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El maltrato y la exposición a violencia familiar

El objetivo principal de este estudio es mostrar, por primera vez en España, la prevalencia de violencia por parte de los padres, madres o cuidadores principales en una muestra representativa de chicos y chicas escolarizados en nuestro país, para así ofrecer un marco sólido y riguroso a partir del cual desarrollar propuestas de actuación realistas y basadas en la evidencia, que permitan intervenir ante este grave problema social.


UNICEF España

Noemí Pereda Beltran

Alba Águila Otero

Laura Andreu Batalla

Grupo de Investigación en Victimización Infantil y Adolescente (GReVIA)

Universidad de Barcelona

2025



En cuanto a la diferencia entre "violencia" y "maltrato", a efectos de este informe se considera violencia el uso intencionado de la fuerza o el poder para causar un perjuicio a un niño o niña en su salud, supervivencia, desarrollo o dignidad. Mientras que maltrato refiere a una situación de violencia que por su intensidad o frecuencia causa un daño especialmente elevado. Se utilizan ambos términos para ilustrar las diferentes situaciones que sufren los niños, niñas y adolescentes.


La mayoría de las situaciones de violencia contra la infancia y la adolescencia suceden en los entornos cotidianos y en sus relaciones de confianza y proximidad, muchas veces quienes tienen el deber de protegerles y cuidarles1. UNICEF calcula que aproximadamente 3 de cada 4 niños y niñas de entre 2 y 4 años (alrededor de 300 millones en todo el mundo) son disciplinados regularmente de forma violenta por parte de sus padres y cuidadores.


No es fácil conocer lo que sucede en el interior de un hogar. La tolerancia hacia modelos de crianza humillantes o violentos y un mal entendido respeto a la privacidad, dejan solos a niños, niñas y adolescentes frente al maltrato. Es difícil entender para ellos que ciertos comportamientos y patrones de relación no son aceptables, y a veces los resultados cuando se deciden a hablar o pedir ayuda no son los esperados. Pueden no ser creídos, sus vivencias y dolor pueden ser minimizados, y, en los casos en los que se inicia una investigación, los largos y complejos procesos les acarrearán una dolorosa revictimización.


Atender a las víctimas significa que hemos llegado demasiado tarde. Por ello desde UNICEF impulsamos la construcción de entornos seguros y protectores para todos los niños, niñas y adolescentes, con adultos conscientes de su papel protector y capacitados para prevenir, detectar y actuar frente a situaciones de abuso o violencia.


Porque toda violencia hacia la infancia es prevenible, y ninguna forma de violencia o abusos hacia niños, niñas y adolescentes es tolerable.


Índice

  1. Justificación y marco del estudio 4
  2. Metodología 8
    1. Participantes 8
    2. Cuestionario 8
  3. La prevalencia del maltrato y la exposición a violencia familiar en España 10
  4. Quiénes ejercen la violencia 20
  5. Propuestas 22
  6. Anexo 27
  7. El procedimiento 27
  8. El análisis de datos 28
  9. Los aspectos éticos 28
  10. Protección de datos 29


ACCESO AL DOCUMENTO (PDF)

El Informe Mundial sobre la Trata de Personas de 2024 de la UNODC

Este último informe de UNODC sobre el tráfico revela una tendencia preocupante:
el número de niños víctimas ha aumentado un 31 % en 2022 desde 2019.

La trata de niños también está aumentando en los países de altos ingresos, con frecuencia con la participación de niñas objeto de trata con fines de explotación sexual.

 El Informe Mundial sobre la Trata de Personas de 2024 de la UNODC (acceso al informe) es el octavo de este tipo que la Asamblea General ha encargado a través del Plan de Acción Mundial de las Naciones Unidas para Combatir la Trata de Personas de 2010. 


Esta edición del Informe Mundial ofrece una instantánea de los patrones y flujos de trata a nivel mundial, regional y nacional. Abarca 156 países y ofrece una visión general de la respuesta a la trata de personas mediante el análisis de los casos de trata detectados entre 2019 y 2023. Esta edición del Informe se centra principalmente en las tendencias de detecciones y condenas que muestran los cambios en comparación con las tendencias históricas desde que la UNODC comenzó a recopilar datos en 2003 y tras la pandemia de COVID-19.

Fapmi-ECPAT España pone en marcha la ‘Red de buentrato para la promoción de los derechos de la infancia y la adolescencia frente a la violencia’

La Red de buentrato es una iniciativa colaborativa liderada por fapmi-ECPAT España que pretende reunir a las y los agentes vinculados con la protección a la infancia y la adolescencia (instituciones públicas, organizaciones de la sociedad civil, entidades privadas, profesionales, niños, niñas y adolescentes) con el objetivo de prevenir violencias y promover el buentrato en todos los entornos donde niños, niñas y adolescentes se desarrollan.


Fapmi

Dic 18, 2024


El objetivo fundamental es construir una cultura de respeto y protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes, fomentando el trabajo conjunto entre actores clave que favorezca la creación de entornos seguros y protectores para las personas menores de edad.


En la actualidad, la violencia hacia las personas menores de edad sigue siendo un desafío global que afecta a niños, niñas y adolescentes en diversos contextos. A pesar de los avances legislativos y la implementación de iniciativas de prevención, los datos muestran que una cantidad alarmante de personas menores de edad sigue siendo víctima de múltiples formas de violencia. Igualmente, siguen produciéndose aumentos significativos, año tras año, en el número de personas menores de edad atendidas en el sistema de protección.


Se puede concluir, por tanto, que estamos ante un grave problema social y de salud pública que tiene importantes consecuencias para el correcto desarrollo de niñas, niños y adolescentes. Además, es una problemática multicausal y polifacética que debe abordarse de manera integral para su prevención y erradicación.


La Red de buentrato lanzada por fapmi-ECPAT España funciona como una plataforma de articulación multisectorial que pretende impulsar acciones concretas en áreas como la prevención de la violencia, la promoción de prácticas de buentrato y la sensibilización social, promoviendo una sociedad comprometida con el pleno desarrollo de niños, niñas y adolescentes y libre de violencia.


¿Cómo funciona la Red de buentrato?


Esta iniciativa pretende promover un conjunto diverso de actividades orientadas a la prevención de la violencia, la promoción de prácticas de buentrato y la sensibilización social. Dichas actuaciones están diseñadas para maximizar la participación de los miembros de la Red, fomentar la innovación y generar un impacto sostenible en la sociedad.


Desde fapmi-ECPAT España, como entidad promotora y coordinadora de la Red de buentrato, se proporcionarán una serie de servicios clave para apoyar y fortalecer a los y las miembros de la misma en su labor de prevención y promoción del buentrato.


¿Quién puede formar parte de la Red de buentrato?


Esta red está abierta a la participación de todas y todos los actores sociales, así como particulares comprometidos con la promoción del buentrato y la prevención de la violencia hacia la infancia y adolescencia.


Más información en:

 

Violento secuestro de niños árabes-judíos en Israel. Manfred Liebel, Revista Sociedad e Infancias 8(2) 2024.

Un estudio histórico sobre la dinámica intergeneracional de la opresión y la resistencia.

Manfred Liebel
Investigador independiente
Ediciones Complutense, UCM
Revista Sociedad e Infancias 8(2) 2024

Resumen
En los años de fundación del Estado de Israel, numerosos niños judíos que emigraron a Israel con sus padres desde países árabes, especialmente Yemen, fueron secuestrados y desaparecieron. Algunos de estos niños fueron adoptados por personas de Europa y Estados Unidos, mientras que otros permanecieron desaparecidos. El artículo reconstruye los esfuerzos por esclarecer el destino de estos niños. La desaparición de los niños se analiza en el contexto del mito fundacional sionista y de la génesis colonial del Estado de Israel y se interpreta como una forma temprana de biopolítica con connotaciones racistas. Se presta especial atención a las consecuencias traumáticas de esta práctica para las personas afectadas y la psicoestructura de la sociedad israelí. Por último, se plantea la cuestión de cómo la joven generación actual de descendientes de inmigrantes está asumiendo la historia de sus antepasados y qué consecuencias podría tener para la futura identidad de la sociedad israelí y su posicionamiento entre “Occidente” y “Oriente”.
El caso del secuestro violento de niños que aquí se analiza puede entenderse como una forma de colonización de la infancia (Ashcroft, 2001; Cannella y Viruru, 2004; Liebel, 2016; 2020). 
No se limita a la crianza o asimilación ideológica de los niños, sino que se extiende a formas de disciplinamiento, exclusión, opresión e incluso genocidio o “ideocidio”. Los niños también pueden verse afectados por la persecución sistemática, el maltrato o la desnaturalización, o incluso “ser hechos desaparecer”. 
En este artículo, reconstruyo los esfuerzos por arrojar luz sobre un acontecimiento histórico poco conocido: la desaparición de niños judíos de países árabes en los años fundacionales del Estado de Israel. Sin embargo, no me conformo con reconstruir el caso, sino que también me gustaría preguntar cómo afrontan las generaciones posteriores la experiencia de sus antepasados y si de ella surgen nuevas formas de resistencia. 
Con ello espero contribuir también a encontrar salidas a la marginación y devaluación etnonacionalistas y a la consiguiente reproducción del odio entre personas que se experimentan mutuamente como extranjeras o incluso hostiles. En vista del horror cotidiano de los niños expuestos a una violencia militar mortal y traumatizante, especialmente en la Franja de Gaza (véase Wells et al., 2024), esta cuestión reviste una urgencia especial.



La Revista Sociedad e Infancias es una publicación de la UCM (Ediciones Complutense), que se gestiona por iniciativa y recursos de la Asociación GSIA.


La revista Sociedad e Infancias, para fomentar el intercambio global del conocimiento, facilita el acceso sin restricciones a sus contenidos desde el momento de su publicación en la presente edición electrónica, y por eso es una revista de acceso abierto. Los originales publicados en esta revista son propiedad de la Universidad Complutense de Madrid y es obligatorio citar su procedencia en cualquier reproducción total o parcial. Todos los contenidos se distribuyen bajo una licencia de uso y distribución Creative Commons Reconocimiento 4.0 (CC BY 4.0). Esta circunstancia ha de hacerse constar expresamente de esta forma cuando sea necesario. En la web puede consultar la versión informativa y el texto legal de la licencia.

Llegar antes que el daño: presentamos la guía de prevención de la violencia contra la infancia

Con un minuto de silencio por las víctimas de la DANA: así arrancó el VI Congreso de Ciudades Amigas de la Infancia, que se celebró los días 30 y 31 de octubre en Toledo. Unidos desde UNICEF al dolor de las víctimas de la tragedia, arrancamos la sexta edición de nuestro congreso bianual que este año, con el lema Lleguemos antes que el daño, reunió a más de 400 expertos y figuras políticas para explorar experiencias y buenas prácticas en torno a la prevención de la violencia.



unicef

Ciudades Amigas de la Infancia

04/11/2024



Lara Contreras, directora de Influencia, Programas y Alianzas en UNICEF España, modera la mesa con Mariam, Iria, Amnah y Pablo, de consejos de participación, María Purificación Tortuero, alcaldesa de Alovera, y Coral Rodríguez Duque, concejala de Puertollano. @UNICEF España/Fran Ferrer
El encuentro fue el escenario para la presentación de nuestra guía para gobiernos locales, un modelo desarrollado tras tres años de investigación aplicada e innovación social en el marco del proyecto piloto de prevención desde lo local, que hemos impulsado junto a 10 municipios con un objetivo: abordar la violencia antes de que ocurra.


Una mirada a la violencia contra la infancia

 

A pesar de los progresos, millones de niños y niñas sufren violencia en el mundo, recuerda Kendra J. Gregson, asesora de protección de UNICEF América Latina y Caribe: “Sucede en el hogar, escuelas, internet, campos de juego y lugares de trabajo. El impacto de la violencia sea del tipo que sea es profundo y puede durar toda la vida, trasmitiéndose incluso de generación en generación”.


El presidente de UNICEF España, Gustavo Suárez Pertierra, advierte sobre los efectos negativos de los desafíos recientes, como la pandemia, los conflictos y la crisis climática, que han revertido algunos avances en derechos infantiles. “En las últimas décadas logramos avances, pero el estacancamiento y retroceso nos interpela a toda la humanidad y nos obliga a tomar impulso”. Especifica que son necesarias las políticas de alcance en todos los planos, también local, y convertir en protagonista a la infancia.


En España, entre el 83 y 91% de los niños, niñas y adolescentes han experimentado violencia. A menudo, a manos de personas de su confianza y entorno. Mª Ángeles Espinosa, directora de IUNDIA, pone la violencia contra la infancia en cifras y recuerda que solo el 10% de los casos se denuncian. “Está fallando la protección de los niños y niñas. Hay que actuar desde la prevención, creando entornos seguros y protectores”, dice, y recuerda que es una responsabilidad compartida.


El modelo de UNICEF España plantea crear entornos seguros y protectores en cada municipio mediante políticas y acciones específicas. Son imprescindibles para garantizar la prevención porque generan un clima de buen trato y establecen mecanismos de detección precoz.


Una responsabilidad compartida

 

Para conocer el marco legal, contamos con Clara Martínez García, profesora agregada de la Facultad de Derecho de la Universidad Pontificia Comillas (ICADE): “Antes de la LOPIVI [Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia], nuestro modelo era sancionador y ponía el foco en el agresor. Era ineficiente”. La LOPIVI, sin embargo, tiene un enfoque preventivo y reconoce que la protección infantil es una responsabilidad compartida por todas las administraciones y por la sociedad, fomentando políticas activas de prevención a nivel local, explica.


Liliana Marcos Barba, asesora del Gabinete de la Secretaría de Estado de Derechos Sociales del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, presenta la estrategia estatal de desinstitucionalización, dirigida entre otros colectivos a los chicos y chicas del sistema de protección, centrada en su interés superior. Añade que es necesaria una cultura del acogimiento y fortalecer servicios sociales de base.


Sin embargo, son las entidades locales, como administración más cercana a la población infantil y adolescente, quienes juegan el papel fundamental a la hora de prevenir y detectar situaciones de violencia. Luis Martínez-Sicluna, Secretario General de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), recalca que los gobiernos locales deben estar en primera línea en la lucha contra la violencia infantil, integrando la participación de la infancia en la agenda política.


Además, Ángel Parreño, socio fundador de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, destaca la importancia de ver la violencia desde una perspectiva multidimensional y con un enfoque comunitario.


Participación de la infancia

 

La participación de los propios niños, niñas y adolescentes ha sido clave en todas las fases del el proyecto. Silvia Casanovas Abanco, responsable de Políticas Locales de Infancia de UNICEF España, muestra los hallazgos del diagnóstico del modelo de protección; entre ellas, ciertas percepciones que tienen los niños y niñas y las familias, como la alta tolerancia al castigo físico, o la asociación de la violencia contra la infancia con el bullying y no con otras formas ejercidas por adultos.


Iría, Miriam, Pablo y Amnah, de los consejos de participación infantil de Alovera y Puertollano, comparten sus percepciones sobre violencia o qué es un espacio inseguro. “La visión de la violencia que tenemos es diferente a la de los adultos”, confirma Pablo, de 12 años. “Nuestros entornos son diferentes, no convivimos con las mismas personas. Tenemos una visión


Amnah pone un ejemplo: violencia “puede ser una publicación racista en redes, un meme o un comentario que ridiculice a minorías étnicas o religiosas. Yo tengo derecho a ver las redes sin sentirme atacada. Muchas veces ese contenido lo generan los adultos”.


María Purificación Tortuero, alcaldesa de Alovera, y Coral Rodríguez Duque, concejala de Puertollano, cuentan cómo han trabajado en sus municipios con los grupos motores de profesionales y de infancia. Los chicos y chicas, finalmente, recomiendan iniciativas de prevención como charlas en los centros educativos impartidas por ellos y ellas, para crear conciencia desde una perspectiva realista sobre sus vivencias.


Un modelo adaptable y sostenible

 

El modelo de UNICEF España nace gracias a la colaboración de equipos técnicos y multidisciplinares de 10 municipios que participaron en un proyecto piloto. A través de estrategias y acciones concretas, cada municipio podrá adaptar y aplicar un plan de prevención según su propia realidad, promoviendo así una cultura de buen trato y protección a la infancia.


Paola Bernal, especialista en políticas de infancia de UNICEF España, y José Antonio Rubio, coordinador técnico del proyecto de prevención de la violencia de UNICEF España, presentan esta propuesta y comparten un resumen de la guía. Esta contiene los nueve pasos para implementar el modelo, que se representan en un círculo de mejora continua, que parte de un análisis de las condiciones previas con las que cuenta el municipio para abordar el diagnóstico, planificación, seguimiento, evaluación y planificación de una estrategia de prevención de la violencia contra la infancia a nivel local.


Las tres estrategias propuestas a los municipios, tanto de prevención primaria como secundaria, tienen aterrizajes prácticos: sensibilizar, involucrar a la comunidad infantil y asegurar un entorno comunitario seguro y protector.


La guía incluye una estimación del coste de la implementación para municipios dependiendo de su tamaño, además del beneficio, también económico. De acuerdo a este análisis, a partir del año 11 de implementación, en todos los escenarios analizados se empieza a identificar un ahorro de recursos públicos.


“Prevenir significa reducir institucionalización. No solo hablamos de derechos de infancia y marco legal, sino que en algunos casos podemos estar reduciendo los recursos públicos destinados a la protección. Llegamos antes que el daño, que es fundamental para evitar consecuencias a todos los niveles en la vida de niñas, niños y adolescentes, cumplimos con la Ley y se ahorra presupuesto”, dice Bernal.


Patricia Pérez, técnica de evaluación y evidencias de UNICEF España, y Luis Miguel Morales, consultor en Políticas Públicas de Red2Red, exponen los resultados de una evaluación que mostró los beneficios a medio y largo plazo, en los municipios participantes en el proyecto piloto. Morales destaca que el modelo ya está generando cambios positivos en los municipios “tanto en los y las profesionales implicados en el proyecto como, a escala general, cambios transversales: generando lazos de comunicación entre diferentes áreas que antes no estaban tan conectadas, coordinación y ruptura de estereotipos, como el miedo a notificar”.


Además, Morales presentó el análisis de coste-beneficio en municipios de diferente tamaño, donde “veíamos que si reducimos los casos de desprotección moderados y graves reducimos la oportunidad de que esos casos se institucionalicen y cronifiquen y acaben convirtiéndose en situaciones de acogimiento familiar o residencial”. Esto lleva, de manera especialmente directa en los municipios medianos y grandes, a reducciones de costes a nivel de las Comunidades Autónomas. En los pequeños, de menos de 20.000 habitantes, con cambios en algunas variables, como por ejemplo, la suma de esfuerzos a nivel de las diputaciones. En ambos casos, el resultado es positivo.


Seguidamente, para conocer herramientas para el trabajo de prevención de la violencia, Javier de Frutos González, subdirector de Familia, Educación, Cultura y Deporte del Área de Políticas Sociales de la FEMP, habla de la colaboración entre la fundación y el Ministerio Agenda 2030 para hacer que la parentalidad positiva se integre en las políticas locales de apoyo a las familias, y Blanca De Cominges Sureda presenta el programa ‘Somos voz’ y la herramienta Hemerri, de detección y clasificación de posible riesgo de maltrato a niños y niñas de centros, creada por y para profesionales. 


Hagamos que la protección de los niños y niñas contra la violencia sea una prioridad

Cada día, muchos millones de niños y niñas de todo el mundo sufren violencia en su hogar y su entorno, en escuelas  y en zonas afectadas por conflictos. Esta realidad es inaceptable. Todos los niños y niñas tienen derecho a vivir en un mundo en que se sientan respetados y estén protegidos y seguros, y es responsabilidad nuestra que este derecho sea una realidad. 


Organización Mundial de la Salud

Por Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS  

Sra. Catherine Russell, Directora Ejecutiva del UNICEF

Sra. Najat Maalla M’Jid, Representante Especial del 

Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños

6 de noviembre de 2024



Como coanfitriones de la primera Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra la Niñez, instamos a los mandatarios a visualizar ese mundo y actuar con el convencimiento de que alcanzar este Objetivo de Desarrollo Sostenible no es una mera aspiración, sino una realidad factible.  


A través de la Agenda 2030, los mandatarios se comprometieron a crear un mundo donde los niños y las niñas crezcan libres de violencia. En consonancia con la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, los gobiernos establecieron las primeras metas mundiales para poner fin a todas las formas de violencia contra la niñez. Con todo, a menos que aceleremos nuestros esfuerzos, nos arriesgamos a no cumplir estas metas y, lo que es más importante, a defraudar a los niños y las niñas del mundo. 


Cada año, más de la mitad de los niños del mundo son víctimas de violencia –más de mil millones de niños y niñas– una estadística que expone nuestro fracaso colectivo en la protección de nuestros ciudadanos más vulnerables. Esta violencia se manifiesta de muchas formas: una bofetada en la cara en casa o en la escuela, amenazas mortíferas en las calles, abusos de familiares del círculo de confianza, los horrores de la guerra, la agresión sexual de un entrenador, un ciclo de desatención y una avalancha de abusos en línea. Estos niños y niñas viven con miedo constante y la esperanza de un mañana mejor.  


Las consecuencias de esta violencia son profundas y duraderas, ya que hay una fuerte correlación entre la violencia en la niñez y mayores riesgos de sufrir enfermedades mentales, mala salud y problemas sociales. Los niños y niñas que son víctimas de violencia en el hogar son especialmente vulnerables a diversas formas de explotación, especialmente en el mundo virtual. 


Es crucial reconocer que la violencia que afecta hoy a mil millones de niños y niñas socavará mañana la salud, la prosperidad y la estabilidad de nuestras sociedades. Esta violencia conlleva costos sociales y económicos catastróficos, y erosiona todas las inversiones en la educación de los niños y niñas, su salud mental y su bienestar físico.  


No es posible alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible sin reducir drásticamente la violencia que cada año sufren más de la mitad de los niños y niñas. 


La buena noticia es que sabemos lo que funciona. Somos la primera generación que entiende las soluciones para prevenir la violencia contra la niñez y tenemos la responsabilidad de actuar. Desde promover la parentalidad positiva y romper el ciclo de la violencia familiar hasta garantizar entornos de aprendizaje seguros en las escuelas y equipar al personal de primera línea para proteger a los niños y niñas que se encuentran en situaciones de alto riesgo. Existen estrategias eficaces. En nuestro mundo cada vez más virtual, es posible integrar la protección desde el principio, con soluciones costoeficaces adaptadas al contexto de cada gobierno.  


Cuando se aplican correctamente, estas estrategias de eficacia probada siguen dando resultados. Países de todas las regiones y niveles de ingresos han logrado reducir la violencia de manera significativa y sostenida, hasta el 50% a corto y medio plazo. La prevención a largo plazo resulta más eficaz, y rentable, que afrontar las secuelas de los traumas.


Sin embargo, aún no se ha aprovechado la oportunidad –ni se ha asumido la responsabilidad– para proteger a todos los niños y niñas. Los avances son irregulares y la respuesta a nivel político no se corresponde con la escala del problema.


Pronto tendremos una oportunidad para impulsar el cambio transformador necesario. Esta semana, los gobiernos de Colombia y de Suecia, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud, el UNICEF y la Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños, organizarán en Bogotá la primera Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra la Niñez. Este evento histórico reunirá a más de 130 gobiernos, 90 ministros y diversos representantes de la infancia, la juventud, los supervivientes, las instituciones académicas y entidades filantrópicas, y ha de suponer un punto de inflexión.


La repercusión de esta Conferencia depende tanto de los asistentes como de los compromisos concretos que se asuman para aumentar la aplicación de soluciones, propiciar cambios en las políticas e incrementar la inversión de forma proporcional al problema.


Ha llegado el momento de actuar con firmeza  para lograr avances decisivos en favor de los mil millones de niños y niñas que cada año son víctimas de violencia. Debemos dar prioridad a la financiación y la aplicación de soluciones basadas en pruebas. Los niños y las niñas deben sentirse seguros y protegidos en el hogar, en su entorno, en la escuela y en línea, y debemos comprometernos a que todos los niños y niñas que sean víctimas de violencia tengan acceso a los servicios de apoyo necesarios.


Tenemos que tomar una decisión. Como dijo Nelson Mandela hace ya 20 años en la presentación del primer informe sobre la violencia contra la niñez, «la seguridad y la protección no llegan por sí solas; son el resultado de un consenso colectivo y de la inversión».

En cierto modo, la decisión de proteger a nuestros ciudadanos más vulnerables es la más sencilla de tomar. Debemos asegurarnos de que todos los niños y niñas gozan de protección e invertir en nuestro futuro. La Conferencia Ministerial de esta semana brinda la oportunidad de que todos los gobiernos confirmen que su prioridad es proteger a la niñez frente a la violencia.