¿Son dependientes los beneficiarios de la asistencia social?
Conceptos, medición y resultados para países seleccionados.
Immervoll, H., et al.,
Are recipients of social assistance ‘benefit dependent’?
Concepts, measurement and results for selected countriles.
Serie: OECD Social, Employment and Migration Working Papers n. 162,
París,
Organisation for Economic Co-Operation and Development, 95 p.,
2015.
Para algunas familias, las prestaciones económicas que garantizan
unos ingresos mínimos son determinantes a la hora de prevenir
situaciones de pobreza. Estas ayudas económicas constituyen, desde hace
años, uno de los pilares de los sistemas de bienestar europeos. Siempre
ha existido un debate sobre estas prestaciones, pero con la llegada de
la crisis económica están más que nunca en el punto de mira. En primer
lugar, porque, a consecuencia de la crisis, su uso ha aumentado, y por
otra parte, porque se han acentuado las exigencias de control del gasto
destinado a ayudas económicas.
En el foco de atención, se encuentran aquellas personas que
supuestamente hacen un uso fraudulento de estas prestaciones. Otra de
las críticas dirigidas hacia estas ayudas sociales consiste en que, en
algunos casos, la dependencia hacia ellas ‘se cronifica’,
desincentivando de esta manera la inclusión laboral de los perceptores.
Esta última cuestión podría llegar a poner en entredicho las ayudas
sociales, y es lo que suscita el interés de los autores de este
informe.
Para describir la dinámica de uso de dichas prestaciones, se analiza,
en primer lugar, en qué medida los usuarios reciben y dejan de percibir
las prestaciones económicas durante un periodo determinado. En esta
primera parte de la investigación, se comparan ocho países: Alemania,
Canadá, Letonia, Luxemburgo, Noruega, los Países Bajos, el Reino Unido y
Suecia. El uso más prolongado de estas ayudas se encuentra en
Luxemburgo y los Países Bajos, mientras que Letonia, Noruega y Suecia
presentan los porcentajes más elevados de personas que a lo largo de un
año dejan de percibir las ayudas económicas.
En segundo lugar, se estudia la duración de los periodos durante los
que se reciben ayudas sociales en Letonia, Luxemburgo, Noruega, los
Países Bajos y Suecia. En Letonia, Noruega y Suecia, las ayudas se
perciben durante una media de 2-3 meses, mientras que el periodo medio
de percepción en los Países Bajos y Luxemburgo es bastante más largo, de
9 y 15 meses, respectivamente. No obstante, los resultados del análisis
también ponen de relieve que mientras que las ‘recaídas’ son bastante
frecuentes en Letonia, Noruega y Suecia, constituyen un fenómeno poco
frecuente en los Países Bajos y Luxemburgo. Los autores observan, sin
embargo, una gran heterogeneidad en el uso que se hace de las
prestaciones económicas, por lo que la media no siempre es un buen
indicador del uso real.
La última parte del estudio se dedica a estudiar en qué medida
percibir ayudas sociales durante un periodo constituye un factor de
riesgo para llegar a percibir prestaciones económicas en el
futuro. Parece claro, indican los autores, que recibir ayudas un año
determinado aumenta considerablemente el riesgo de hacerlo también
durante el siguiente. Este hecho sugiere que podría haber personas
‘dependientes’ de la asistencia social.
No obstante, los autores señalan
que, en este contexto, es necesario tener en cuenta el perfil de
quienes de manera repetida recurren a las prestaciones económicas: si
estas personas reúnen características tales como, por ejemplo, tener un
nivel educativo bajo, o ser madre o padre monoparental, no se podría
hablar de facto de una dependencia. La dependencia a largo plazo de los
sistemas de protección social se produce, según los autores, cuando el
propio sistema provoca, de alguna manera, esa supeditación.
La
sobrerrepresentación de determinados colectivos entre los usuarios de
las ayudas sociales no debe entenderse, por tanto, como un signo de
dependencia, sino como un indicador de que existen grupos poblacionales
con mayores necesidades de ayuda que otros.
Por ello, el informe
concluye subrayando la importancia de recopilar información sobre el
perfil de los usuarios que permanecen largos periodos como perceptores
de ayudas sociales. Únicamente actuando de esta manera es posible
diseñar un sistema de protección social que, por un lado, proteja a los
ciudadanos de situaciones de pobreza y, en segundo lugar, promueva la
inclusión laboral de los colectivos más vulnerables ante el desempleo.