Carolina Azevedo
Erradicar la pobreza significa abordar sus múltiples aspectos
Hay una regla del periodismo según la cual debemos explicar
el mensaje de manera tan clara que “hasta la abuela” lo entienda (o “la
tía”, dependiendo del país). Siempre me pregunto por qué nunca es el
abuelo o el tío. Pero esto ya es otro asunto.
Ahora que ya la conoces, olvida la regla de la abuela. Después de dar
una charla a un grupo de 20 niños en el jardín de infancia sobre lo que
el PNUD hace (el desarrollo sostenible, la reducción del riesgo de
desastres y otros términos extraños) me doy cuenta de que la regla debe
ser: comunicar de manera tan sencilla que hasta un niño de cinco años
pueda comprender el mensaje.
Por supuesto, la forma más fácil de explicarles el concepto de "resiliencia" fue
recordarles la historia del Lobo feroz y los tres cochinitos.
Recordarás que la casa de ladrillo (sí, la que tomo más tiempo y
esfuerzo en construirse) fue la única que resistió al “soplido” del lobo
(y también al viento y la lluvia fuerte, los niños pronto entendieron).
Sorprendentemente, cuando le pregunté al grupo de niños y niñas, de
diferentes orígenes culturales, viviendo en la ciudad de Nueva York, que
significaba para ellos la pobreza, respondieron (en el siguiente orden):
1. "No tener una casa apropiada"
2. "No tener una escuela apropiada"
3. "No tener suficiente para comer"
4. "En algunos lugares las niñas no pueden ir a la escuela." [Un pequeño dijo eso.]
5. "Un terremoto golpeó mi país y la gente perdió todo." [Los padres de la niña son de Nepal]
6. "No tener suficiente dinero."
Sólo uno mencionó el dinero, o el ingreso. La gran mayoría de los otros
no, contrariamente al concepto tradicional de que ser pobre significa
vivir con más o menos de 1.25 o 4 dólares al día.
Sorprendentemente, las respuestas de estos niños no difieren mucho de
los resultados recogidos por los grupos focales en 26 países de América
Latina y el Caribe, como parte de nuestro próximo Informe Regional sobre Desarrollo Humano (IDH) sobre "progreso multidimensional" y bienestar más allá del ingreso.
Tanto los hombres como las mujeres destacaron "tener un trabajo", no
tener que “comer salteado” (saltarse las comidas), "ver que sus hijos
terminen la escuela" y "tener acceso a la salud", como algunas de sus
respuestas a lo que el "progreso" y " bienestar" significaba para ellos.
Cuánto dinero ganan por día, semana o mes, era por supuesto mencionado,
pero rara vez como una prioridad principal. Esta evaluación cualitativa
y los resultados completos del informe se harán público en unos pocos
meses.
Al comenzar 2016, los países comenzarán a implementar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, incluyendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esto requerirá una nueva forma de pensar más allá de la tradicional separación de políticas públicas: de salud, la educación, la nutrición y la creación de empleo, por nombrar algunas.
Como lo dijo Jessica Faieta, Directora Regional del PNUD para América Latina y el Caribe: “’Más de lo mismo’ en términos de crecimiento - y públicas políticas – ya no producirá ‘más de lo mismo’ en la reducción de la pobreza y la desigualdad”.
Un enfoque integrado es crucial, a través de los múltiples Objetivos. Erradicar la pobreza significa abordar sus múltiples aspectos. Es el primero de los 17 Objetivos, todos interrelacionados.
Hasta los niños lo entienden.
Los niños como los adultos pobres no saben que el dinero, es la clave de su pobreza. Sueñan los sueños que recircula constantemente el poder, y nunca el dinero aparece como poder, como que su mal reparto es la causa del hambre, del analfabetsmo, de las enfermedades curables... de las violaciones, el explotacion laboral, de la trata y la esclavitud, de la guerra...
ResponderEliminarLos niños como los adultos pobres no saben de dónde vienen la pobreza, la enfermedad, la incultura, las violaciones, el trabajo esclavo, la trata y el comercio de carne humana...
Ya se encargan los "púltitos" del poder de que no se enteren qué es el dinero, de dónde viene y a quién sirve.
Sólo un niño ha respondido adecuadamente: el dinero...
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