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GSIA apoya el comunicado de... #30añosCDN.

"Las organizaciones de infancia y el Consejo General de la Abogacía Española 
instamos a la Fiscal General del Estado y al Defensor del Pueblo 
a que investiguen posibles delitos de odio contra los niños y niñas 
que llegan solos a España".

España, 14 de noviembre de 2019,

UNICEF, Save the Children, Fundación Raíces, la Plataforma de Infancia y el Consejo General de la Abogacía Española se han dirigido a la Fiscal General del Estado y al Defensor del Pueblo mostrándole su profunda preocupación acerca del fenómeno de estigmatización creciente en torno a los niños y niñas migrantes que llegan solos y solas a España, conocidos como los “MENA” (Menores Extranjeros No Acompañados). 
Las organizaciones hicieron llegar su preocupación a los dos organismos oficiales a través de una carta conjunta el pasado 7 de noviembre.

Según refieren estas organizaciones, durante los últimos meses se han dado numerosos casos en los que se ha criminalizado a estos niños, niñas y adolescentes a nivel social y político, a través de discursos que les tratan, de manera colectiva, como una amenaza social y un problema de orden público, relacionándolos directamente con la comisión de delitos y de actos violentos.
Las organizaciones de infancia han constatado que la proliferación de estos mensajes de criminalización y de odio está calando en la sociedad. Manifestaciones o actos de naturaleza política, como las que se han llevado a cabo en El Masnou en Catalunya, en el barrio de la Macarena en Sevilla y delante de los Centros de Menores de Hortaleza en Madrid, vulneran los derechos fundamentales de estos niños y niñas, y provocan que algunos sectores de la sociedad les perciban como una amenaza a la seguridad ciudadana.
Asimismo, estas entidades especializadas en infancia, insisten en que en ningún caso se debe dar a entender a través de declaraciones o acciones que “niño migrante no acompañado” es sinónimo de delincuente o de problema de orden público. Recuerdan que una afirmación general sobre su criminalidad vulnera el principio de no discriminación y la presunción de inocencia, contenidos en el artículo 40 de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, ratificada por España. 

Alza explosiva del homicidio infantil en México. #30añosCDN.

Asesinato de niños, nueva táctica de los cárteles para sembrar el terror.



Durante los 10 primeros meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador fueron asesinados 796 niños y adolescentes. La cifra representa que cada seis u ocho horas en promedio –según diversas fuentes– se comete el homicidio de un menor de edad.

Según especialistas consultados por Proceso, así como análisis estadísticos oficiales y de organizaciones no gubernamentales, la reciente matanza de tres mujeres y seis niños de la familia LeBarón en Sonora es reflejo de una conducta violenta constante, cuya creciente espiral de muerte y terror comenzó en 2017. Sólo en lo que va de la administración de López Obrador se han reportado entre tres y cuatro asesinatos y cuatro desapariciones diarios.

“Los homicidios de menores de 18 años han ido en aumento”, lamenta la jefa de protección del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) México, Dora Giusti.

“Entre 2015 y 2017 la tendencia fue al alza de manera drástica y preocupante; representa un aumento de 29.43% que desde entonces se mantiene”, dice en entrevista.

El director ejecutivo de la Red por la Defensa de la Infancia en México (Redim), Juan Martín Pérez García, advierte en entrevista que lo que hay que destacar en el asesinato de menores de edad es que “los grupos criminales han adoptado este patrón para generar terror en sus adversarios: otros grupos de la delincuencia y las fuerzas de seguridad”.




Estado Mundial de la Infancia 2019, Dos Informes UNICEF.


Niños, alimentos y nutrición: 
crecer bien en un mundo en transformación.

Portada informe EMI 2019
En un momento en el que 1 de cada 3 niños no recibe la nutrición que necesita para crecer bien, el Estado Mundial de la Infancia 2019 examina la situación de la malnutrición infantil en la actualidad.

Cada vez más, las comunidades se enfrentan a la triada maldita de la malnutrición: a pesar de los avances, 149 millones de niños menores de 5 años siguen sufriendo desnutrición crónica y casi 50 millones desnutrición aguda; cientos de millones de niños y mujeres sufren el hambre oculta que provoca la carencia de vitaminas y minerales; y las tasas de sobrepeso están aumentando rápidamente.

Autor: UNICEF.


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Malnutrición, obesidad infantil 
y derechos de la infancia en España.

Portada informe EMI Espana 2019
Coincidiendo con el lanzamiento de El Estado Mundial de la Infancia 2019: Niños, alimentos y nutrición y con el Día Mundial de la Alimentación, que se celebra el 16 de octubre, UNICEF Comité Español ha elaborado, en colaboración con la Gasol Foundation, el informe Malnutrición, obesidad infantil y derechos de la infancia en España.

En nuestro país, un 35% de los niños de 8 a 16 años tiene exceso de peso –según el estudio PASOS de la Gasol Foundation– debido a causas como la ingesta de una dieta inadecuada o un exceso de hábitos no saludables, como uso de medios de transporte para desplazamientos cortos o demasiado tiempo frente a pantallas.

Autor: UNICEF Comité Español y Gasol Foundation.

Impactos Psicosociales del caso Ayotzinapa. Hace seis años.


Tras la desaparición forzada de los hijos, los padres y madres han vivido 
otras formas de violencia derivadas de la respuesta de las instituciones. 
Estas formas de violencia, sobre todo en el proceso de búsqueda e investigación,
representan nuevos agravios y generan nuevos impactos traumáticos en un contínuum de violencia. 
Las instituciones, encargadas de garantizar los derechos de las víctimas, juegan un papel revictimizante.

Descargar documento.

La respuesta del gobierno frente a este caso ha generado nuevos impactos traumáticos y es otra forma de violencia contra las víctimas.
Ver testimonio completo

PRINCIPALES HALLAZGOS Y CONCLUSIONES


    Impacto trumático de los hechos

    El presente informe documentó y analizó los impactos en distintos grupos de víctimas estudiantes sobrevivientes, estudiantes heridos, niños y niñas familiares de los estudiantes; familiares de los estudiantes asesinados y familiares de los estudiantes desaparecidos. Cada grupo de víctimas presenta impactos diferenciados en función de situaciones específicas. Sin embargo, ciertos impactos aparecen de forma reiterada y han afectado a las víctimas con mayor profundidad.

    PÉRDIDA DE LA FUNCIÓN PROTECTORA DEL ESTADO

    La participación de los agentes del Estado en los ataques contra los normalistas y la desaparición forzada cuestiona la función protectora que se atribuía hasta entonces. La pérdida de la función protectora del Estado, como garante de los derechos de las personas, produce en los familiares un sentimiento de indefensión, desamparo y vulnerabilidad. Como consecuencia de esto, los padres y madres tienen miedo de que sus otros hijos sufran represalias por las actividades de búsqueda y denuncia que llevan a cabo. Ellos están decepcionados de las autoridades, no sólo por la falta de protección y por la participación de agentes del Estado en la desaparición, sino por las respuestas posteriores, sobre todo la falta de búsqueda efectiva de sus hijos.

    EL TIEMPO SE HA DETENIDO PARA LAS FAMILIAS

    La vivencia del tiempo detenido condensa los impactos traumáticos de la desaparición forzada y la desesperación de que a pesar de la movilización y búsqueda permanente, los familiares no logran saber de sus hijos. El duelo no tiene lugar porque no saben si sus hijos están vivos o muertos. La desaparición como la vivencia traumática sigue sucediendo, cada día es vivido como la repetición del anterior. Manifiestan que la búsqueda es lo que permite dar algún sentido a la vida cotidiana, pero viven de manera dolorosa la constatación de que el tiempo pasa en el mundo externo. Su tiempo detenido contrasta con el crecimiento de las plantas y los árboles, que evidencian la continuidad de la vida. Los padres y madres viven una experiencia paradójica y angustiante del tiempo, que no pasa en términos psíquicos pero que transcurre vertiginoso sin encontrar a sus hijos.

    Procesos de revictimización

    Tras la desaparición forzada de sus hijos, los padres y madres han vivido otras formas de violencia derivadas de la respuesta de las instituciones. Estas formas de violencia, sobre todo en el proceso de búsqueda e investigación, representan nuevos agravios y generan nuevos impactos traumáticos en un contínuum de violencia. Asimismo, se observa que las instituciones encargadas de garantizar los derechos de las victimas juagan un papel revictimizante.

    La impunidad y la manipulación de la realidad como un contínuum de violencia

    La difusión de la versión oficial sin sustento científico suficiente sobre los hechos, y los posteriores eventos en el que el Estado reitera su posición de sostener esta versión a pesar de los argumentos científicos que la ponen en duda, han generado impactos retraumatizantes en los familiares y han deteriorado su confianza en el Estado.

    Centralidad de la verdad y la justicia

    Para la gran mayoría de los familiares, tanto de estudiantes heridos como desaparecidos, y estudiantes sobrevivientes, la reparación integral del daño sólo tendría sentido a partir de la verdad y la justicia, acompañadas de medidas para reconstruir su proyecto de vida y que contribuyan a la no repetición de los hechos. Por esta razón, los ofrecimientos de reparación del daño que recibieron pocos días después de los hechos por servidores públicos representan más que un reconocimiento, una negación de la pérdida y un nuevo agravio.

    En este sentido, los familiares reiteradamente mencionan que cualquier forma de reparación debe empezar por el esclarecimiento de los hechos, la sanción a los responsables y la aparición de los 43 normalistas. Así, la búsqueda de justicia aparece como una necesidad psíquica y como el punto en el que se entrelaza la elaboración del duelo y los procesos sociales, jurídicos y políticos. Por lo tanto, la participación en el proceso jurídico y en las actividades de denuncia y reivindicación de sus derechos forman parte del proceso de elaboración del duelo, búsqueda de sentido y apoyo social.

Los delitos sexuales contra menores no prescribirán en Chile.

"A partir de hoy, el paso del tiempo no será 
nunca más un cómplice de los abusadores de nuestros niños, ni un aliado de la impunidad (...).
La responsabilidad de los que abusan de nuestros niños será imborrable, 
igual como es imborrable el dolor que ellos causaron".

La nueva ley, promulgada el 11/07/2019 , acaba con el plazo de entre 5 y 10 años 
para denunciar desde que la víctima alcanza la mayoría de edad.

Santiago de Chile,






Los delitos sexuales contra niños y adolescentes en Chile no prescribirán, una vez entre en vigor la ley promulgada, que se aprueba después de varios escándalos de abusos contra menores que han sacudido el país, sobre todo por parte de miembros de la Iglesia católica. El nuevo texto no es retroactivo, algo que generó un arduo debate durante la tramitación del proyecto en el Congreso.

"A partir de hoy, el paso del tiempo no será nunca más un cómplice de los abusadores de nuestros niños, ni un aliado de la impunidad (...). La responsabilidad de los que abusan de nuestros niños será imborrable, igual como es imborrable el dolor que ellos causaron", dijo el presidente chileno, Sebastián Piñera, que firmó la ley en un acto en la sede del Ejecutivo.


Hasta que entre en vigor la ley, en los próximos meses, los delitos sexuales contra menores de edad tienen un plazo de prescripción de entre 5 y 10 años desde que la víctima alcanza la mayoría de edad si esta no presenta una denuncia, algo que ocurre muy a menudo. 

En España, la legislación fija la prescripción en cinco años para el abuso y 15 para la agresión sexual desde que la víctima cumple los 18 años. El Gobierno de Pedro Sánchez aprobó en diciembre pasado un anteproyecto de ley que prevé que el plazo empiece a contar a los 30 años de edad.

"Todos sabemos que denunciar un abuso sexual es algo muy difícil, especialmente para aquellos que sufrieron los abusos sexuales durante su niñez o su adolescencia", señaló Piñera, quien añadió que muchas víctimas consiguen el valor y la fuerza para denunciar muchos años después de haber sufrido los abusos y con ayuda de profesionales.
El presidente aseguró que, entre 2015 y 2018, las denuncias de abuso sexual aumentaron un 33% y el año pasado superaron las 10.000, aunque esas cifras están lejos de mostrar la magnitud real del problema. Según una estimación de la Fiscalía chilena citada por Piñera, por cada víctima de abuso sexual que presenta una denuncia, hay otros siete menores de edad que también fueron abusados y no lo denunciaron.
"El silencio se debe al miedo, a la culpa, a la vergüenza, a los traumas, al sufrimiento y también al abuso de poder, porque detrás de los abusos sexuales muchas veces hay abusos de poder, manipulación, redes de encubrimiento", dijo el mandatario. Piñera lamentó que a las víctimas que deciden dar el paso de denunciar los abusos, el proceso penal posterior las lleva a "revictimizarse", un factor que incide en que muchas veces prefieran no acudir a la Justicia.
El presidente agradeció al Congreso por la rápida aprobación del proyecto y tuvo un gesto especial con James Hamilton y Vinka Jackson, dos representantes de la sociedad civil que colaboraron activamente en la elaboración de la ley. Hamilton es uno de los denunciantes del sacerdote Fernando Karadima, protagonista de uno de los casos de abusos sexuales cometidos por miembros del clero más mediáticos y destacados. Jackson, por su parte, es psicóloga, escritora y activista por los derechos de la infancia que, además, fue víctima de abusos cuando era una niña.

La nueva legislación también impide que prescriban las acciones judiciales civiles para perseguir la responsabilidad de los cómplices y los encubridores de los abusos, no solo a los responsables directos de los delitos.
Solamente en los casos conocidos en el interior de la Iglesia católica chilena, actualmente están abiertas 166 causas, contra 221 personas investigadas y que implican a 248 víctimas, de las que 131 eran menores de edad al sufrir los delitos, según datos de comienzos de mayo ofrecidos por la Fiscalía Nacional.

Niña incubadora.

 No sólo es en Corrientes donde acaba de legitimarse sin legalidad la adopción prenatal. 
Es decir, instituir a las pibas como incubadoras. 
Como depósitos de niños generados desde la violencia 
para ser paridos de prepo por madres pequeñas y frágiles 
y luego entregados a familias afortunadas.




 No sólo es en Corrientes donde acaba de legitimarse sin legalidad la adopción prenatal. Es decir, instituir a las pibas como incubadoras. Como depósitos de niños generados desde la violencia para ser paridos de prepo por madres pequeñas y frágiles y luego entregados a familias afortunadas. Que siempre esperan la desgracia de los desgraciados para quedarse con su fruto. 
No sólo es Corrientes, aunque sea provincia Pro Vida por decreto desde 2011, aunque sea allí donde una piba de 18, atravesada por la violación sistemática de su padrastro, con una nena de tres parida a los quince y otra en la panza, con la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) negada a pesar de que es una de las razones para la ILE. Pero Corrientes no tiene ILE porque Corrientes es una embajada. Es territorio de la injusticia. Pero no el único.

Porque fue en Jujuy donde obligaron a parir a una nena de once años ultrajada a la que le negaron la ILE. Y le guardaron la familia –lo dijo el gobernador Morales públicamente- para que le adoptara el fruto de su desgracia. Para eso la nena tenía que atravesar todo el embarazo. Nueve meses como envase de aquello que nunca quiso. Porque fue violada primero por el vecino y después por el estado. Una y mil veces.


Como la piba de 18. La de Corrientes. Violentada durante años en su casa. Sin que nadie la viera. Embarazada de esa violencia. Negado ese aborto. Y una vez más. Otra vez el ultraje y el embarazo y la desgracia de una provincia sin ILE porque es un territorio independiente que decide qué es la vida que hay que defender. Cuál es esa vida.

No habría alternativa para ella. Que no quería ver a ese bebé. Que si tenía que nacer, no quería verlo. Entonces es paquete. Es depósito. Es incubadora. Y es la legitimación de la adopción prenatal. Que es ilegal.

Porque desde 2011 Corrientes es provincia Pro Vida por obra, gracia y orgullo del entonces gobernador radical confuso Ricardo Colombi. Porque un tal Julián Dindart fue ministro de Salud de la provincia y más tarde diputado de Cambiemos y presidente de la comisión de Mujer, Familia, Niñez y Adolescencia de la Cámara baja. Y, con tajante coherencia, dijo en 2012 que las pibas se embarazaban para cobrar la AUH. Justo cuando en 2012 dos chiquitas de 10 años parían en Corrientes después de violaciones intrafamiliares. Bajo su ministerio. Y en 2016 lo reafirmó, desde su comisión.

En una estructura ultramontana, cada tres días una nena de 10 a 14 años se convierte en madre en Corrientes después de una violación. Nadie la ve. Ni las redes sociales cerradas ni el estado, que enceguece ante el destino de la fragilidad. Una de las mayores tasas de maternidad adolescente brota en Corrientes. La mayor parte son embarazos no deseados. Las pibas no quieren tener esos hijos. En 2012 ese ministro de Salud, Julio Dindart, mostró impúdicamente la hilacha de su desprecio: “se embarazan porque tienen un recurso económico como premio por haber tenido un hijo”, dijo. Tres años antes Clarín había titulado (el 5 de abril de 2009) “La fábrica de hijos: conciben en serie y obtienen una mejor pensión del Estado”.

Ante las chiquitas violadas y embarazadas, mínimos cuerpos sin desarrollo suficiente como para contener otra vida dentro, psicológicamente arrasadas, el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, batió su lengua en el serpentario. Por las dudas. “Aun en medio de la conmoción e indignación que produjo el hecho, es importante recordar que toda vida humana es un don de Dios y que como tal debe ser respetada y protegida desde el inicio y luego en todas las fases de su desarrollo, hasta su término natural”.

Y luego cargarlas toda la vida con la sombra de su tragedia. O convertirlas en maletas de niños. Cajas transitorias donde se guarden los regalos para las clases predominantes.

En territorios sin derechos ni leyes

“Me gusta nadar y disparar”, Diario de un niño adiestrado para la guerra en Ucrania:

El fotógrafo Diego Ibarra Sánchez visitó dos campamentos de verano de educación patriótica en Ucrania, 
donde los niños aprenden rudimentos militares en el contexto de la tensión entre su país y Rusia. 
El autor retrató a los pequeños con una Polaroid, les pidió que escribiesen 
y dibujasen sobre su experiencia en el campamento, y compuso todo en un cuaderno escolar.


  • “Decidí unirme a este campamento para ponerme a prueba. Aquí te enseñan cómo aplicar primeros auxilios y cómo comportarte o reaccionar en caso de accidente. Tienes que defender tu país para prevenir el caos y el número de muertos.Y lo voy a defender. De mayor me gustaría ser modelo o diseñadora”. Glukh Sophiya, de 11 años.
    “Decidí unirme a este campamento para ponerme a prueba. Aquí te enseñan cómo aplicar primeros auxilios y cómo comportarte o reaccionar en caso de accidente. Tienes que defender tu país para prevenir el caos y el número de muertos.Y lo voy a defender. De mayor me gustaría ser modelo o diseñadora”. Glukh Sophiya, de 11 años.
  • “Me gusta el campamento Lider porque es muy bonito. Mis actividades favoritas son nadar, el arte y las clases de deporte. Nuestra Ucrania debe ser defendida porque, si no, los rusos la capturarán y nos obligarán a hacer lo que ellos quieren. De mayor quiero convertirme en modelo, pero también me gustaría convertirme en soldado porque así podré defender a mi país de sus enemigos. Sueño con una gloriosa y preciosa Ucrania”. Katerina Strogan, de 7 años.
    “Me gusta el campamento Lider porque es muy bonito. Mis actividades favoritas son nadar, el arte y las clases de deporte. Nuestra Ucrania debe ser defendida porque, si no, los rusos la capturarán y nos obligarán a hacer lo que ellos quieren. De mayor quiero convertirme en modelo, pero también me gustaría convertirme en soldado porque así podré defender a mi país de sus enemigos. Sueño con una gloriosa y preciosa Ucrania”. Katerina Strogan, de 7 años.
  • “Me gustan los ejercicios militares y nadar en la piscina. También me gustan las cruzadas de los cosacos, como la que tuvimos el otro día. Descubrimos la cocina ucrania, las canciones populares y a nuestros héroes. Creo que es importante defender a nuestra madre patria porque es la única que tenemos. Ahora hay una guerra. De momento no sé lo que quiero ser cuando sea mayor… No me gustaría convertirme en soldado porque la guerra me asusta. Quiero que termine esta guerra y que todo sea bueno”. Viktoriya Maistrenko, de 8 años.
    “Me gustan los ejercicios militares y nadar en la piscina. También me gustan las cruzadas de los cosacos, como la que tuvimos el otro día. Descubrimos la cocina ucrania, las canciones populares y a nuestros héroes. Creo que es importante defender a nuestra madre patria porque es la única que tenemos. Ahora hay una guerra. De momento no sé lo que quiero ser cuando sea mayor… No me gustaría convertirme en soldado porque la guerra me asusta. Quiero que termine esta guerra y que todo sea bueno”. Viktoriya Maistrenko, de 8 años.
  • “Lo que me gusta del campamento Lider son los profesores y el espacio del campamento, así como disparar, las municiones y la piscina. Tenemos que defender a nuestra madre patria porque, si no, desaparecerá. Me gustaría convertirme en ingeniero. La gente respeta a los ingenieros. No quiero convertirme en soldado porque quiero estar con mi familia en casa y los soldados suelen ser tomados como rehenes. Pero los respeto. Sueño con que la gente arroje menos basura a las calles. Sueño con que el Gobierno se convierta en un Gobierno más amable. Quiero menos gases contaminantes y más árboles…”. Oleksandr Shumsky, de 11 años.
    “Lo que me gusta del campamento Lider son los profesores y el espacio del campamento, así como disparar, las municiones y la piscina. Tenemos que defender a nuestra madre patria porque, si no, desaparecerá. Me gustaría convertirme en ingeniero. La gente respeta a los ingenieros. No quiero convertirme en soldado porque quiero estar con mi familia en casa y los soldados suelen ser tomados como rehenes. Pero los respeto. Sueño con que la gente arroje menos basura a las calles. Sueño con que el Gobierno se convierta en un Gobierno más amable. Quiero menos gases contaminantes y más árboles…”. Oleksandr Shumsky, de 11 años.
  • Adiestramiento militar de niños en el campo de Volodymyr.
    5. Adiestramiento militar de niños en el campo de Volodymyr.
  • “Lo que me gusta del campamento Lider es nadar en la piscina y cuando nos enseñan técnicas básicas de supervivencia en el bosque. Además, me gusta cantar, tocar la guitarra y acampar. Me gustan los ejercicios militares, disparar con el fusil. Es importante defender a tu madre patria porque el enemigo puede capturarnos y me daría mucho miedo. Cuando sea mayor me convertiré en minero. Además, me gustaría convertirme en un soldado porque los soldados defienden nuestro país porque la guerra viene. Sueño con que la guerra acabe”. Danylo Plotnikov, de 8 años.
    “Lo que me gusta del campamento Lider es nadar en la piscina y cuando nos enseñan técnicas básicas de supervivencia en el bosque. Además, me gusta cantar, tocar la guitarra y acampar. Me gustan los ejercicios militares, disparar con el fusil. Es importante defender a tu madre patria porque el enemigo puede capturarnos y me daría mucho miedo. Cuando sea mayor me convertiré en minero. Además, me gustaría convertirme en un soldado porque los soldados defienden nuestro país porque la guerra viene. Sueño con que la guerra acabe”. Danylo Plotnikov, de 8 años.
  • Un instructor del club patriótico militar de Donetsk 'Los herederos de la historia' enseña a matar con cuchillo.
    7. Un instructor del club patriótico militar de Donetsk 'Los herederos de la historia' enseña a matar con cuchillo.
  • “Me gusta la programación, la disciplina y los ejercicios militares. Creo que es importante defender a tu madre patria porque podría ser capturada por el enemigo fácilmente y ser capturados y convertidos en rehenes y asesinados. De mayor quiero convertirme en investigador de peces. No quiero convertirme en soldado porque asusta y me da miedo. Sueño con que no haya nunca más guerras en el mundo. Así como sueño con que el mundo se convierta en más ecológico, que las armas desaparezcan y que solo los guardias tengan acceso a ellas”. Mykhailo Deinikov, de 8 años.
    “Me gusta la programación, la disciplina y los ejercicios militares. Creo que es importante defender a tu madre patria porque podría ser capturada por el enemigo fácilmente y ser capturados y convertidos en rehenes y asesinados. De mayor quiero convertirme en investigador de peces. No quiero convertirme en soldado porque asusta y me da miedo. Sueño con que no haya nunca más guerras en el mundo. Así como sueño con que el mundo se convierta en más ecológico, que las armas desaparezcan y que solo los guardias tengan acceso a ellas”. Mykhailo Deinikov, de 8 años.
  • “Lo que me gusta del campamento Lider es la piscina, los obstáculos militares y los profesores. Para mí es importante defender el país porque hay gente que no puede defenderse ni defender nuestra patria. Podemos ayudar a otros a tener un país en paz: nuestra querida Ucrania. Quiero convertirme en programador informático, pero también me gustaría convertirme en soldado para defender mi país. Sueño con la paz en nuestro país porque no quiero ver gente morir”. Oskar Semetski, de 9 años.
    “Lo que me gusta del campamento Lider es la piscina, los obstáculos militares y los profesores. Para mí es importante defender el país porque hay gente que no puede defenderse ni defender nuestra patria. Podemos ayudar a otros a tener un país en paz: nuestra querida Ucrania. Quiero convertirme en programador informático, pero también me gustaría convertirme en soldado para defender mi país. Sueño con la paz en nuestro país porque no quiero ver gente morir”. Oskar Semetski, de 9 años.
  • Anna Lisovenko, miembro del club patriótico militar 'Los herederos de la historia' en Donetsk.
    10. Anna Lisovenko, miembro del club patriótico militar 'Los herederos de la historia' en Donetsk.
  • “Me gusta nadar y disparar en el campamento Lider. En mi familia todos disparan: mi madre, padre, abuela… Es importante saber disparar y defender a tu madre patria porque, de no ser así, Rusia se hará con ella y Ucrania se convertirá en parte de Rusia. Y será muy malo, ya que no seremos capaces de hablar, leer y escribir en ucranio nunca más. Cuando crezca quiero convertirme en veterinaria. Amo los animales. Antes tenía un hámster, una tortuga y cuatro loros. Ahora tengo dos chinchillas y un gato. No me gustaría convertirme en soldado porque frecuentemente son heridos y tengo miedo. Quiero que la gente deje de beber, de fumar y de maldecir”.Yelena Shevel, de 10 años.
    11 “Me gusta nadar y disparar en el campamento Lider. En mi familia todos disparan: mi madre, padre, abuela… Es importante saber disparar y defender a tu madre patria porque, de no ser así, Rusia se hará con ella y Ucrania se convertirá en parte de Rusia. Y será muy malo, ya que no seremos capaces de hablar, leer y escribir en ucranio nunca más. Cuando crezca quiero convertirme en veterinaria. Amo los animales. Antes tenía un hámster, una tortuga y cuatro loros. Ahora tengo dos chinchillas y un gato. No me gustaría convertirme en soldado porque frecuentemente son heridos y tengo miedo. Quiero que la gente deje de beber, de fumar y de maldecir”.Yelena Shevel, de 10 años.
  •  “Vine aquí porque te inspiras profundamente y te encuentras muchos amigos que te apoyan en cualquier situación complicada. Aprendemos a trabajar en equipo y a superar cualquier situación difícil. He nacido aquí y he pasado muchos años de mi vida en Ucrania, y la amo con todo mi corazón. De mayor, quiero convertirme en jugador de fútbol”. Danylo Satsuk, 12 años.   --  "Ahora hay una guerra”. Esta frase, escrita en el cuaderno de uno de los niños que acuden a los campamentos de educación patriótica de Ucrania, es la realidad y se trata de una realidad determinante. La guerra que con distintas fases de intensidad transcurre en el este del país desde 2014 destruye lo que en otras circunstancias podría ser considerado un juego y juzgado como tal, ya fuera desde posturas pacifistas abstractas o desde ópticas formadas en países prósperos, en democracias consolidadas  incapaces de imaginarse contiendas civiles o con Estados vecinos expansivos y con complejos de “hermano mayor”. En los campamentos Lider y Ranger, los niños plasman el mundo que les rodea. Dibujan fusiles, tanques, ambulancias y camillas. Sueñan con un país en paz, con poder leer y escribir en su propia lengua, con vivir su propia vida. Aman los animales, la piscina y a los cosacos, y quieren menos basura y menos contaminación, mejores carreteras y un futuro digno. Su pesadilla es ser capturados, convertidos en rehenes y asesinados. No glorifican las armas, las toman y aprenden a manejarlas como forma de defenderse y sobrevivir.     Texto de Pilar Bonet
    12 "Vine aquí porque te inspiras profundamente y te encuentras muchos a  migos que te apoyan en cualquier situación complicada. Aprendemos a trabajar en equipo y a superar cualquier situación difícil. He nacido aquí y he pasado muchos años de mi vida en Ucrania, y la amo con todo mi corazón. De mayor, quiero convertirme en jugador de fútbol”. Danylo Satsuk, 12 años.

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    "Ahora hay una guerra”. Esta frase, escrita en el cuaderno de uno de los niños que acuden a los campamentos de educación patriótica de Ucrania, es la realidad y se trata de una realidad determinante. La guerra que con distintas fases de intensidad transcurre en el este del país desde 2014 destruye lo que en otras circunstancias podría ser considerado un juego y juzgado como tal, ya fuera desde posturas pacifistas abstractas o desde ópticas formadas en países prósperos, en democracias consolidadas  incapaces de imaginarse contiendas civiles o con Estados vecinos expansivos y con complejos de “hermano mayor”. En los campamentos Lider y Ranger, los niños plasman el mundo que les rodea. Dibujan fusiles, tanques, ambulancias y camillas. Sueñan con un país en paz, con poder leer y escribir en su propia lengua, con vivir su propia vida. Aman los animales, la piscina y a los cosacos, y quieren menos basura y menos contaminación, mejores carreteras y un futuro digno. Su pesadilla es ser capturados, convertidos en rehenes y asesinados. No glorifican las armas, las toman y aprenden a manejarlas como forma de defenderse y sobrevivir. 
    Texto de Pilar Bonet


El 100% de centros de administración directa del Sename (Chile) se vulneraron los derechos de niños.

La Fiscalía ordenó a la Policía de Investigación del Chile (PDI) realizar este Informe.

La investigación solicitada por el fiscal con designación preferente para el caso Sename, Marcos Emilfork Konow, arrojó además que en el 50% del total de los centros indagados durante parte del 2017, se registraron vulneraciones de índole sexual. 


por Macarena Segovia, 2 julio, 2019,
Informe “oculto” de la PDI: en el 100% de centros de administración directa del Sename se vulneraron los derechos de niños y niñas
Crédito: Agencia UNO
 “se ha normalizado un funcionamiento estructural y práctico defectuoso que pudiese propender a la instalación de escenarios altamente riesgosos, tanto para la integridad de los niños, niñas y adolescentes como para el aseguramiento de un contexto adecuado para su desarrollo, sobre todo, ante el alto porcentaje de centros donde existe registro de hechos constitutivos de vulneración a los derechos de los NNA”.

Acceso al Informe de la PDI.
La muerte de la pequeña Lissette Villa Poblete, el 11 de abril de 2016, en el CREAD Galvarino en Santiago, remeció por completo al país y develó la realidad de los niños y jóvenes cuyas vidas quedan bajo el cuidado del Estado, en los centros del Sename. La incongruencia de las cifras respecto a los niños y las niñas que han fallecido en los centros, que alcanzan los 1.313 durante diez años, llevó a que el fiscal con designación preferente para el caso Sename, Marcos Emilfork Konow, solicitara a la Policía de Investigaciones (PDI) la realización de un informe sobre la condición de los niños y las niñas en el Sename.
La PDI creó un equipo de tarea especial para recabar información, liderado por el comisario Francisco Ceballos Espinoza, subdirector del Instituto de Criminología, el que emitió un duro informe en diciembre de 2018, documento que, según el ministro de Justicia Hernán Larraín, nunca llegó a sus manos ni a la cartera.

El estudio comprende 240 centros residenciales dependientes del Sename: 29 de ellos corresponden a centros de Administración Directa de Sename (12%), mientras que 212 pertenecen a Instituciones Colaboradoras (88%).

Considerando el total de instituciones, el documento establece que durante parte del 2017 se registraron “2.071 hechos constitutivos de vulneración hacia los residentes de los centros del país, de ellos, 432 corresponden a maltratos por parte de adultos”. Esto corresponde al 88,3% de las residencias, y en el 58,3% de los centros, y las situaciones de maltrato fueron imputadas a los mismos trabajadores encargados del cuidado de los residentes. No solo eso: además, en el 50% del total de los centros estudiados (120) se han registrado actos de violencia de índole sexual.

En el caso de los centros dependientes del Estado (Cread), los datos son lapidarios porque, de acuerdo a la información recabada por la PDI, en el 100% de ellos “se ha vulnerado gravemente, y de manera sistemática, los derechos de los niños, niñas y adolescentes (NNA) que han estado bajo la tutela del Estado”. Además, “en el 100% de los CREAD se han registrado vulneraciones graves de derechos contra las NNA por parte de los propios funcionarios de los centros”.

El informe realizado por la policía establece que hay 107 residencias que no cuentan con “protocolos mínimos exigidos por Sename para el funcionamiento residencial (44,5%)”, y el 72,1% (173) no cuenta con protocolos de fallecimiento para los niños y las niñas de los centros.
Respecto a las condiciones de salud en las que se encuentran los y las menores, el informe de la Policía de Investigaciones establece que “1.358 residentes presentan algún grado de discapacidad y 659 corresponden a residentes que habitan en centros de protección para lactantes”. El 85,8% de los centros (206 de 240) mantiene residentes con patología psiquiátricas diagnosticadas.

Investigación sin previo aviso

En sus conclusiones, el informe de la PDI determinó que “se ha normalizado un funcionamiento estructural y práctico defectuoso que pudiese propender a la instalación de escenarios altamente riesgosos, tanto para la integridad de los niños, niñas y adolescentes como para el aseguramiento de un contexto adecuado para su desarrollo, sobre todo, ante el alto porcentaje de centros donde existe registro de hechos constitutivos de vulneración a los derechos de los NNA”.
Finalmente, sugiere la conformación de una instancia técnica de carácter independiente que pueda investigar, sin acordar aviso previo, a los centros del Sename.


Las niñas violadas obligadas a ser madres llevan su causa a la ONU:

Guatemala, Ecuador y Nicaragua responderán ante el Comité de Derechos Humanos 
por una legislación que penaliza a las víctimas. 
América Latina, a la cola en derecho al aborto.


 Luis Pablo Beauregard,
México 29 MAY 2019,
                    sociedad / elpais.com.
Una niña de 13 años violada por un sacerdote en Nicaragua. Una menor abusada sexualmente por su abuelo en la zona caribeña del mismo país centroamericano. En Guatemala, una víctima de 12 años violada por un funcionario gubernamental responsable de un programa de apoyo a la niñez. Y en Ecuador, otra niña de 12 con la vida rota por el incesto. 
Todas ellas fueron madres demasiado pronto 
sin que se les dieran opciones para abortar. 
La impunidad también sella años de dolor.


Estos cuatro casos se presentan hoy en el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en un litigio único que ilustra uno de los más dolorosos estigmas de América Latina, la única región del mundo donde aumenta la violencia sexual contra las niñas.

La demanda en contra de los Estados en los que se registraron las violaciones —Guatemala, Ecuador y Nicaragua— la llevan Ginebra Planned Parenthood Global, una organización por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, otras seis asociaciones de la región y el Centro de Derechos Reproductivos estadounidense. 
La acción pretende impulsar una reforma legal. Los derechos que el comité de la ONU declare violados crearán estándares para todos los Estados que han ratificado el pacto de derechos civiles y políticos. Se prevé que se soliciten medidas generales para cambiar la situación legal en el territorio. “Esto se puede traducir en una despenalización del aborto en Nicaragua o protocolos de implementación en Guatemala”, señala Catalina Martínez, directora regional para América Latina y el Caribe del Centro de Derechos Reproductivos.

“Los Estados tendrán que cumplir los estándares que dicte el comité”, explica también Ximena Casas, de Planed Parenthood Global.

Los funcionarios de Naciones Unidas escucharán a las víctimas de Ecuador y Guatemala. La ecuatoriana Norma (nombre ficticio) fue violada a los 12 años por su padre. Sus hermanas y primas también fueron violentadas por su padre, padrastros y tíos. Hoy cuida de su hijo en una casa de acogida donde recibe atención psicológica. En Ecuador, siete niñas menores de 14 años resultan embarazadas al día por la violencia sexual.

Fátima, originaria de Guatemala, tiene 21 años. Hace nueve fue violada por un hombre cercano a su familia que era empleado de la Secretaría de Bienestar Social. Ocurrió en una guardería gubernamental donde la ingresó su madre al morir el padre. Allí estuvo con su hermana y ambas fueron víctimas de aquel hombre. Casi una década después, el violador y padre del hijo de Fátima no ha sido llevado a la justicia. “Si el Estado no lo detiene es porque no quiere”, asegura Paula Barrios, de Mujeres Transformando el Mundo, una de las organizaciones que va a Ginebra.

América Latina tiene la segunda tasa más alta de embarazos adolescentes tras África. Pero es la única región donde aumenta la violencia sexual contra ellas. Faltan medidas en materia de derechos sexuales y reproductivos y está prohibido al acceso a la pastilla del día después.

Planned Parenthood calcula que en la zona se supera el millón de niñas que sufren violencia sexual cada año. La organización documentó en 2015 más de 214 casos en los que detallaron el impacto mental y social entre las víctimas, ahogadas por la depresión, la angustia y los pensamientos suicidas. El suicidio es la segunda causa de muerte entre los adolescentes. En Guatemala, por ejemplo, el embarazo adolescente es la primera causa de abandono escolar.

Las activistas de la organización han encontrado un patrón en el que se desenvuelven estos comportamientos criminales. “En estos países, el Estado falla dos veces. No protege a las niñas de la violencia sexual y les impone un embarazo producto de un delito en donde ellas no pueden tomar sus decisiones”.

Hay 26 países en el mundo que son muy restrictivos con el aborto (lo penalizan o solo lo permiten para salvar la vida de la madre). Entre los que lo castigan totalmente, seis están en América: Nicaragua, Honduras, El Salvador, Surinam, Haití y República Dominicana. En Nicaragua, ocho de cada diez víctimas de violación tienen menos de 13 años, según Planned Parenthood.

La decisión de presentar los casos ante la ONU pretende impulsar cinco estándares: primero, obligar a una niña violada a continuar el embarazo es cruel, inhumano y degradante. El segundo llama a respetar la autonomía y capacidad de juicio de las niñas. El tercero pide tratar este asunto como discriminación de género, pues muchas de las niñas y mujeres no tienen acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva. El cuarto es el derecho a la integridad personal: que las menores que quieran abortar no sean tratadas como criminales, el aborto debe ser materia de servicios de salud y no del código penal. El quinto, y último, es el derecho a la vida: las menores de 14 años tienen cuatro veces más riesgo de morir en el parto.

El caso buscará reparaciones pero, para Ximena Casas, “es una oportunidad única para garantizar que las vulneraciones no vuelvan a ocurrir”, añade.

Más Información:
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La infancia del femicidio.

A la muerte de las niñas y los niños 
como como herramienta de venganza 
se le llama femicidio vinculado.
Las pesadillas de la infancia que vio morir a su madre a golpes 
en manos de su padre no tienen nombre. 
El terror con el que crecerá no tiene alivio.




A la muerte de las niñas y los niños como como herramienta de venganza se le llama femicidio vinculado. Las pesadillas de la infancia que vio morir a su madre a golpes en manos de su padre no tienen nombre. El terror con el que crecerá no tiene alivio. Los que todavía estaban en la panza de su madre cuando la asesinaron murieron con ella. En algún caso lograron nacer. ¿Tiene nombre el potencial transcurso de esa vida? La infancia que se quedó sola, con madre asesinada y padre preso o suicidado lleva la carga de su historia sobre las espaldas. Su referencia de familia será la tragedia. Habrá puesto a la madre en el lugar del martirio. Y habrá destituido al padre de su rol legendario. A todas las madres y todos los padres, en su abstracción. 

La nena de 10, de 13, convertida en madre por la prepotencia del poder, 
a la que por la misma prepotencia se le impide el aborto legal, 
a la que se la obliga a parir un niño no querido, 
será víctima y sombra de ese niño que vivió, con ella o sin ella.


Los que no llegan a nacer y mueren con sus madres son ignorados por los talibanes que toman los hospitales e impiden una interrupción legal del embarazo. Será que a la interrupción del embarazo de cinco meses de Juana Brítez la decidió su marido el 31 de enero. Y no ella misma. Que murió entre las llamas que él le encendió en su cuerpo. Será que el fin del embarazo de siete meses de Jésica Riquelme lo decidió su pareja, de un golpe brutal en la cabeza, que la mató a ella y a su hijo.


En diez años casi 3500 hijos se quedaron sin madre. Centenares no llegaron a nacer, bajo el fuego, las balas o el cuchillo de quien cree tener en sus manos el boleto de compra y venta de una mujer. Los niños son elementos laterales. Sus muertes son daños lógicos en una guerra de siglos. Los ojos que miran morir a su madre estarán perseguidos de por vida por esa imagen.

La niña muerta el 7 de enero de 32 puñaladas en la cocina de su madre es un mensaje de su propietario para que sepa de lo que es capaz. Para que sepa que puede tocar donde más duele. Joselín Mamani tenía decenas de años para soñar, jugar, tropezar, disfrutar y sufrir. Pero viva. Su madre ya es un fantasma prendido fuego que nunca dejará de quemarse. Viva pero extinguida.


Tomás tenía 9 años cuando la ex pareja de su madre lo mató a golpes en 2011. Después hizo fotos y videos con el bebé que tuvieron con la mamá de Tomás. Mientras Tomás moría solo y aterrado en un descampado. Baldío como su suerte. El bebé fue instrumento de dominación y coartada. Tomás, de venganza. Ambos son niños estragados. Uno vivo y el otro muerto.

Las chiquitas que sufren la apropiación de sus cuerpos desde la niñez y las desaparecen, las abusan y las matan han sido el 8,3 % de los femicidios de enero de 2019.

En los últimos cinco años dos nenas de menos de 15 años fueron asesinadas por mes. Unas 28 muertes al año. El 20 % de quienes determinaron sus asesinatos, los que les dejaron en claro quién maneja los hilos de la vida y de la muerte, se dispararon en la cabeza. Mensaje claro de que no acatarían sometimiento posible. Ni a la justicia ni a la cárcel.

Esta semana murió Sofía, en General Roca. Tenía tres años y estaba internada con su cuerpo roto por los golpes y el abuso sexual. Están presos su madre y la pareja de su madre.

Chiara Páez tenía 14 cuando fue asesinada por su novio de 16 años, en 2015. La enterró en el patio de su casa. Estaba embarazada y ni él ni su familia aceptaban ese inconveniente. En ese patio comieron un asado todos, después de quitarse de encima el problema. Los problemas: una niña de 14 y un bebé que llegaría en algunos meses a generar obligaciones.

Angelina Cáceres tenía 13 años y un mes de desaparecida cuando el 25 de enero encontraron su cuerpo, ya irreconocible, en una zona rural de Resistencia. Había ido a la iglesia evangélica del barrio y no regresó. Está detenido Javier Peralta, de 21 años.


Cuando agonizaba 2018, Claudia Dino trabajaba en la tarefa y jugaba al fútbol En Misiones. Tuvo pegaditos a su cuerpo a sus cuatro hijos hasta el que el hombre que le escrituró la vida la mató a cuchillazos. Los cuatro niños no sólo son huérfanos, sino que llevarán en la voluntad el freno constante de la imagen de su madre muriendo.

Cada semana los daños colaterales de esta guerra subterránea donde uno es el que domina y sólo ese uno maneja el armamento, agrega seis nuevas víctimas. Seis niños más que vivirán con la familia si la hay. O serán institucionalizados. O terminarán con el femicida o sus cómplices como en el increíble caso de José Arce, que junto a su madre mandó a matar a Rosana Galliano. Los niños terminaron viviendo con el femicida en prisión domiciliaria.

Las infancias del sometimiento son víctimas silenciosas de un patriarcado que es socio inseparable del capitalismo. El estado que los legitima replica esa violencia en todos sus estamentos. Dispone una casa donde los niños viven en una espiral de violencia y de abuso de poder –que legitima y desencadena esa violencia- y naturaliza que por ahí pasen las relaciones afectivas. Aunque no llegue al femicidio, esa cadena determinante marcará sus días.

El estado plantea una respuesta desde la misma dominación 
en la escuela, en la justicia, en las fuerzas de falsa seguridad. 
Y en un círculo fatal, habrán repetido, los niños, una historia que los victimizó.
Sin una profunda transformación de los determinantes del poder, 
no habrá revolución en la vida. 
No habrá niñas y niños que se planten en una subjetividad política 
que pueda cambiar la generación de poder. 
Y hacerse cargo, desde el túnel más oscuro, 
de que hay que frotar las lámparas extinguidas 
para que aparezca la luz.

Fuentes de datos: MuMaLá; Casa del Encuentro; GDA, grupo de estudios que integran once diarios de América Latina; Ahora que sí nos ven.
Edición: 3809