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¿Crisis para quién? Perspectivas globales críticas sobre infancia, cuidados y migración. Libro.

Crisis for Whom?
Critical global perspectives on childhood, care, and migration

UCL PRESS.


La niñez ocupa un lugar central en las narrativas omnipresentes de las "crisis migratorias". 
A menudo ésta es representada como esencialmente vulnerable y necesitada de protección especial, como sospechosamente parecida a los adultos, o como una amenaza para las fronteras nacionales. 
Al mismo tiempo, existen muchas voces, experiencias e historias que rara vez son escuchadas, especialmente aquellas que hablan sobre las infancias en movimiento dentro del Sur global. 
'Este libro bilingüe, escrito en inglés y español, desafía las narrativas simplistas para enriquecer nuestra perspectivas y comprensión. Basada en colaboraciones entre jóvenes (in)migrantes, investigadores, artistas y activistas, esta publicación plantea nuevas preguntas sobre cómo se producen las crisis, cómo se controla la movilidad y cómo se conceptualiza a la infancia y la niñez. 
Las respuestas a estas preguntas tienen profundas implicaciones para la distribución de recursos, la infraestructura y las prácticas de cuidado. 
Las y los autores ofrecen perspectivas que surgen de diversos contextos globales, construyendo un rico y detallado tapiz sobre la (in)movilidad infantil. Destacan que niñas y niños son mucho más que simples receptores de cuidados y que las crisis que enfrentan son múltiples y estratificadas, con profundas raíces históricas. 
Se invita a las/os lectoras/es a entender la migración como un acto de concientización y amor, y a poner atención en cómo se entienden y forjan las solidaridades entre ciudadanos y aquellos que son percibidos como “otros”; entre adultos y niñas/os, y entre las/os niñas/os mismas/os.

Última llamada, Call For Papers, Volumen 7(1) 2023, de la revista Sociedad e Infancias, 1 de marzo.

 RECORDATORIO CALL FOR PAPERS VOLUMEN 7(1)  SOCIEDAD E INFANCIAS


Recordamos que se encuentra abierto el plazo de recepción de los trabajos 
para el primer número de la revista de 2023 dedicado al tema:
  
LA INFANCIA MIGRANTE COMO NUEVO ACTOR GLOBAL.

SOCIEDAD E INFANCIAS, 
a través de esta llamada, invita a las autoras y los autores a aportar sus más recientes contribuciones a la comprensión del fenómeno migratorio en tanto en cuanto afecta 
la situación presente y futura de esas infancias.

 La fecha límite para el envío de contribuciones es el próximo 1 de marzo de 2023

Toda la información sobre el mismo. Pueden consultar las normas para el envío de trabajos: https://revistas.ucm.es/index.php/SOCI/about/submissions#authorGuidelines




Según datos ofrecidos por UNICEF (2020) en 2019, 33 millones de niños (población menor de 18 años) eran migrantes internacionales. Esto equivale a decir que 1 de cada 8 migrantes era una persona niña. La presencia de la población infantil y adolescente en los flujos de migraciones internacionales es un fenómeno en el que se observa un incremento, prácticamente año tras año. Se trata de niños, niñas y adolescentes que se desplazan de un lugar a otro por guerras o desastres naturales y se transforman en solicitantes de asilo o protección internacional; atraviesan fronteras acompañando a sus madres, padres o tutores legales, o de manera autónoma, afrontando solos el periplo o en redes vecinales o con personas de su misma edad, así, se convierten en actores de su propio proyecto migratorio. El asentamiento en otro país supone el acceso a mayores oportunidades, prestaciones del estado de bienestar y/o la superación de situaciones de vulneración de derechos experimentadas en el suyo propio. La literatura también menciona a quienes quedan en los lugares de origen como dejados atrás (left behind), ya que igualmente crecen bajo la influencia de una cultura migratoria.

Se ha constatado que las niñas, los niños y las y los adolescentes expresan su participación de diversas maneras en los procesos migratorios, ya sea personales, familiares y colectivos. Por ejemplo, manejan información clave (fechas, destinos, etc.) en torno a la movilidad y, en ocasiones, las personas adultas les preguntan su opinión e, incluso, pueden llegar a tomar decisiones cruciales sobre la travesía. Las formas de acción social llevadas a cabo por la niñez y juventud migrante tienen sus propias particularidades y deben ser abordadas desde perspectivas apropiadas.

La situación de los niños, niñas y adolescentes migrantes plantea numerosos desafíos para las políticas migratorias de los estados, que están obligados a cumplir las normas legales (nacionales e internacionales) y los compromisos adquiridos en orden a garantizar los derechos humanos de las personas menores de edad.

Los estudios sociales de infancia han tenido un papel relevante a la hora de cuantificar el fenómeno de las migraciones infantiles y juveniles, así como en caracterizar las percepciones y las expectativas, los sentimientos y las acciones llevadas a cabo por niños, niñas y jóvenes que participan en los procesos migratorios globales.

Puede encontrar más información sobre la planificación de las llamadas en 2023 y 2024:   https://revistas.ucm.es/index.php/SOCI/announcement/view/480


«En movimiento»: Un pódcast sobre infancias y adolescencias en contexto de movilidad humana.

 La Asamblea General de Naciones Unidas proclamó 
el 18 de diciembre como el “Día Internacional del Migrante”
Este día invita a reflexionar sobre la promoción y protección de los derechos humanos 
de las personas en contexto de movilidad humana.

El incremento de este fenómeno incluye a niños, niñas y adolescentes, quienes viajan con sus familias, y en muchas ocasiones sin acompañamiento, enfrentándose no sólo al reto de migrar sino también a múltiples riesgos a los que se encuentran expuestos, tanto en el proceso, como en el destino. En este marco, el Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes (IIN) ha desarrollado diversas acciones orientadas a aportar al fortalecimiento de las capacidades de las entidades rectoras de infancia en la protección de derechos de la niñez y adolescencia en contexto de movilidad humana.

A su vez, desde la convicción de que la participación es un componente necesario de toda acción, programa o política que pretenda trabajar desde la perspectiva de derechos, el IIN ha impulsado Grupos Organizados Temáticos (GOT) donde niños, niñas y adolescentes de las Américas, guiados por técnicos del organismo, atienden a temas prioritarios de su generación, con el objetivo principal de que ejerzan su derecho a la participación en espacios seguros, desde el diálogo intergeneracional.

Este 2022 el Grupo Organizado Temático de Movilidad Humana contó con la participación de niños, niñas y adolescentes de distintos países de la región (Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México y Colombia), quienes atravesaron un proceso de reflexión e intercambio acerca del fenómeno de movilidad humana. Como resultado del mismo, sus integrantes propusieron realizar un podcast, con el objetivo de visibilizar las principales problemáticas de las infancias y adolescencias en este contexto.






El niño de las chabolas, una relectura para este verano repleto de niños migrantes...

tiene la frescura de narrar una vida concreta y, 
además, la infancia de un niño que se cría en una zona de chabolas cercana a Lyon, Villeurbanne, en los años sesenta del siglo pasado. 
Quienes tienen afición al cine han podido verlo en El chico de la Chaaba (1998).

“Un cóctel de humor y tolerancia, lleno de ternura hacia sus personajes”. Una conmovedora autobiografía del escritor y político francés de origen argelino Azouz Begag y su vida en las chabolas de Lyon. 
Un día, un inmigrante argelino analfabeto que vive en Lyon da a su hijo Azouz un libro y le dice: “Este libro es un pájaro”. 
Cómo el joven Azouz alzó el vuelo en alas del conocimiento, en medio de las complejidades de la Francia multicultural de los años 60, es la historia que nos cuenta esta cautivadora novela. 
Determinado a dejar atrás la pobreza de la vida de las chabolas, Azouz trabaja duro para ser el mejor alumno en la escuela primaria, ganándose la envidia y el rechazo de sus compañeros árabes, mientras se enfrenta al racismo de los franceses.

*Begag, A. es conocido por ser autor de novelas, ensayos y guiones de cine, además de haber sido ministro para la Igualdad de Oportunidades (2005-2007) de Francia. Nace en Villeurbanne, Francia, 1957, hijo de padres argelinos, es autor de numerosas novelas, ensayos, libros para niños, letrista y guionista de cine. Trabaja como investigador en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) en las áreas de economía y sociología. Ha sido nombrado Caballero de la Legión de Honor y Caballero de la Orden Nacional del Mérito. 
Begag está muy interesado en el aspecto socio-económico-político de las fronteras, principalmente entre el Magreb y Europa, y ha escrito mucho sobre los jóvenes franceses de origen magrebí (o beurs) y sus problemas de integración. Su novela El niño de las chabolas fue adaptada al cine con éxito: El chico de la Chaaba (1998). .

13.600 Adolescentes migrantes no acompañados solicitaron asilo en Europa durante el año 2020.

Según cifras de Eurostat, un total de 13.600 personas menores no acompañados 
solicitaron asilo en los países de la Unión Europea. 
Suponen un 4% menos que en el ejercicio anterior (14.100),
 si bien la pandemia también pudo tener un efecto en esta rúbrica.


Los NNA no acompañados representan el 10% de todos los solicitantes de asilo de menos de 18 años. La mayoría (88%) son hombres, el 67% tiene entre 16 y 17 años (9.100 personas), mientras que los de 14 a 15 años representan el 22% (3.000 personas) y los menores de 14 años el 11% (1.500 personas).

Los principales países de ciudadanía de estos NNA son Afganistán, Siria y Pakistán, que juntos representan dos tercios de todas las solicitudes en la UE. En concreto los afganos alcanzaron las 5.500 solicitudes, por los 2.300 sirios que solicitaron asilo y los 1.100 paquistaníes.



Por países receptores, Grecia recibió el pasado año 2.800 solicitudes de asilo de personas menores no acompañados, un 20% del total. Le siguieron Alemania (2.200, o el 16%), Austria (1.400, o el 10%) y Bélgica (1.200, o el 9%), los Países Bajos y Rumanía (1.000, o el 7% cada uno). Estos seis países juntos representaron más del 70% de las solicitudes de asilo de adolescentes no acompañados en la UE.

Crecer sin papeles en España.

 
Crecer sin papeles. Ilustración: Nerea Pérez.
Juan llegó a España  desde Colombia cuando sólo tenía 5 años. Ahora tiene 10 y su madre Claudia y él celebran que ya tienen “papeles”.

– Mientras Creces: ¿Lo celebraste con tus compañeros y compañeras de clase?
– Juan: No, nunca hemos hablado de eso.


Para este futuro inventor, amante de plantas y flores, distinguir si un niño tiene o no papeles es poner una etiqueta innecesaria en su mundo de juegos, aprendizajes y amistades.

  • – MC: Si tú pudieras decidir qué hacer para evitar que haya niñas y niños sin papeles en España, ¿qué decisión tomarías?

  • – No les llamara así, personas que tienen o personas que no tienen papeles o que no han nacido aquí. Son personas. Y también que fuéramos más solidarios, como han sido conmigo.
Niños y niñas lo tienen claro: todos son iguales.  
Video Crecer sin papeles

El informe “Crecer sin papeles en España ” revela una radiografía preocupante sobre la desprotección y vulnerabilidad en la que viven casi 150 mil menores de 19 años en situación irregular en España.
Elaborado por la ONGD Save the Children y Fundación por Causa, el estudio ofrece datos que nos permiten dimensionar el alcance y gravedad del problema y, lo que es más relevante y marca su diferencia, los testimonios e historias de quienes están en situación irregular guían la narración y la investigación.
Claudia reconoce que ha intentado transmitir a su hijo tranquilidad y hacerle sentir uno más. Sólo ella, y quienes han estado en su lugar, saben las dificultades que supone vivir sin papeles en España y cómo les ha afectado en derechos tan fundamentales como la educación, la salud, la vivienda.
“Muy difícil, pero aquí estamos. Han pasado 5 años, por muchas cosas que llegan en el camino no los pude conseguir a los 3 años, pero finalmente los logré. Ese logro es básicamente para caminar con tranquilidad, poder ir a al médico, poder asistir a la salud sin temor, sin rechazo, sin temor de nada, porque no hemos hecho nada malo, vinimos aquí a cuidar sus hijos, mayores… a trabajar”, cuenta Claudia en una tarde de parque a la salida del colegio de Juan.
Regularización
“ Un niño es por encima de cualquier otra circunstancia, un niño. Da igual su origen, su condición legal, da igual sus circunstancias personales.  Como es un niño, nuestra sociedad ha hecho un compromiso formal y legal para protegerles por encima de cualquier otra circunstancia y en ese sentido nuestro país está fallando”, subraya Gonzalo Fanjul, uno de los autores de «Crecer sin papeles en España» y director del área de investigación de Fundación por Causa. Fanjul califica de “salvajada” el número de menores que se encuentran en situación irregular en el país.
Otro de los problemas que evidencia el informe y que Fanjul destaca es la invisibilidad de esta realidad. “Son cosas que pasan desapercibidas para la sociedad y que resultan a veces un poco difíciles de entender”,  valora.
Pese al gran reto y dificultades planteadas, “Crecer sin papeles en España” transmite un mensaje de oportunidad. “Por razones de magnitud y por razones de emergencia social ante el Covid, tenemos la oportunidad de que España haga lo mismo que han hecho otros países de nuestro entorno en donde sí se han producido procesos de regularización”, propone el experto en pobreza y desarrollo.
“En el caso de los niños, yo creo que es más fácil aceptar que no tenemos muchas opciones, que este es un asunto que como sociedad estamos obligados a hacer tarde o temprano”, augura con esperanza.
Desde Fundación por Causa destacan, además, los beneficios que esta medida tendría para el país. “La regularización permitiría que los trabajadores que ahora están en situación irregular empezasen a hacer contribuciones a la sociedad a través de los impuestos directos y de las contribuciones a la Seguridad Social, que ahora no pueden hacer porque no tienen contrato porque nadie les quiere hacer un contrato”, expone Fanjul, quien confía en que este estudio pueda empujar el necesario y legítimo debate sobre la regularización.

Así trabajan los adolescentes migrantes en y por España.

 140 marroquíes extutelados trabajan en la recogida frutera en Huelva. 
"VOX está creando la imagen de un monstruo de quien no lo es", denuncian 
no solo las ONGs, sino cualquiera que tenga algo de sentido común.
-Vox, “Vente a la fresa con nosotros a 39€ el día”-
Andros Lozano

Chicos marroquíes que el periodista entrevistó. A. L.
Hace un par de horas que Mohamed, Bilal, Soufiane y su grupo de amigos, todos ellos marroquíes, han terminado su jornada en el tajo. Han pasado calor y sed. Pero están contentos. Los chicos -casi imberbes, delgados, por lo común de ojos vivos- son jornaleros en una finca de fresas junto al parque nacional de Doñana, a unos tres kilómetros por carretera de la ermita de El Rocío, en Almonte (Huelva).  

Estos chavales trabajan siete horas al día por 41 euros, aunque en realidad son 39 porque dos euros se los devuelven a la empresa que los ha contratado. Es lo que les cobra diariamente por ocupar una plaza en un barracón de obra donde tienen cama, retrete, ducha, cocina y lavadora. Se trata de un habitáculo que intenta asemejarse a un hogar, aunque ni de lejos.

Hay dos hileras de estos barracones en mitad de un descampado rodeado de inmensas fincas con invernaderos. Los chicos, cuando le dan indicaciones a este reportero para llegar hasta aquí, les llaman “las casitas”. Ahora, a mitad de tarde de este jueves, cuando EL ESPAÑOL los visita, algunos de estos jóvenes se reúnen a charlar mientras otros, todavía exhaustos por el duro trabajo, descansan en sus camastros tras comer y ducharse.

Saben que mañana han de levantarse al amanecer y que pasarán siete horas encorvados cortando esos jugosos frutos rojos que a las pocas horas de saltar de la rama -a lo sumo un par de días- llegarán a las neveras de media Europa.

Algunas jornadas hacen horas extras. Como máximo, tres diarias. Las cobran a entre siete y nueve euros cada una. 

Todos estos chavales cruzaron un día de manera irregular las fronteras de Ceuta y Melilla. Eran menores de edad cuando lo hicieron. 15, 16, 17 años. La Administración de ambas ciudades autónomas españolas se hizo cargo de ellos. Hasta cumplir los 18 se les catalogó como ‘menores extranjeros no acompañados’, MENAS. Se les dio un techo, comida y formación. 

Cuando se hicieron mayores de edad se les entregó un permiso de residencia temporal y se les dejó en la calle. Si no encontraban trabajo, tarde o temprano acabarían expulsados. Buscaos la vida, se les vino a decir. Y en esas andan. 

Esta semana, VOX ha vuelto a señalarlos en un cartel publicitario de su campaña electoral en Madrid. “Un MENA, 4.700 euros al mes. Tu abuela, 426 euros de pensión mensual”. El mensaje era directo, acusador y falso, como contó este periódico esta semana. En resumen, se decía que esos chicos estarían llevándose el dinero que podría destinarse al bienestar de los ancianos españoles.

No era la primera vez que el partido de ultraderecha los acusaba de manera prejuiciosa y falsa. Otras veces los ha señalado como violadores o ladrones y de actuar en manada. Siempre, sosteniendo que su procedencia era la causa por la que actuarían de ese modo. Pero Mohamed, Bilal, Soufiane y compañía desmienten esa imagen dañina que VOX quiere trasladar de ellos.

Nosotros venimos a trabajar, no a ser delincuentes”, 

explica Mohamed Achoroaa, de 21 años, el mayor del grupo. “El color de mi piel, mi lugar de nacimiento o mi acento no tienen por qué marcarme de por vida”. El chico, de pelo oscuro y rizado, lleva cinco meses trabajando en la recogida de la fresa. 

“Lo que queremos es buscarnos la vida”, apostilla Bilal Lamsayah, de 18 años, uno de los recién llegados. Trabaja aquí desde mediados de marzo. “Que Abascal, cualquiera de VOX o la gente que piensa como ellos vengan aquí por 39 euros al día. No aguantarían mucho, te lo aseguro”.

Dinero a casa

Los ochos jóvenes marroquíes con los que habla el reportero aseguran que cada mes envían una remesa de dinero a sus familias. Mohamed, el más veterano del grupo, mandó 350 euros el mes pasado. Con ese dinero ayuda a sobrevivir a sus padres, que no tienen trabajo, y a sus cuatro hermanos.

“Aquí, aunque el salario sea bajo, gano en un día lo que podría ganar en mi país durante todo un mes trabajando más horas”, asegura. Otros chicos envían lo que pueden: 100, 150, 200 euros…

Los barracones en los que viven estos jornaleros -la mayoría de la mano de obra en la recogida de la fresa es extranjera, principalmente de origen magrebí y de países de Europa del Este- se encuentran en mitad de inmensas fincas que sólo se ven delimitadas por carreteras perpendiculares. A vista de pájaro, resultaría como observar el mapa de un bosque lleno de caminos verticales y horizontales que se entrecruzan. 

Este grupo de ocho jóvenes extutelados por la Administración conviven en barracones junto a una finca de fresas.
Extutelados conviven en barracones en las fincas de fresas. A. L.
Las personas que se alojan en este tipo de instalaciones se encuentran a varios kilómetros del núcleo urbano más cercano. Para hacer la compra, han de ir en grupo en un automóvil. Este grupo de ocho jóvenes marroquíes no dispone de uno. La empresa para la que trabajan les facilita una furgoneta cada 15 días para poder ir a un supermercado o a cortarse el pelo a una barbería.

“Estamos aislados”, cuentan. Para ellos, salir a tomar un refresco, conocer a otros jóvenes o ir a comer una hamburguesa es una quimera. Sin embargo, en ningún momento de la entrevista se quejan. 

Un decreto 'salvador'

En abril del año pasado, casi al inicio de la pandemia y con el país confinado, el Gobierno publicó un decreto por el que se permitía que los extranjeros en situación irregular en España pudieran trabajar en el campo. 

Aprovechando esta coyuntura, tres ONG -Amani, de Granada; Familia Solidaria para el Desarrollo, de Chiclana (Cádiz) y Voluntarios por otro Mundo, en Jerez (Cádiz)- negociaron con Freshuelva, una de las patronales del sector de las fresa, para incorporar a jóvenes extutelados a la campaña de recogida.

En 2020 consiguieron 80 contratos. En la campaña de 2021 han sido 140. Sólo a cuatro de estos chicos se les ha despedido.

“La pandemia les abrió una puerta laboral y una oportunidad”, explica Michel Bustillo, delegado de Voluntarios por Otro Mundo, ONG que tiene cinco pisos de acogida, con 42 plazas en total, para exMENAS.

Hablamos con el Defensor del Pueblo y éste le hizo una recomendación al Ministerio de Inclusión Social, Seguridad Social y Migraciones. Gracias a ese decreto a los chicos que firmaron un contrato se les concede una tarjeta de residencia y trabajo de dos años de duración”. 

En 2020 se acogieron al acuerdo alcanzado con Freshuelva cuatro empresas. Este año han sido nueve. “Estoy contento”, añade Bustillo. “Las condiciones laborales son duras pero los chicos están respondiendo muy bien. Con 18 años, como tiene la mayoría, el que estén en esos campos aguantando demuestra que son un ejemplo y que vienen a buscarse un futuro, no a hacer daño a nadie”. 

Michel Bustillo se revuelve cuando se le pregunta por VOX y su última campaña electoral en Madrid contra los MENAS, la misma que un juzgado de la capital del país ha rechazado retirar. La Fiscalía lo denunció por la supuesta comisión de un delito de odio. 

Son unos provocadores. ¡Que Abascal me acompañe un día a una de esas fincas o que los escuche Rocío Monasterio! Entonces se les cambiará el concepto que tienen de estos chicos. Me genera mucha rabia que se aprovechen de los vulnerables y que se intente enfrentar al pobre contra el pobre. Son ruines. Están creando la imagen de un monstruo de alguien que no lo es”. 

"¿Tanto mal hago?"

Comienza a caer la noche sobre los campos de fresas de Huelva. Aquí, en este poblado de barracones, corre un leve viento que invita a resguardarse. Los chicos se cubren con sudaderas, aunque varios de ellos todavía visten pantalones cortos y llevan chanclas. 

Bilal Lamsayah cuenta que es Nador. Lleva dos años y medio sin ir a Marruecos, justo el tiempo que hace que cruzó a Melilla. Con 18 años, tras abandonar el centro de menores en el que convivía con alrededor de otros 900 chicos, se mudó a Almería para intentar encontrar trabajo y que se le prorrogara el permiso de residencia. Estuvo un mes y medio trabajando sin papeles en una restaurante, donde fregaba platos. 

Luego, Bilal probó suerte en Málaga y más tarde en Lérida. En tierras catalanas escuchó hablar de un tal Michel Bustillo y sus pisos de acogida en Jerez de la Frontera, adonde llegó en octubre del año pasado. El 11 de marzo se mudó a Huelva para empezar a trabajar en la recogida de la fresa. El chico considera que hay una parte de la sociedad española que es "abiertamente racista".

Salí de mi casa en busca de un futuro mejor. Mi sueño es estudiar y mudarme a Inglaterra. Quiero vivir allí, me encanta ese país. Es injusto que a alguien se le juzgue por el color de piel o por lo que hagan otros de su mismo país. Eso es xenofobia. 

Yo estoy en España para ganarme la vida y tener un futuro. 

¿Tanto mal hago? Dímelo tú, ¿tanto mal hago?”.

La pregunta todavía resuena en la cabeza de este reportero.

Niños sin infancia, niños sin patria.

La única patria que tiene el hombre es su infancia, escribió el poeta Rainer Maria Rilke, quien no la tuvo fácil. Miguel Delibes abundó en la idea: “La infancia es la patria común de todos los mortales”
Lo que consideramos nuestra identidad, o nuestro yo, no es más que nuestra imperfecta memoria, y nada nos ha marcado tanto como los recuerdos más pretéritos de ese tiempo en que aprendimos a vivir. Preferimos mirar la infancia como un tiempo feliz, sin preocupaciones y bajo un manto protector, pero para demasiadas personas esa etapa fue un suplicio y arruinó lo que vino después. La vida las sometió a pruebas muy duras —el maltrato o abandono por sus padres, el abuso sexual por sus cuidadores, el acoso por sus iguales— antes de tener una madurez mínima para hacer frente a eso. No sirve de patria la infancia de los niños violados, de los niños criados en hogares conflictivos, de las niñas mutiladas por una aberrante tradición, de los niños mendigos, de los niños soldado, de los niños dejados a su suerte en una frontera.....
Foto Carlos Rosillo
Ricardo de Querol.