Es un hecho. La participación de los niños y jóvenes en la toma de
decisiones en los asuntos que les afectan está ganando terreno. Lo
veíamos hace poco en el Congreso, después en la Comunidad Valenciana y ahora en Estrasburgo, donde el Consejo de Europa ha contado con la ayuda de niños y jóvenes para desarrollar una herramienta para facilitar y apoyar a los Estados miembros en la implementación del derecho a la participación infantil.
“Analizamos cuidadosamente las opiniones expresadas por los niños,
porque nos dieron una visión profunda de la realidad (o a veces de las
frustraciones) que afronta un niño al comunicarse e interactuar en un
mundo dominado por los adultos”, afirma la Directora General de Democracia del Consejo de Europa, Snežana Samardžic-Markovic.
Uno de esos niños dijo que “los adultos subestiman la opinión de los
niños y no entienden los beneficios de su participación”. Por eso, el
objetivo de esta iniciativa del Consejo de Europa es ayudar a los adultos a apreciar y entender lo valiosas que pueden ser las contribuciones de los niños, y de esta manera contribuir a que la participación de la infancia en los temas que les conciernen sea la regla y no la excepción.
Estas son las 10 preguntas clave:
1. ¿Qué es la herramienta de evaluación de la participación de los niños?
El Consejo de Europa ha desarrollado una herramienta con diez indicadores específicos y mensurables con los que los Estados puedan comenzar a calibrar los progresos realizados en la aplicación de la Recomendación CM / Rec (2012)
2 del Comité de Ministros a los Estados miembros sobre la participación
de niños y jóvenes menores de 18 años. Los 10 indicadores son transversales y, en lugar de temáticas, reflejan las tres grandes medidas que se abordan en la Recomendación: medidas para proteger el derecho a la participación, para promover el derecho a participar y para crear nuevos espacios para la participación.
2: ¿Quién puede usar esta herramienta?
Los ministerios responsables de garantizar los derechos y el
bienestar de los niños serán los responsables de llevar a cabo la
evaluación, pero tendrán que involucrar a diferentes actores
interesados, incluyendo otros departamentos gubernamentales, sociedad
civil, defensores del menor, organizaciones de infancia y académicos.
3. ¿Cuál es el valor añadido de esta herramienta?
Entre otras cosas, la herramienta permitirá a los Estados: fomentar la concienciación y la comprensión del derecho a la participación infantil;
llevar a cabo una evaluación inicial del estado actual de la
implementación del derecho de los niños a participar; identificar las
medidas necesarias para lograr el cumplimiento adicional; calificar y
compartir buenas prácticas; medir el progreso en tiempo real.
4: ¿Cuál es el papel de los niños y jóvenes en este proceso?
Algunos de los indicadores se pueden medir simplemente recopilando
datos e información publicada, pero otros requieren de las opiniones de
los niños y de los jóvenes para que los Estados puedan hacer un juicio
sólido sobre su progreso. En este sentido, el conocimiento de los niños y los jóvenes, la realidad de la situación sobre el terreno, debe ser un elemento esencial del proceso de autoevaluación en cada uno de los países.
5. ¿Cuál es el papel de las organizaciones de infancia en el proceso de evaluación?
Es importante asegurarse de que la información utilizada para
informar sobre el proceso de evaluación proviene de una serie de fuentes
contrastadas. En este sentido, las organizaciones de infancia son fundamentales para saber lo que está pasando,
y a menudo conocen de primera mano la situación de los niños y jóvenes
más vulnerables. Su aportación al proceso de evaluación es muy
importante y aportan “control y equilibrio”. Se recomienda que los
Estados triangulen la evaluación de su propio desempeño con las
opiniones y experiencias de las organizaciones de infancia y con las
opiniones y experiencias de niños y jóvenes.
6: ¿Cuánto se tarda en hacer la evaluación?
Aproximadamente un año, distribuido en tres fases:
la primera, de preparación, incluye un seminario de capacitación durante
2 meses; la segunda fase es la de implementación y contempla 8 meses
para recolectar datos, consultar a los niños y jóvenes y demás partes
interesadas (8 meses); por último, la evaluación comprende dos meses más
para la etapa de conclusión y evaluación.
7: ¿Qué hace falta para llevar a cabo la evaluación?
Se necesita tiempo y compromiso por parte de un
representante del ministerio correspondiente, y hay que prever los
costes de un consultor a nivel nacional y la organización del seminario
formativo en la fase de preparación. Además, son necesarias al menos 10
reuniones de grupos focales y otros encuentros con los demás actores
involucrados. El Consejo de Europa podrá conceder una subvención para sufragar una parte de los gastos.
8. ¿Qué hacer con los resultados?
Los resultados sirven como referencia para medir los progresos
a lo largo del tiempo dentro de un proceso gradual. Se espera que los
Estados especifiquen las propuestas de seguimiento en cada uno de los 10
indicadores.
9. ¿Se hará una comparativa con otros países?
No, los resultados de la evaluación son únicamente para uso propio
nacional y servirán como base para medir la evolución de la
participación infantil en el país.
10. ¿Dónde se puede conseguir la documentación necesaria para realizar la evaluación?
En la web del Consejo de Europa www.coe.int/en/web/children/participation
Esta no es la primera vez que el Consejo de Europa permite y anima a
los niños a participar en la preparación de los documentos que les
conciernen. Con anterioridad, intervinieron en los trabajos
preparatorios de la Estrategias del Consejo de Europa para los Derechos del Niño (2016-2021 y 2012-2015 y), o en los preparativos de la recomendación del Comité de Ministros a los Estados miembros sobre la participación de niños y jóvenes menores de 18 años, adoptada en 2012.
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