El Consejo Internacional de ONG sobre la Violencia contra las Niñas,
Niños y Adolescentes fue formado en 2007 para apoyar un seguimiento
fuerte y eficaz del Estudio de las Naciones Unidas sobre la Violencia
contra los Niños.
Actualmente, mientras los Objetivos de Desarrollo
Sostenible adoptan un llamado para eliminar todas las formas de
violencia contra las niñas, niños y adolescentes y la Alianza Mundial
para Acabar con la Violencia contra los Niños desempeña la labor de
alcanzar esta meta, el Consejo de ONG publica su cuarto y último
informe: un recuento, con todo y sus defectos, del progreso logrado y el
trabajo que nos espera para eliminar la violencia contra las niñas,
niños y adolescentes.
En los diez años desde que el Estudio fue publicado, hemos tomado
grandes pasos para aprender sobre la violencia que afecta a las niñas,
niños y jóvenes alrededor del mundo y hemos observado grandes avances en
la lucha contra algunas de esas formas de violencia. Sin embargo, para
muchas niñas, niños y adolescentes, la violencia es un hecho de la vida
que se ha vuelto crónico. Aunque ha habido progreso, éste permanece
obstaculizado por sus limitaciones: las tasas de niñas que son sometidas
a la mutilación genital femenina están disminuyendo rápidamente, pero,
sin embargo, debido a aumentos en la población, la cantidad de mujeres y
niñas que han experimentado esta forma de violencia está aumentando. La
cantidad de países que ha prohibido legalmente todas las formas de
castigo corporal de niñas, niños y adolescentes se ha triplicado desde
que el Estudio fue publicado, sin embargo, se calcula que mil millones
de niñas, niños y adolescentes todavía experimentan violencia física en
el hogar de manera regular. Las niñas, niños y adolescentes detenidos se
encuentran entre los más vulnerables a la violencia, y aunque las tasas
de detención en muchos de los sistemas judiciales juveniles del mundo
han disminuido considerablemente en la última década, estamos observando
un aumento en la detención de niñas, niños y adolescentes en los
sistemas de inmigración y adoptando nuevas formas.
Lo que quizás es aún peor es que muchas de las formas de violencia
más severas que experimentan las niñas, niños y adolescentes siguen
siendo legales, ya sea en los 14 Estados que todavía permiten la pena de
muerte para las niñas, niños y adolescentes, en los 22 países que
todavía permiten alguna forma legal de la mutilación genital femenina, o
los 93 que permiten que las niñas se casen antes de haber cumplido los
18 años de edad. El Estudio sobre la Violencia estableció el año 2009
como el límite para la prohibición por ley de todas estas prácticas,
pero todavía estamos lejos de alcanzar esta meta.
La persistencia de la violencia contra las niñas, niños y
adolescentes es un reto para todos y todas: ¿por qué no hemos logrado
alcanzar un cambio rápidamente? Las contribuciones de las y los expertos
globales claves sobre la violencia contra las niñas, niños y
adolescentes señalan algunas verdades difíciles sobre nuestros fracasos,
pero también apuntan hacia el camino a seguir. No hemos logrado
desafiar con eficacia la aceptación social de tantas formas de violencia
y ha resultado difícil conseguir la prohibición legal de todas las
formas de violencia que es una base necesaria para eliminar estas
prácticas. Si vamos a alcanzar la meta 16.2 de los ODS y eliminar todas
las formas de violencia contra las niñas, niños y adolescentes para el
año 2030, debemos aprender estas lecciones sobre nuestros esfuerzos
hasta ahora.
Este informe es la contribución del Consejo de ONG al inicio de esta
siguiente etapa en la lucha para eliminar la violencia contra las niñas,
niños y adolescentes: un recordatorio de cuán lejos hemos llegado y de
los retos que enfrentamos.
RECOMENDACIONES
El Estudio del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la
Violencia contra las Niñas, Niños y Adolescentes incluye una lista de 12
recomendaciones generales.
Estas son:
- Fortalecer los compromisos y medidas nacionales y locales
- Prohibir toda violencia contra las niñas, niños y adolescentes
- Dar prioridad a la prevención
- Promover valores no violentos y generar conciencia
- Aumentar la capacidad de todos los que trabajan con y para las niñas, niños y adolescentes
- Proporcionar servicios de recuperación y reinserción social
- Garantizar la participación de las niñas, niños y adolescentes
- Crear sistemas de denuncia y servicios accesibles y adecuados para las niñas, niños y adolescentes
- Asegurar la rendición de cuentas y poner fin a la impunidad
- Abordar la dimensión de género de la violencia contra las niñas, niños y adolescentes
- Elaborar y aplicar sistemáticamente sistemas nacionales de recolección de datos e investigación
- Fortalecer los compromisos internacionales
También existen recomendaciones más detalladas, enfocadas en los
cinco entornos de la infancia donde ocurre la violencia – el hogar y la
familia, las escuelas, los sistemas judiciales y de cuidado, el lugar
de trabajo y la comunidad.
La urgencia de actuar para aplicar las recomendaciones del Estudio
fue resaltada en los informes del Profesor Pinheiro. Tres
recomendaciones fueron señaladas con metas establecidas con límites de
tiempo:
- Para el 2007: integrar medidas de prevención y respuesta a la violencia contra las niñas, niños y adolescentes en los procesos de planificación nacionales, incluida la identificación de un punto focal, preferiblemente a nivel ministerial;
- Para el 2009: prohibir por ley toda la violencia contra las niñas, niños y adolescentes;
- Para el 2009: iniciar un proceso para desarrollar sistemas nacionales fiables de recolección de datos.
Para acceder al informe completo (en inglés), haga click aquí.
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