El Nº de niños y niñas que murieron antes de cumplir cinco años alcanzó un mínimo histórico en 2022.
La cultura del buen trato y cómo promoverla
Entre la violencia y el buen trato hay un gran trecho. El buen trato es algo más que la ausencia de maltrato: aspira a promover el máximo desarrollo integral del niño o niña en su entorno.
Ciudades Amigas de la Infancia
12/01/2024
Sin embargo, entre violencia y buen trato “hay muchas conductas intermedias que no son las mejores para relacionarse o cuidar de un niño o niña”. Entre ellas, “sobreproteger, infravalorar, periodos sin supervisión, falta de interés por cuestiones escolares o el distanciamiento afectivo”.
El concepto de buen trato, a efectos de la la Ley de Protección Integral a la Infancia y Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI), es aquel que promueve activamente los principios de respeto mutuo, dignidad del ser humano, convivencia democrática, solución pacífica de conflictos, derecho a igual protección, igualdad de oportunidades y prohibición de discriminación.
Un entorno donde se da el buen trato supone para el niño o niña sentirse integrado, seguro, cuidado y querido; también, ser consciente y tener vínculos, y finalmente sentirse protagonista de su propia vida y decisiones. Además, para que se garantice el buen trato es imprescindible que exista la participación infantil.
Algo significativo es la idea que los propios niños, niñas y adolescentes tienen de lo que es “buen trato”: para ellos, este concepto abarca más de lo que aparece en la LOPIVI. Lo ubican en entorno familiar, colegio, contextos cercanos y también en sus amistades o iguales, y consideran que es importante reforzar las relaciones de ayuda, las manifestaciones de cariño y buenas palabras, la habilidad de escuchar y llegar a acuerdos, etc.
Tres elementos de la cultura del buen trato
Dentro de la cultura del buen trato hay varios elementos clave que debemos tener en cuenta:
- Entorno seguro
Es aquel que respeta los derechos de la infancia y promueve un ambiente protector físico, psicológico y social, incluido en el ámbito digital.
- Enfoque de derechos
Es el que vela por el interés superior del niño o niña, el primer paso para promover cualquier cultura de buen trato. Tenemos que entender a los niños y niñas como sujetos de derechos y no meramente como objetos de protección.
- Derecho a ser escuchado.
Todos los niños y niñas deben gozar de este derecho “independientemente de la edad, madurez, capacidades cognitivas. Que su opinión sea tenida en cuenta sí es en función de su edad y madurez”, apunta la experta. El derecho implica:
- Derecho a ser informado.
- Escucha adaptada a las necesidades.
- Formas de expresar su opinión y de ser escuchados. Pueden ser dibujos, juegos de rol, etc.
- Profesionales especializados, por ejemplo, en técnicas de entrevistas con niños o niñas.
- Informar sobre la consideración otorgada a la opinión del niño.
- Vía de recurso. Tendrá que haber manera de recurrir esa decisión.
En el marco de la LOPIVI
Para la abogada, “tenemos la suerte de contar con un marco normativo que nos ayuda a aterrizar todo esto en medidas concretas”. Menciona la LOPIVI, que considera una ley pionera en España, entre cuyas aportaciones están no solo el principio de buen trato sino también el enfoque preventivo, la inclusión del concepto de los entornos seguros y el refuerzo del derecho a ser escuchado.
Por otro lado, la ley establece dos figuras claras encargadas de implementar el buen trato: el Coordinador/a de Bienestar y el Delegado/a de Bienestar. “El primer reto tiene que ver con las funciones de estas figuras”, dice Torres. “La ley es escueta y delega en las Comunidades Autónomas las regulaciones de estas figuras”.
¿Cómo promover las figuras encargadas de la cultura del buen trato desde municipios? Para Torres, es muy interesante que las entidades locales puedan participar en el diagnóstico de necesidades debido a su proximidad con la ciudadanía: “Estáis muy cerca, podéis utilizar esos espacios de coordinación con las entidades provinciales o autonómicas para trasladar ese diagnóstico, o pequeños espacios participativos, para que las entidades os trasladen sus necesidades”, dice.
- Medidas de implementación
Su objetivo es el aterrizaje del protocolo autonómico frente a la violencia al contexto del centro y sus actividades. La LOPIVI es una ley estatal que hay que aterrizar, no solo a nivel autonómico, sino a nivel de centro escolar o del colegio: “Es imposible que un protocolo pueda abarcar toda la diversidad de la que estamos hablando. Cada entidad y cada centro va a tener que adaptar este tipo de cuestiones”, dice Torres.
Cree que lo ideal es crear políticas de salvaguarda, código de conducta claro, política de protección de datos… “Nos encontramos con casos de entidades más grandes o pequeñas que tienen desarrollado todo un sistema de protección que cuenta con código conducta, comisión de protección con reglamento interno… pero si toda esa estructura no la conocen los niños, las familias, profesionales, etc. no sirve de nada. Hay que interiorizarla”.
- Medidas de prevención
Hay que hacer una evaluación de los factores de riesgo y vulnerabilidad, y los factores protectores: “Una evaluación de ese quién, los niños y niñas con los que trabajamos. Esta evaluación debe ser periódica, porque estos niños y niñas van cambiando”.
- Medidas de formación y sensibilización
La experta propone elaborar un Plan anual de actividades dirigidas a promover el buen trato y la creación de entornos seguros. Debe incluir formación a los profesionales y voluntarios sobre protección a la infancia frente a la violencia, y también actividades de sensibilización dirigidas a los niños y niñas y sus familias.
“Te encuentras con niños y niñas que manejan conceptos como buen trato, espacio seguro, hablan de la LOPIVI…”, observa. “Hay verdaderamente un cambio, que tiene que ver con esta cultura del buen trato. Son conceptos que manejamos todos. Estamos uniformando conceptos, partiendo de una misma base, y se hace a través de esta sensibilización que tiene que ir más allá de las personas responsables: tiene que calar en los niños y niñas y las familias”.
- Medidas de detección
Destaca la necesidad de establecer cauces de comunicación directos y ágiles entre el o la responsable de protección y los profesionales, los niños y niñas, las familias y las administraciones públicas involucradas en la protección de la infancia, para que los niño o niña comuniquen situaciones de violencia o incompatibles con el buen trato.
“Es importante que las personas que están en contacto con la infancia puedan acceder a esta comisión de protección, pero también los niños y niñas”, dice. “Necesitamos espacios anónimos, personas referentes que se identifiquen claramente… también para las familias”. Advierte de que esos canales no suelen existir, y que a veces los niños no tienen ni idea de que existe esta comisión de protección.
- Medidas de actuación
Aquí destaca algunas actuaciones específicas:
- Prestar atención inmediata a las posibles víctimas.
- Activar protocolo de actuación ante la detección de indicios de violencia hacia la infancia.
- Comunicar a la Agencia Española de Protección de Datos cualquier infracción de la normativa sobre protección de datos de niños o niñas.
- Impulso en espacios de coordinación para la gestión de casos.
Satisfacción de los niños y niñas con su vida
¿Están los niños y niñas de Zaragoza satisfechos con sus vidas?
Un estudio municipal revela diferencias de percepción entre niños y niñas y según sus niveles de renta
ZARAGOZA | 10·09·23 | 21:23
JAIME GALINDO
La infancia es sinónimo de ingenuidad, en el buen sentido de la palabra pero, ¿son felices los niños y niñas de Zaragoza? ¿Están satisfechos con sus vidas? ¿Se sienten escuchados? Obtener respuestas a estas preguntas era lo que buscaba el Ayuntamiento de Zaragoza cuando encargó una encuesta en la que han participado 3.192 menores de entre 10 y 11 años de todos los barrios de la ciudad. El objetivo es obtener información de cara a elaborar las políticas dirigidas a la infancia en Zaragoza, una labor que recae en el área de Políticas Sociales que dirige Marian Orós.
El primer dato y quizá más relevante es el nivel de satisfacción de los niños y niñas de Zaragoza con su vida. Los encuestados dieron de media una nota de 9,15 puntos sobre 10 a sus vidas, estando el 80,7% muy satisfecho y tan solo el 4,4% poco o nada satisfecho. Eso sí, este estudio detecta también diferencias en la respuesta por sexos y barrios de residencia.
Así, ellos parecen ser algo más felices que ellas, aunque la diferencia no es significante. El 82% de los niños está muy satisfecho con su vida por el 78% de las niñas. La diferencia se agranda cuando se divide a los menores por niveles de renta: mientras el 85,2% de los infantes procedentes de entornos con alta capacidad adquisitiva está muy satisfecho con sus vidas, el porcentaje disminuye hasta el 76,7% entre los que proceden de entornos con rentas bajas. Nueve puntos por debajo.
Los barrios favoritos
En general, a lo largo de todas las preguntas que se formulan en la encuesta, se dan estas diferencias que, aunque sutiles, dicen mucho. Los niños, de media, dan puntuaciones más altas o percepciones más positivas sobre su entorno que las niñas. Y los menores de familias acaudaladas también responden más favorablemente sobre sus vidas.
No obstante, la encuesta –elaborada por la Fundación DFA entre octubre de 2022 y enero de 2023– aporta muchos datos curiosos que revelan el estado y las opiniones de los ciudadanos que todavía no tienen derecho a voto. Por ejemplo, el 68,1% de los encuestados da un 10 de nota a la casa en la que viven, mientras que solo el 0,7% da menos de un 5 a su hogar.
Aquí también hay diferencia si se divide a los chavales por niveles de renta: el 78,1% de los niños y niñas de familias con menos posibles está muy satisfecho con su casa, mientras que entre los infantes de entornos más acaudalados el porcentaje asciende hasta el 94,1%.
La encuesta también aporta datos sobre la satisfacción con los barrios en los que viven los menores. Aquí ganan Santa Isabel, con una nota media de 9,19, Distrito Sur (8,93), Almozara (8,93) y Universidad (8,90). Los que menos puntuación obtienen por parte de sus vecinos más jóvenes son Oliver-Valdefierro (7,86), Casco Histórico (8,02) y Las Fuentes (8,13), que son también los distritos con unos niveles de renta menores.
Más de la mitad tiene móvil
Sobre los bienes materiales disponibles, casi la totalidad de los encuestados dice que tiene acceso de internet en casa (98,7%), un escritorio para hacer los deberes (94,2%) y el material escolar necesario (99,2%). Por otro lado, el 53,69% de los menores (de 5º y 6º de Primaria) tienen móvil.
El informe también destaca que, en cuanto al uso de pantallas en el tiempo libre de ocio, hay un 46,6% que dedica, al menos, dos horas diarias y solo el 22,1% pasa menos de una hora delante de un dispositivo digital.
En este caso, también hay mayor porcentaje de niños que de niñas con una dedicación de más de dos horas diarias a las pantallas (50,2%). Además, entre los menores de familias con capacidad adquisitiva baja también hay más tendencia a hacer uso prolongado de este tipo de dispositivos (51,9% está al menos dos horas al día). Destacan los niños y niñas de del distrito de Delicias por ser los que más tiempo invierten delante de una pantalla (el 57,1% de los infantes de este barrio las usa al menos durante dos horas).
Pero no solo se pregunta a los menores por bienes materiales. En el ámbito escolar, el 87,5% de los encuestados responden que están «muy de acuerdo» o «bastante de acuerdo» con la afirmación «mis profesores se preocupan por mí». Además, el 75% está «muy satisfecho» con lo que aprenden en el colegio, una satisfacción que es ligeramente superior en las niñas, que alcanzan un porcentaje del 77,8%. La encuesta revela también que el malestar psíquico aparece con más frecuencia que el malestar físico. Dos de cada diez niños y niñas indican haber tenido dificultades para dormir más de una vez a la semana en los últimos seis meses. Además, el 27,1% señalan haberse sentido nerviosos y el 20,7% haber tenido mal genio. El 13,6% manifiesta con frecuencia «un bajo estado de ánimo». Estos sentimientos se dan en mayor medida en niñas y en los estratos de capacidad adquisitiva baja.
Acoso en el colegio
Asimismo, se pregunta a los menores sobre situaciones de acoso. Cuatro de cada 10 responde que, en los últimos seis meses, le han dejado de lado y que «le han insultado» o se «han burlado» de ellos. Además, uno de cada diez afirma haber recibido «mensajes desagradables por internet o al móvil» o que han compartido «cosas desagradables» sobre ellos mismos.
Con todos estos datos, el área de Políticas Sociales tendrá información para guiar su acción. El consistorio aprobó en el año 2018 el primer Plan de Infancia y Adolescencia de Zaragoza con el que obtuvo el reconocimiento de UNICEF como Ciudad Amiga de la Infancia.