Los niños reconocieron la importancia de crear un sistema educativo
que no los aleje de la realidad de los pueblos.
que no los aleje de la realidad de los pueblos.
“Nuestra cultura debe pasar a ser el centro del desarrollo”
Niños peruanos al Banco Mundial
Fotos: Jhirely Díaz / REDCIP
“Nosotros también debemos dar el consentimiento junto a nuestros padres, abuelos, amigos; porque nosotros tenemos voz y voto, podemos participar.
El enfoque de los derechos humanos siempre debe estar presente porque también somos humanos que piensan, sienten, sueñan”
“Nosotros afirmamos que nuestra cultura debe pasar a ser el centro de desarrollo y no solo lo sea la economía, como se piensa.
Desde nuestra cultura se debe definir qué tipo de desarrollo queremos, cómo lo queremos y por qué lo queremos”.
Foto: Jhirely Díaz / REDCIP |
Pocas veces se tiene la oportunidad
de escuchar la opinión de los más chicos sobre los llamados temas
grandes que afectan a la sociedad y al mundo. No obstante, durante el
evento “Desmintiendo el milagro peruano” el público tuvo el privilegio
de conocer lo que piensan.
Recogemos a continuación lo que dijeron.
El citado evento se desarrolló la segunda semana de octubre en la ciudad de Lima, con una importante afluencia de público.
Niños de esta misma ciudad y de Iquitos, ubicada en la selva norte del Perú, plantearon sus ideas respecto
a la función del Banco Mundial (BM), como parte de la mesa “Protección
de los Derechos del Niño en las Salvaguardas del Banco Mundial”.
El mensaje de los menores:
Que el actual modelo de desarrollo humano empiece a respetar la diversidad cultural.
Desarrollo, derechos humanos y cultura
Franz Navarro, de 13 años de edad, de la comunidad iquiteña de Belén,
planteó, por ejemplo, que el BM tome en cuenta, en los proyectos que
saque adelante, las opiniones de las poblaciones locales para construir
un modelo que considere su diversidad y sabiduría ancestral.
Advirtió en ese sentido que los derechos humanos, la identidad y la
cultura no son negociables en estos procesos y que si se presenta una
amenaza, hay que actuar.
“Queremos ser una población confrontadora, a la que le digan ‘yo
confío en ti y quiero que te empoderes’ y que a partir de ese
empoderamiento nuestra población se vuelva autónoma y sostenible”, dijo.
Séfora Amias, de 11 años, llamó la atención a su turno sobre el
modelo propuesto por el BM, que carece de un enfoque de derechos y no
protege a la niñez, ni a la infancia.
En ese marco, planteó que en adelante se consideren sus opiniones y
que no prime lo que denominó ‘la dictadura del adulto’. Sobre otro
punto, Séfora sostuvo que para que los proyectos se realicen no basta
con consultar a las poblaciones locales sino que se debe lograr su
consentimiento.
“Nosotros también debemos dar el consentimiento junto a nuestros
padres, abuelos, amigos; porque nosotros tenemos voz y voto, podemos
participar. El enfoque de los derechos humanos siempre debe estar
presente porque también somos humanos que piensan, sienten, sueñan”,
opinó.
Y finalizó mencionando que los proyectos deberían tener indicadores
relacionados
.- al respeto a las poblaciones;
.- al desarrollo armónico con la naturaleza;
.- a la sabiduría cultural;
.- a la felicidad y ternura para que haya menos estrés, más buen humor,
.- a la cero violencia y amor por el otro.
.- al Sumak Kawsay o Buen Vivir
.- al respeto a las poblaciones;
.- al desarrollo armónico con la naturaleza;
.- a la sabiduría cultural;
.- a la felicidad y ternura para que haya menos estrés, más buen humor,
.- a la cero violencia y amor por el otro.
.- al Sumak Kawsay o Buen Vivir
Luego fue el turno de Gabriel Herrera, de 12 años, delegado del
Consejo Consultivo de Niños, Niñas y Adolescentes (CCONNA) de Lima
Metropolitana, quien indicó que el desarrollo debería estar enfocado en
cuatro ejes: educación, naturaleza, salud y trabajo.
Sobre el primer eje educación, Herrera mencionó la trascendencia de crear un
sistema educativo que no los aleje de las realidades de los pueblos, y
que respete la naturaleza y saberes culturales. “Nosotros tenemos muy presente el Iskay Yachay que es la unión de dos
saberes culturales implicando el respeto. Es una clara forma de
plantear una perspectiva inclusiva que conlleve a nuestra conservación
de lo tradicional con las costumbres nuevas”, acotó.
Respecto al eje de naturaleza, el joven indicó que se debe dar el
cuidado adecuado de ésta para tener un mundo mejor, y criticó que los
proyectos de extracción sean prácticos pero no sustentables.
También sugirió que se priorice al concepto de Sumak Kawsay o Buen
Vivir, que significa generar el “bienestar de nuestros pueblos y
nuestras comunidades con el medio ambiente”.
“Se debe respetar el tipo de desarrollo dándole prioridad a la
valoración de nuestras sabidurías culturales exigimos y proponemos
controlar la contaminación que sufren los pueblos andinos y amazónicos”.
En salud y trabajo, Gabriel pidió reflexionar sobre cómo inciden en
las comunidades los proyectos de inversión para combatir la desnutrición
crónica infantil, la explotación laboral de niños y adultos, así como
ver otros temas como la implementación de seguros de salud, entre otros.
“Nosotros afirmamos que nuestra cultura debe pasar a ser el centro de
desarrollo y no solo lo sea la economía, como se piensa. Desde nuestra
cultura se debe definir qué tipo de desarrollo queremos, como lo
queremos y porque lo queremos”, concluyó.
El desarrollo que queremos
Por su parte, Alfredo Pérsico Gutiérrez, experto en derechos de la
infancia, comentó sobre la responsabilidad de los adultos de aprender a
dialogar, no solamente escuchar a los niños sino generar espacios de
co-construcción y de co-creación en conjunto.
Resaltó el valor del documento “La unidad y la diversidad de las
culturas”, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura (Unesco), que plantea al BM cómo se tiene que
convivir entre culturas con una estrategia intercultural que permita
definir el tipo de desarrollo que queremos.
Para finalizar, Pérsico determinó que se espera que “el Banco Mundial
tenga a bien de dialogar y que cada derecho sea un eje de desarrollo
para que los niños puedan ejercer sus derechos con igualdad”.
La participación de los menores fue posible gracias al apoyo del Bank
Information Center, el Instituto de Formación para Adolescentes y Niños
Trabajadores (INFANT), y la organización Save The Children
International.
Invitamos a escuchar parte de lo dicho en la mesa haciendo clic en el siguiente enlace:
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