Es, según Inger Enkvist, la clave del éxito educativo en Finlandia.
Se ha convertido en uno de los sistemas más admirados del mundo
por sus buenos resultados y su calidad.
Al hablar de educación siempre miramos al modelo educativo finlandés.
¿Cómo es la educación de este país nórdico?
Imagen de la pedagoga sueca Inger Enkvist en la charla de la Universidad Internacional de La Rioja. UNIR |
Inger Enkvist es catedrática de español, y asesora del Ministerio de Educación sueco. Está casada, tiene dos hijos y cinco nietos. Para ella la educación debería estar por encima de la política de partido.
La ensayista y pedagoga sueca es experta en la comparación de sistemas educativos occidentales, y el pasado martes dio en Logroño una conferencia titulada Los secretos del milagro del sistema educativo finlandés, organizada por la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR).
En el programa La Ventana Inger Enkvist ha explicado las causas fundamentales del éxito educativo finlandés.
Este es un resumen de la interesante entrevista:
¿Cuál sería, en tres o cuatro palabras, o conceptos básicos, la clave de este éxito del modelo de Finlandia al que siempre miramos?
En Finlandia la docencia está considerada cómo una de las profesiones más respetadas.
Lo más importante es la calidad de los profesores. Los jóvenes que se dedican a la docencia están entre los mejores que salen del bachillerato.
¿Ese respeto incluye reputación social, retribución económica…?
Sí. Sobre todo incluye el respeto social.
La retribución se podría decir que es normal para gente con una larga preparación universitaria. Nada del otro mundo, pero muy decente.
¿Hay muchos profesores interinos, de esos que tres días antes de empezar el curso no saben si les tocará en un pueblo, o en una ciudad a 500 kilómetros?
Hay algunos, pero quizás no tantos como en España. Hay puestos fijos y los profesores no se mueven tanto.
¿Qué deberíamos cambiar para intentar parecernos al modelo finlandés? ¿Dónde está la clave? ¿En los recursos económicos, en la mentalidad de los padres, de los profesores, de los alumnos?
Es muy complejo -explica Inger Enkvist-, y no se puede dar una sola respuesta.
Es importante el tener una meta clara en la educación. La base del éxito finlandés es que tanto los alumnos como los padres respetan al profesor, respetan al sistema educativo. Y el Estado también respeta al profesor.
Todos los que se mueven en el ámbito de la educación tienen, más o menos, la misma meta. Es algo fundamental.
¿Sería posible traspasar el modelo educativo finlandés a España?
Podría funcionar. Depende de si realmente hay voluntad de hacerlo.
Hay un informe muy famoso, el informe McKinsey. Está el número 1 y el número 2. En el número dos se dan ejemplos de países o regiones que han cambiado su nivel educativo en unos seis años. Es posible.
Imagen de la serie Pippi Calzaslargas |
¿Por ejemplo? ¿Qué países o qué regiones?
Los países bálticos, Colonia, Alemania, y regiones como Minas Gerais en Brasil. Es posible si realmente se quiere cambiar.
¿Cuántos niños hay por aula, como máximo, en la escuela de Finlandia?
En general hay 25 alumnos.
¿Hacen deberes los niños al salir de clase?
Sí.
¿Cuántas horas de deberes hacen cada día?
Varía según la edad. Normalmente les enseñan a hacer deberes desde el primer año. Pero entonces son deberes muy breves. Se piensa que es una costumbre útil aprender a tener algo que hacer cada tarde.
Hay ahora una campaña de publicidad que se está emitiendo en España, de la marca sueca IKEA, que anima a que haya menos deberes para que los padres puedan compartir con los hijos las tardes y las cenas. Obviamente estamos hablando de interés comercial de una empresa que vende mesas para las cenas.
Pero el mensaje es bueno: menos deberes.
Para Inger Enkvist esto es una tontería.
Claro que es muy importante compartir la cena y conversar durante la cena. Nadie tiene nada en contra de eso. Pero el tema de los deberes es algo más complicado de como se explica en España.
Lo ideal es tener clases con un profesor inteligente y que haya concentración por parte del alumno.
Debe haber buenas clases, concentración, y después recreo. De nuevo clase, concentración, recreo… Y por la tarde ha de haber recreo y también un rato para hacer los deberes. Y cenar con la familia si es posible.
Ilustración de Robert Neubecker |
Entonces, la opinión respecto a esta campaña que está en marcha en España, de huelga de deberes los fines de semana del mes de noviembre…
Es un disparate. Ningún país con altos niveles educativos prescinde de los deberes.
Lo que hay que añadir es que los deberes pueden ser más o menos inteligentes.
Si el profesor manda hacer deberes muy mecánicos, aburridos, rellenar páginas en un libro de ejercicios… quizás no sean tan estimulantes.
Un buen profesor varia los deberes. Propone tareas que hagan reflexionar al alumno. Así que no son los deberes en sí, sino la calidad de esas tareas.
Volviendo a lo que Inger Enkvist decía al principio:
La clave principal es el respeto a los profesores y el respeto al sistema educativo.
Hoy por hoy, aquí, no vamos muy sobrados de eso.