Eduardo Azumendi
La nueva Carta de Derechos y Deberes de las personas en el Sistema
Sanitario de Euskadi recoge por primera vez como un derecho de las
mujeres amamantar a su bebé en cualquier espacio público.
La lactancia materna en
pública nunca ha pasado desapercibida. Se trata de un debate que, en
mayor o menor medida, no deja de generar polémica. Bien porque se trata
de normalizar o porque las madres agraviadas protestan por miradas
inquisitivas o comentarios reprobatorios. A partir de ahora, amamantar a
los bebés en cualquier espacio público de Euskadi se ha convertido en
un derecho con todas las de ley.
El
artículo 9 de la Carta, dedicado a la asistencia sanitaria específica
referida a la salud sexual y reproductiva, refleja que las mujeres
tienen derecho a ser “informadas y formadas en materia de lactancia
materna con objeto de fomentar su utilización en la alimentación
infantil” y a “ejercer el derecho a amamantar a los hijos e hijas en
cualquier espacio público”. La anterior Carta de Derechos y Deberes
estaba vigente en Osakidetza desde el año 1989 y la nueva va más allá de
mero catálogo de derechos y aspira a promover un ética de máximos. Y
por eso, incorpora, por primera vez, derechos vinculados directamente
con la buena organización y gestión del sistema sanitario, derechos
referidos a colectivos integrados por personas vulnerables, así como
sobre las necesidades específicas de personas afectadas por enfermedades
raras y relativos a la infancia, adolescencia, sexualidad,
reproducción, ancianidad y final de la vida.
Entre las novedades destaca
el derecho a amamantar en público, algo que, quien más y quien menos,
podía dar por supuesto, pero que ahora no deja ningún lugar a las dudas.
Precisamente, del 1 al 7 de agosto se ha celebrado en más de 170 países
la Semana Mundial de la Lactancia Materna, destinada a fomentar la
lactancia materna, o natural, y a mejorar la salud de los bebés de todo
el mundo. Con la Semana Mundial se conmemora la Declaración de
Innocenti, formulada por altos cargos de la OMS y el UNICEF en agosto de
1990 con el fin de proteger, promover y respaldar la lactancia materna.
Según la OMS, la lactancia natural es el mejor modo de proporcionar al
recién nacido los nutrientes que necesita y la recomienda como modo
exclusivo de alimentación durante los seis primeros meses de vida. A
partir de entonces se recomienda seguir con la lactancia materna hasta
los dos años, como mínimo, complementada adecuadamente con otros
alimentos inocuos.
Juan
Luis Uría, presidente de la Asociación por el Derecho a la Salud,
aplaude la nueva redacción de la Carta de Derechos y Deberes. “Cuando
las cosas no están reguladas, siempre hay alguien que te puede llamar la
atención, aunque parezca que lo que haces es de lo más normal, como dar
el pecho a tu hijo, es decir, alimentarle. Ahora, ya no hay ninguna
duda al respecto”.
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