Demasiado poco, demasiado tarde constituye el primer mapeo comparativo de cómo y cuándo se gestiona el gasto público destinado a niños y niñas a lo largo del curso de vida de estos en países de ingresos bajos y medios, junto con perfiles de entornos de ingresos altos. Examinando prácticas en 84 países de todo el mundo, en los que vive aproximadamente el 58% de los niños y jóvenes del mundo, encuentra que la mayoría de los países no realizan inversiones en la primera infancia suficientes para proteger sus derechos, asegurar su bienestar y garantizarles un mejor futuro.
Unicef Innocenti-Global Office of Research and Foresight
Columbia University, Center on Povertyy and Social Policy
The York Policy Engine
Autores:
Dominic Richardson, UNICEF Innocenti
David Harris, UNICEF Innocenti y Universidad de Columbia
John Hudson, Universidad de York
Sophie Mackinder, Universidad de York
La primera infancia es una etapa clave para el desarrollo físico y cognitivo, y las experiencias en ese período tienen un enorme impacto a largo plazo tanto en los individuos como en las sociedades. Sin embargo, en la mayoría de los entornos de ingresos bajos y medios, así como en algunos países de ingresos altos, el gasto público destinado a niños y niñas es simplemente demasiado poco, y llega demasiado tarde.
La subinversión debe reconocerse como una crisis fundamental para el desarrollo, una crisis de igual magnitud que los conflictos, la pandemia de COVID-19 y la emergencia climática.
Según la evidencia y el presente análisis, la mayoría de los países necesitan rediseñar su cartera de políticas para la infancia. Necesitan gastar más en los niños y antes en el curso de sus vidas. El compromiso con la inversión temprana implica que los niños y sus familias estén protegidos durante los primeros años desde su nacimiento en relación con las vulnerabilidades y en una mejor posición para prosperar a lo largo de su curso de vida. Los gobiernos y las sociedades también se benefician, ya que, cuando se diseñan adecuadamente, las inversiones en la primera infancia pueden optimizar los gastos posteriores.
Demasiado poco
Especialmente los países de ingresos bajos y medios proporcionan servicios sociales y de protección social inadecuados, por ejemplo, contra la desnutrición, la falta de agua potable y otros impactos de la pobreza.
Demasiado tarde
La inversión también se está realizando demasiado tarde en el curso de vida. Encontramos que más de la mitad de los países que estudiamos tienen perfiles “diferidos”, lo que significa que los gastos se concentran más tarde en la infancia y la juventud a expensas de los primeros años.
Los gastos en educación en países de ingresos bajos y medios no están suficientemente respaldados por servicios complementarios en el período preescolar, lo que coloca una carga inaceptable en el sector educativo
Demasiado desigual
El estudio revela profundas desigualdades tanto entre como dentro de los países.
Satisfacer las necesidades de los niños requiere un portafolio integral de políticas que incluya beneficios en efectivo, educación y cuidado en la primera infancia, servicios humanos (por ejemplo, trabajo social y cuidado de acogida) y servicios de salud.
Estas prestaciones deben continuar hasta al menos los 18 años e incluir a los niños migrantes y a los refugiados.
Las inversiones fuertes en los primeros años también pueden limitar la necesidad de gastos costosos de “recuperación” más adelante en el curso de la vida
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