económica, estén por debajo del umbral de la pobreza o justo por encima.

La pobreza no solo es problemática porque afecte a bienestar o rendimiento educativo de un niño o genere un problema sanitario, sino porque cuando ese niño sea adulto arrastrará problemas originados por la pobreza que vivió en la infancia. La probabilidad de que ese niño tenga problemas laborales o sanitarios es mayor. Un ejemplo muy ilustrativo es la obesidad infantil. 
Parece mentira, pero ahora los pobres son gordos en la infancia. La obesidad infantil puede ser un problema infantil —te llaman “gordo”, no puedes jugar al fútbol—, pero es fundamentalmente un problema porque es el principal indicador de la obesidad en la vida adulta. Y en la vida adulta es la causa de todo tipo de problemas sanitarios e influye mucho en la esperanza de vida. Aunque después de ser niño gordo en la infancia te vaya bien en la vida adulta, muchos no habrán dejado de ser adultos obesos que arrastran problemas ocasionados por la pobreza infantil. Podríamos pensar en otros ejemplos. A nivel educativo es muy descarado el tema: el fracaso educativo te condiciona la vida en los puestos de trabajo a los que vas a optar, los ingresos que vas a tener, etc.

Buena parte de sus estudios son sobre los procesos que llevan a situaciones de desventaja educativa, muchas veces relacionada con la pobreza. ¿Cuáles son estos procesos?
Un primer factor fundamental es la pobreza de las familias, que tiene efectos desde distintas perspectivas. Vivir situaciones de pobreza está asociado a privación económica que a su vez tien efectos sobre otras dimensiones del bienestar infantil. Pobreza significa, por ejemplo, viviendas inadecuadas, que muchas veces están relacionados con problemas sanitarios (humedades, malos aislamientos y riesgos sanitarios en forma de infecciones, hacinamientos, incremento de los días que pueden estar hospitalizados), que pueden estar en el origen de problemas educativos.

Los efectos de la pobreza también se producen en deterioros de los climas familiares. La pobreza se asocia al deterioro de las capacidades parentales, y eso puede tener efectos educativos, de retrasos cognitivos porque la implicación parental no es la más adecuada. En el tema de la pobreza los efectos son acumulativos. En un hogar con déficit de capital económico muchas veces habrá también déficit de capital educativo o cultural. Son hogares con padres con menos recursos educativos, menos capaces de estimular las capacidades de los niños en edades tempranas, de reconocer los talentos de los niños y cultivarlos. Hay menores expectativas sobre la trayectoria educativa de sus menores, del valor que la educación tiene para ellos, de menor capacidad de negociación con las escuelas (esto es un elemento detectado, las familias con menor nivel de capital cultural son menos capaces de negociar con un tutor por ejemplo que su hijo no repita un curso). Cuando los niños desfavorecidos llegan a la etapa de educación obligatoria, lo hacen con desventajas que les impiden progresar en la misma medida que sus compañeros. Si se añade los efectos de concentración espacial (los niños pobres viven rodeados de otros pobres y van a escuelas pobres), el efecto es acumulativo. Hay mucha evidencia que señala que en estos contextos donde se concentran niños que arrastran problemas sociales que traen al aula, el progreso educativo es mucho más difícil, la educabilidad se pone en juego. Los docentes no solo gestionan retos educativos, sino sociales. Mi aproximación a todas estas cuestiones es longitudinal. Las experiencias en las primeras etapas son fundamentales para entender qué pasa después. El fracaso escolar o abandono prematuro es imposible entenderlo sin experiencias acumulativas que se generan en la más tierna infancia.

¿La escuela está cumpliendo su papel de eliminar estas diferencias de origen y compensar las desventajas?
El sistema educativo en abstracto no lo está consiguiendo. Toda la evidencia señala que las brechas sociales al final del proceso educativo obligatorio son muy similares a las que se observan al principio. Los países que pueden seguir a los niños durante todo su recorrido educativo lo observan muy claramente. Aquí, con menos información, también lo vemos. La escuela ni es el instrumento meritocrático especialmente eficaz que se presupone (la idea de que en el sistema educativo avanzan los mejores) ni es un instrumento de inclusión eficaz. Más bien, reproduce las diferencias de origen. Eso no quiere decir que no haya escuelas o docentes que puedan tener ese efecto corrector. Pero hay estudios anglosajones que dicen que incluso las diferencias se amplían a lo largo del periodo escolar, de modo que los niños de origen desfavorecido que lo hacían bien en las primeras etapas, tras el ciclo educativo lo hacían peor, mientras los niños acomodados que lo hacen mal al principio a los diez años se han recuperado bastante. Es decir, la escuela rescata a los niños acomodados y perjudica a los que provienen de entornos desfavorecidos.
Voy a hacer un pequeño matiz. No necesariamente el efecto es de la escuela. También hay evidencia que muestra que más horas en la escuela ayuda a los niños desfavorecidos. O que estar fuera del periodo escolar los perjudica (los veranos, por ejemplo). 
El problema no es estrictamente la escuela sino que la escuela no opera sola. Determinadas influencias del entorno empujan a la escuela a ser productiva para los niños acomodados, pero cercena la posibilidad de que niños de entornos desfavorecidos salgan adelante.

Menciona aspectos que pueden corregir estas deficiencias. No vamos a hacer un plan director aquí, pero, ¿puede esbozar alguno?
Un niño en situación de pobreza vive en desventaja. En ese sentido, un elemento clave de inicio es corregir las situaciones de pobreza en la infancia, o atenuarlas al menos. Cuando tienes un país con un 28% de niños en situaciones de pobreza no puedes pretender los mismos resultados educativos que otro como Finlandia, que tiene menos del 10%. 
Un primer elemento entonces es atender estas situaciones con políticas de lucha contra la pobreza infantil o incluso ayudas directas. Un segundo elemento son escuelas infantiles de calidad y políticas que posibiliten el acceso a estas escuelas de colectivos desfavorecidos. España ha sufrido una gran explosión de la escuela infantil, el 0-3, pero no ha llegado a las familias que más se podrían beneficiar de ellas, las más desfavorecidas. Y más si son escuelas de calidad que producen lo que estos niños no tienen en casa, que es la estimulación cognitiva. Un tercer elemento es contener la segregación escolar. 
Hay efectos concentración de la pobreza que se producen en el barrio. También en la escuela, sobre todo si los centros no cuentan con suficientes recursos para hacer frente a estos retos. Una política en esa dirección también sería ayudar más generosamente a las escuelas que afrontan situaciones socioeconómicas más dificultosas: asegurar que el personal docente sea experimentado, que se pueda centrar en la atención específica a las situaciones sociales problemáticas que pueda encontrarse, que conozca dinámicas pedagógicas que ayuden a estos estudiantes (competencias no cognitivos: cómo inculcarles motivación, perseverancia, paciencia). 
Otro elemento obligatorio que mencionar porque las brechas son enormes a nivel socioeconómico es la repetición. Somos un país que hace repetir mucho, esto es conocido, pero no repite todo el mundo, repiten los estudiantes desfavorecidos. A los 15 años ha repetido un 53% de los estudiantes del cuartil más desfavorecido mientras solo lo ha hecho un 8% de los acomodados. Acercar estas cifras es imperativo, somos una anomalía total. Hay todo tipo de intervenciones, a nivel pedagógico también.

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¿Nos estamos preocupando poco como sociedad del fenómeno de la pobreza infantil?
El gran salto es entre la preocupación y poner los medios. La preocupación que aparece en los medios de comunicación acaba incluso expresándose en los programas políticos o hasta en los pactos que firman los partidos. En las últimas dos negociaciones entre PSOE-Cs y entre PP-Cs para presentar una alternativa de Gobierno, en los dos casos se reconoció el grave problema de pobreza infantil y se comprometió una gran cantidad de recursos para hacerle frente. El problema es que cuando llega el momento de negociar los Presupuestos Generales del Estado esto no acaba de concretarse. Los 2.000 millones de euros que comprometieron el PP y Ciudadanos al final se quedaron en ciento y pico, que desglosados ni siquiera van a la infancia y acaban en los refugiados, por ejemplo. 
En el último momento los actores que tienen que negociar los presupuestos se olvidan de la importancia del problema y atienden otras consideraciones, quizá a quién pueden contentar y a quién descontentar y con esto de los niños quizá te puedas permitir el lujo de no ponerlo en primera línea porque en el fondo no vas a descontentar a mucha gente.

Sorprende esta afirmación, porque uno diría que un 28% de las familias con hijos sí es mucha gente.
Suena a mucha gente, pero esa gente no se identifica como familias con niños pobres. Se identificarán como catalanes, trabajadores, como consumidores o como familias con un dependiente en casa, pero no con familias con niños que necesitan una determinada atención hacia los niños. Son grupos que no tienen a nadie que les defienda como colectivo. Los trabajadores tienen a los sindicatos, los independentistas a los partidos políticos nacionalistas… El tema de los niños queda más relegado porque no tienen esas asociaciones bandera que puedan defenderlos. 
Esta situación está mejorando bastante porque hoy en día sí hay un Save the Children o Unicef que pueden jugar ese papel, pero aún quedan relegados en el último momento, en el proceso de negociación. Todos los partidos se apuntan al “hay que ocuparse de los niños” a nivel programático, pero no parecen traducirlo después

*.- Pau Marí Klose,  Profesor de Sociología en la Universidad de Zaragoza, es toda una autoridad cuando se habla de pobreza infantil. Aunque empezó estudiando a los jóvenes, este profesor de Sociología de la Universidad de Zaragoza rápidamente pasó a los más pequeños. 
Se le nota la pasión y el conocimiento al contestar las preguntas. Enlaza temas, ofrece datos, cita estudios. 
En los más de diez años que ha dedicado al tema, ha averiguado que la pobreza es mucho más que falta de dinero, que es una situación de la que es difícil salir y que, desde luego, la escuela no acaba de ayudar.

Yo nena, yo princesa. Luana, la niña que eligió su propio nombre.

Gabriela Mansilla.

Este libro es  "... un testimonio extraordinario de una lucha por el reconocimiento de la diferencia y el derecho a la identidad, que logró, entre otras cosas, que por primera vez en el mundo un Estado reconociera la identidad de género asumida por una niña pequeña (...) esa lucha corrió los límites de los saberes y las prácticas profesionales, y también de las políticas que se despliegan sobre la infancia.” (extraído de la presentación institucional de la Universidad Nacional General Sarmiento)

Fuente