"...en áreas remotas sin hospitales, el inicio del contacto piel con piel
en el hogar con apoyo para la lactancia materna
redujo la mortalidad en un 20% al mes,
y este dato se mantuvo incluso más de seis meses después..."
Nils Bergman* es el pediatra neonatólogo es, quizás, el más conocido en el mundo
por sus investigaciones en neurociencia perinatal.
Diana Oliver
Nils Bergman, pediatra neonatólogo |
PREGUNTA: ¿Influye el parto en el bebé desde el punto de vista neurológico? ¿Y en la madre?
RESPUESTA: Sí, lo hace. La expectativa biológica es
una constelación particular de mensajes hormonales que tienen un impacto
en el funcionamiento fisiológico por un lado, y en el desarrollo
neurológico por otro. El cerebro y el cuerpo trabajan juntos. También
hay que destacar que se trata de un proceso diádico, y un proceso
dinámico, lo que significa que es simultáneo y continuo en la madre y el
bebé.
P: ¿Diría que tiene consecuencias negativas en ese sentido una excesiva medicalización del parto?
R: ¡Absolutamente sí! Cualquier intervención médica
puede interferir neurológicamente. Lo importante es sopesar
correctamente cuál es el beneficio y cuáles son los riesgos. Quizás lo
más peligroso sea “asumir” que no hay riesgo ante una intervención. Es
cierto que a veces las intervenciones son absolutamente necesarias pero,
aún así, es vital saber qué efectos negativos tienen nuestras
intervenciones necesarias para poder mitigar o disminuir la adversidad
que sigue.
P: ¿Qué supone la utilización normalizada de la oxitocina sintética intraparto en este sentido?
R: La oxitocina sintética es en realidad
químicamente igual que la biológica. Sin embargo, hay dos cosas
equivocadas en esto: lo biológico proviene del cerebro, lo sintético va
al cerebro, sigue una dirección incorrecta. La oxitocina sintética
confunde al cerebro y al cuerpo. El útero se comporta como predecimos,
pero otros tejidos se comportan mal; por ejemplo, el pecho no funciona
dos días después. La otra cosa incorrecta es la sincronización: para que
la oxitocina funcione correctamente debe ser pulsátil. Cuando
administramos dosis crecientes, desactivamos los receptores y
confundimos los mecanismos de retroalimentación del cerebro para obtener
resultados más pobres. Incluso un año después, las mujeres que reciben
oxitocina sintética en el parto tienen un 36% más de depresión
psiquiátrica.
P: Es especialista en salud pública y en
optimización de sistemas sanitarios. ¿Qué implicaciones tiene el exceso
de intervenciones durante el parto?
R: En el ámbito de salud pública, las intervenciones
se acumulan. Es posible que las consecuencias no se detecten si miras a
una madre y a un bebé que se vieron un poco afectados, pero cuando
miras a 1.000 de ellos juntos verás grandes aumentos en una colección de
problemas. Específicamente, la conexión emocional y los trastornos de
aprendizaje son los más recurrentes.
P: La separación tras el nacimiento perjudica el
establecimiento de la lactancia materna y ha contado en alguna ocasión
que también el establecimiento del vínculo afectivo. ¿Se puede
“arreglar” a posteriori?
R: Sí, se puede. Pero no es tan fácil, ni tan rápido, ni está garantizado.
P: Pese a lo anterior, aún hay hospitales en los que
se produce la separación sistemática de la díada madre-hijo, por
ejemplo, después de una cesárea. ¿Cómo cambiar esto? ¿Basta con seguir
difundiendo información acerca de lo necesario que es aplicar los
conocimientos de las neurociencias a la atención al nacimiento?
R: Me gustaría tener una respuesta a esta pregunta.
Quizás lo más importante es educar a las madres y los padres y sus
familias sobre esto, y empoderarlos para insistir en una atención de
mejor calidad. ¿Deberíamos usar la zanahoria o el palo? Tal vez el palo
sea más efectivo y deberíamos avergonzar o demandar a los hospitales que
no brindan una atención basada en la evidencia y un cuidado ético
basado en los "mejores intereses del niño" según la Convención de los
Derechos del Niño de las Naciones Unidas.
Incluso un año después, las mujeres que reciben oxitocina sintética en el parto tienen un 36% más de depresión psiquiátrica.
P: Ha trabajado durante muchos años como neonatólogo
en un hospital de Cape Town, en Sudáfrica, y allí descubrió que
aplicando los “Cuidados Canguro” reducía la mortalidad a la mitad.
¿Cuáles son las últimas evidencias científicas del piel con piel?
R: La evidencia más reciente se acaba de lograr en
un estudio de la OMS en Asia: en áreas remotas sin hospitales, el inicio
del contacto piel con piel en el hogar con apoyo para la lactancia
materna redujo la mortalidad en un 20% al mes, y este dato se mantuvo
incluso más de seis meses después, probablemente debido a una mejor
lactancia materna. El próximo año se completará otro estudio (en el que
participo) donde se está probando lo mismo en hospitales académicos de
países de bajos ingresos. Y ojalá el año siguiente tengamos resultados
de países de altos ingresos que expliquen los mecanismos de daño que
provienen de la separación de los bebés. Los resultados de desarrollo de
las unidades de cuidados intensivos neonatales en Occidente no han
mejorado en 20 años, y nadie puede explicar por qué. Yo estoy bastante
seguro de que la separación madre-neonato es el problema de raíz.
P: Usted ha hablado sobre los primeros mil minutos
de vida desde la óptica de la epigenética. ¿Cuáles son los efectos
epigenéticos de la atención al nacimiento y puerperio inmediato?
R: No es una pregunta fácil de responder brevemente.
Permítame responder con un aspecto amplio: es durante el primer día de
vida cuando el cerebro experimenta directamente el mundo exterior por
primera vez, sin la amortiguación, el filtro y la protección del útero
de la madre. Entonces, si la experiencia es alarmante y estresante –y no
hay protección de la madre–, el cerebro rápidamente tiene que decidir
que este es un "mundo duro" en el que uno tiene que cuidarse solo. Esto
sucede al “apagar” el epígeno de los receptores de cortisol en el
cerebro, lo que significa que hay más cortisol en el torrente sanguíneo,
algo que se traduce en que la persona está más orientada a vivir en el
estrés y con el estrés. Este estrés es bueno para la supervivencia en un
mundo difícil, pero malo para la salud de toda la vida y el bienestar
emocional. Esto se conoce como "estrategia de historia de vida rápida".
La estrategia de historia de vida lenta es mucho mejor desde el punto de
vista de la salud pública. El bebé aprende que este es un mundo bueno y
que se puede confiar en la madre y la empatía surge de sus
interacciones. Los epígenos permiten que muchos receptores de cortisol
se enciendan, lo que facilita una alta dosis de cortisol cuando existe
peligro, pero luego vuelve rápidamente a la normalidad. Esto lleva a la
resiliencia, con un beneficio de por vida.
P: ¿Qué diría que necesita un bebé de sus padres cuando nace?
R: Después del nacimiento, un bebé no necesita nada
de los padres, excepto a los padres mismos. De hecho, cuando digo nada,
me refiero a comportamientos o cosas. Después del nacimiento, el bebé
necesita todo lo que son los padres, necesita cada pieza posible de la
presencia, la atención y el amor de los padres.
P: Conocer esas necesidades, ¿hace más fácil la
crianza de los hijos a sus padres? No sé si actualmente estamos más
desconectados que nunca de las necesidades de los bebés…
R: Nuestra cultura en su conjunto parece muy
desconectada, pero siempre hay un remanente de contracultura. Ese
remanente tiene un aliado muy poderoso: nuestra biología realmente
quiere hacerlo bien. Y especialmente las madres pueden saber que lo
están haciendo bien cuando confían en sí mismas y en sus cuerpos.
P: A ese respecto, ¿qué ocurre cuando la biología y la cultura están a años luz la una de otra?
R: La biología es duradera, pero las culturas van y
vienen rápidamente. Una cultura que no está en sintonía con la biología
desaparecerá más rápido.
* Nils Bergman es quizás el pediatra neonatólogo más conocido en el mundo. Lo es por sus investigaciones en neurociencia perinatal pero sobre todo por establecer las bases científicas del Cuidado Madre Canguro. Bergman, que trabajó durante doce años en la Maternidad del Hospital de Mowbray (África del Sur), descubrió la importancia de no separar a madre y bebé durante las primeras horas tras el nacimiento. Hoy lamenta lo mucho que queda por hacer para que los profesionales sanitarios sean plenamente conscientes del impacto que tiene la separación madre-bebé a nivel fisiológico y neurológico. El pasado 5 de junio Bergman estuvo en Madrid, junto a la psiquiatra Ibone Olza, en el Seminario Neurociencia y Epigenética del Nacimiento que organiza el Instituto Europeo de Salud Perinatal.
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