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Lo raro sería que fueran felices

El Informe Mundial de la Felicidad, con encuestas en 143 países, desvela que los jóvenes entre 15 y 25 años son cada vez más infelices y lo son en mayor proporción que los mayores

12 abril 2024



Con frecuencia, por pereza o por falta de imaginación, establecemos vínculos absurdos. Por ejemplo, asociamos adversidad con infelicidad, cuando realmente puede ser incluso lo contrario, según qué casos. Hay personas que solo descubren su propósito en la adversidad. Porque la felicidad, de hecho, está más emparentada con la conciencia de los márgenes de nuestro mundo y la capacidad de maniobrar en ellos que con la ausencia de un marco o, sobre todo, la falta de un propósito.


Al hablar de su infancia miserable, el cineasta Werner Herzog se rebela contra la condescendencia retrospectiva hacia el «pobre boomer»: «Todos mis amigos que crecieron en Múnich recuerdan con entusiasmo los años de la posguerra. Tenían verdaderos patios de recreo para sus aventuras (…) Tenían que hacerse responsables de sí mismos a una edad muy temprana y estaban entusiasmados con ello. Sigo oyendo voces que se compadecen de estos niños, pero eso no se corresponde con la realidad de sus experiencias. Al igual que yo en las montañas, los niños de ciudad de los primeros años de la posguerra tuvieron la infancia más maravillosa que cabe imaginar».


Herzog creció feliz entre los cascotes de un país demolido y el asedio cotidiano del hambre. Parece ridículo, contraintuitivo, pensar que los niños de hoy puedan ser más infelices, mucho más, de hecho, que aquellos salvajes harapientos. El Informe Mundial de la Felicidad, con encuestas en 143 países, desvela, un año más, lo que ya intuimos a pie de calle: los jóvenes de entre 15 y 25 años son cada vez más infelices y lo son en mayor proporción que los mayores, revirtiendo la tendencia anterior a 2017. El colapso de la felicidad es más acusado en España que en otros países del entorno.


Llevo unos días leyendo interpretaciones «materiales» del asunto: las redes sociales (es evidente), la falta de acceso a la vivienda, el desempleo y la caída de los sueldos. Pero igual que es absurdo vincular adversidad con infelicidad, es empobrecedor e ingenuo pensar que un contexto de depresión material explica por sí solo una tendencia tan tremenda como esta. Antes de que vinieran mal dadas ya se venía fraguando algo mucho más devastador, una inmensa atonía que tiene más que ver con la falta de sentido y propósito que con los indicadores de bienestar.


Decía Camus que hay que imaginar a Sísifo feliz. Suena aberrante, pero es clarividente. Sísifo, al menos, tiene un propósito. Trabaja dentro de un marco, conoce sus límites y qué se espera de él. En caso de rebelarse, sabría contra qué hacerlo. Viktor Frankl opinaba que «el hombre se autorrealiza en la misma medida en que se compromete con el cumplimiento del sentido de su vida». Es en ese sentido que cita a Nietzsche: «Quien tiene un por qué puede soportar casi cualquier cómo». Para los pequeños boomer de posguerra la miseria era un incentivo para responsabilizarse de su mundo, sacarse las castañas del fuego. Eran, como suele decirse, pobres pero felices porque sabían, intuían al menos, hacia dónde debían ir.

Ahora consideremos el caso de nuestros jóvenes. ¿Qué tienen aparte de dos o tres cosas tangibles y un aceptable bienestar material? ¿Cuáles son sus «porqués»? Su infelicidad, creo, radica en su falta de propósito, en la enorme ignorancia de su entorno. Durante años han asistido, tomando nota mental, al desmontaje de todos los sentidos, de cada uno de los referentes y asideros.


Les han dicho que el pasado es matizable e incluso condenable, que el presente es una construcción de su voluntad pero que el futuro de todos modos no existe. Les han dicho que su género es lábil, que su amor es líquido, que la meritocracia no existe, que la formación es un trámite, que todo es problematizable y todo es patológico, que todas las cosas se crean de cero en base a una afirmación espontánea, sin relación con los demás, sin contexto. Les han eximido de responsabilidad y de autonomía real, porque la autonomía solo existe donde hay límites contrastables, en base a esos límites. Les han infantilizado por encima de sus posibilidades, les han capado el proceso de maduración, la propia idea de maduración, brindándoles la apariencia de una infancia alargada hasta donde quieran. Les han dicho que podían ser lo que quisieran ser aunque luego, en la arena común, nadie quiera de ellos nada de lo que sueñen con ser. Les han mentido.


Han desencantado su mundo, lo han vaciado de sentido, han ido cuestionando primero, revisando después y finalmente demoliendo cada uno de los viejos mojones del itinerario. Los han condenado a una existencia sin amarres, novísima y en bucle, donde no hay propósito porque no hay linealidad. No existen los caminos entre los que escoger porque todos llevan al vacío. Tampoco existen los referentes ni las recetas del pasado. La vida es odiosamente performativa: la construyes a tu modo sin manual de instrucciones.


Realmente los han lanzado a una libertad impotente, la peor de las libertades, la que se hace de proclamas sobre el alambre de un funambulista. Ahí arriba, penduleando entre dos abismos, le han dicho: ahora escoge tu camino, eres inmensamente libre.


No concibo otra manera de rebelarse ante tanta frivolidad durante tanto tiempo por parte de tanta gente que no sea la de los jóvenes de hoy: la anhedonia, la ansiedad y la depresión. Su respuesta a tanto estímulo falaz, agravada por el contexto de decadencia general, es la más lógica posible: sentarse a llorar en el sofá (a llorar y a postearlo) hasta que alguien les diga qué se supone que se pretende de ellos en una sociedad en la que cada quién se construye solo para sí.

Barómetro de Opinión de la Infancia y Adolescencia 2021-2022, 3ª Edición.

El objetivo principal de este Barómetro de Opinión fue la creación y aplicación de un instrumento que permita conocer las preocupaciones y opiniones de niñas, niños y adolescentes de España sobre asuntos sociales y políticos, así como evaluar indicadores de salud, felicidad y calidad de sus contextos de desarrollo cercanos, tales como la familia, amistades, profesorado y compañeros de clase.   

UNICEF 

Este instrumento fue implementado por primera vez en 2019-2020 en 133 centros educativos, con la participación de 8598 niños, niñas y adolescentes de 11 a 18 años. En esta primera edición los chicos y las chicas manifestaron sus preocupaciones por problemas sociales, su confianza en las instituciones, sus opiniones sobre la política y la economía o su participación sociopolítica presente y futura.

Tras esta primera experiencia, UNICEF España puso en marcha la segunda edición a nivel estatal (2020-2021). Las circunstancias sobrevenidas con la pandemia de la COVID-19 (cierre de centros educativos, clases online, grupos burbuja, etc.) llevaron al equipo de investigación a adaptar el cuestionario para que pudiese ser realizado también desde los domicilios durante el tiempo que durasen las medidas y restricciones impuestas por el gobierno. Además, se añadieron nuevas preguntas para valorar el impacto que estaba suponiendo para niños, niñas y adolescentes la pandemia y las medidas y restricciones establecidas por las autoridades para paliar los efectos de la crisis sanitaria. 

Finalmente, en el presente estudio se recogen los datos de la tercera edición (2021-2022) que tuvo como fin incorporar una visión secuencial para conocer los cambios en las preocupaciones y opiniones de las niñas, niños y adolescentes con respecto a ediciones anteriores, además de incluir un nuevo bloque sobre los estereotipos de género. 

Con esta tercera recogida, en la que han participado 208 centros educativos y 9505 chicos y chicas de 11 a 18 años, se pretende consolidar el Barómetro de UNICEF España como un instrumento esencial para continuar escuchando la voz de todos los niños y las niñas y ofrecer mecanismos de participación social. 

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PDFs disponible:   Barómetro 2021-2022  |   Res. Ejecutivo

Abordaje de las autolesiones y el suicidio desde el ámbito socioeducativo

Guía de herramientas y recursos: Abrir caminos hacia una vida viable 

Esta guía es una propuesta de la Plataforma PDA Bullying en respuesta a la llamada a las entidades sociales por parte de la UNESCO (2022) para contribuir con la prevención de la violencia, con miras a garantizar la seguridad y el bienestar de niños, niñas y jóvenes.




Abrir caminos hacia una vida vivible: guía de herramientas y recursos para el abordaje de las autolesiones y el suicidio desde el ámbito socioeducativo nace con la intención de poner el foco o la mirada en el acompañamiento a las realidades y los conflictos de la salud emocional y la salud mental, especialmente el suicidio y los diferentes contextos que se asocian. Es una propuesta que pretende aportar herramientas para dar respuesta a la realidad presente en la que, como acompañantes de procesos socioemocionales dentro de contextos educativos, nos encontramos con un aumento exponencial de las situaciones que precisan ser acompañadas.


Enfocarnos sistémicamente en la respuesta al suicidio nos abre la posibilidad de afrontar todo tipo de situaciones en las que las ideaciones suicidas son un síntoma o un indicador de una realidad en la que la salud se está viendo desestabilizada. Abordar todas estas realidades, además nos permite tender puentes en la comprensión de la relación entre bullying y suicidio, no tanto en el análisis de los “porqués”, sí en la voluntad de garantizar la seguridad y el bienestar de niños/as y jóvenes desde el abordaje en prevención, detección y actuación ante la violencia.


Los contenidos que aquí encontrareis nacen como propuesta de la Plataforma PDA Bullying y la estrecha colaboración de Equipo SEER (Salud y Educación Emocional), tanto en el diseño como en la estrategia que se propone. Llevarlos a cabo, sin embargo, no habría sido posible sin la colaboración de instituciones como la Sociedad Peruana de Suicidología o ACISE-ACEESE (Asociación Científica Española de Enfermería y Salud Escolar) quienes fueron un impulso imprescindible en su inicio, así como las propuestas profesionales y el acompañamiento humano del SAIF (Servicio para Adolescentes y Familias del Ayuntamiento de Barcelona) quienes se sumaron a esta propuesta tras el liderazgo de las Jornadas “Trenquem el tabú. Com acompanyem per prevenir el suïcidi a l’adolescencia” celebradas en julio de 2022.


Así mismo, te proponemos valorar con admiración la colaboración de la “Xarxa dels Drets de la Infància (XDI)” de la ciudad de Barcelona, una red de instituciones que se ha sumado a la elaboración del manifiesto generado gracias a esta iniciativa en la que participan entidades como Cruz Roja Barcelona, Equip SEER-PDA, FEDAIA (Federació d’Entitats d’Atenció i d’Educació a la Infància i l’Adolescència), Fundación Propedagògic, Fundación Educo, INTRESS (Institut de Treball Social i Serveis Socials), ACIM (Associació Catalana per la Infància Maltractada), Save The Children, UNICEF, o el Institut Infància i Adolescència, entre otras; y que cuenta con la dinamización y el pleno soporte del Departamento de Promoción de la Infancia del Ayuntamiento de Barcelona.


Te invitamos a leer esta guía con una profunda responsabilidad ante la vida y respeto ante la pérdida, respeto ante el dolor que se genera en la impotencia al creer no saber cómo acompañar momentos de intensa dificultad como el suicidio, así como respeto ante la enorme valentía de afrontarlo con las herramientas disponibles en cada momento de vida.


Ya que esta guía está dirigida a profesionales del ámbito socioeducativo te proponemos utilizar las herramientas que aquí ponemos a tu disposición entendiendo que las y los profesionales son personas que ponen a disposición su humanidad y el poder de la institución a la que representen, seguramente con la inmensa voluntad de acompañar desde la presencia y el amor a quienes tienen vínculos y lazos de estima por quienes son acompañados en momentos de dificultad generados por situaciones como las autolesiones, las ideaciones suicidas, las tentativas de suicidio, o el suicidio.


Acceso a la guía


'LaWawa', un proyecto que busca "reconquistar" los espacios públicos para la infancia.

 'LaWawa', un proyecto que busca 
"reconquistar" los espacios públicos para la infancia
La asociación Casa Libélula trabaja por el cambio social basado 
en los derechos de la población infantil desde una óptica rural:  
El Bóalo, Cerceda y Matalpino.

Proyecto La Wawa.    Asoc. Casa Libélula

La asociación Casa Libélula
nace en 2017 creada por un grupo de personas procedentes de diferentes campos profesionales que tenían un objetivo común: procurar incluir la perspectiva de los derechos de las niñas y los niños tanto dentro de proyectos públicos como privados. A lo largo estos años, en el municipio de El Boalo-Cerceda-Mataelpino, Madrid (8.200 habitantes), se han estado impulsando desde esta asociación proyectos participativos para el colectivo infantil, fundando la primera Oficina de la Infancia de la comunidad, creando un banco social de juegos o adaptando fiestas y tradiciones para que tuvieran espacio para ellos.

Decidieron entonces lanzar un nuevo proyecto "precioso y maravilloso", como lo describe su coordinadora, Alejandra Correa que, con el apoyo de la Fundación Triodos Bank, consiste en "acercar esta perspectiva de derechos hacia los entornos rurales, incluir este punto de vista en la ruralidad porque defendemos que los proyectos sociales y culturales también son desarrollo local y queremos pueblos que sean más amigables con la infancia", explica.

Se pone así en marcha LaWawa, que significa 'niña' en lengua indígena aymara, un proyecto a modo de caravana que "lo que quiere es generar este acercamiento y poner en el centro las políticas de infancia como motores de desarrollo de los entornos rurales", defiende Alejandra. LaWawa, inspirada en proyectos como la caravana de PlanetaDots, que llevan a los territorios proyectos de moda sostenible, busca la mejor forma de aproximar la perspectiva de derechos de los más pequeños a lugares "donde a lo mejor no tengan recursos, no puedan invertir o ni siquiera se lo han planteado, teniendo el entorno, las posibilidades y la población infantil", expone.

Correa hace una "firme defensa de que las políticas de la infancia son tractoras y fijadoras de población" y justifica que cualquier familia necesita un espacio en el que sus hijas e hijos se desarrollen de una forma integral, un derecho de niñas y niños con "independencia del lugar en el que vivan".

A través de este proyecto, la asociación ofrece asesoramiento tanto para crear espacios colectivos con las familias, "con las peques y los peques" en los que se aprenda a participar, como con los ayuntamientos, ofreciendo un acompañamiento en la implementación de políticas y planes para la niñez tras realizar un diagnóstico previo. Alejandra pone el acento en que existen en la Comunidad de Madrid, al menos, 100 municipios menores de 5.000 habitantes y en todos ellos hay población infantil, aunque, hasta ahora, muy pocos son los que "tienen implementada una política de infancia como eje vertebrador del desarrollo local".

Y es que, como aseguran desde Casa Libélula, cuando se realizan actividades desde la perspectiva de los derechos de la población infantil, "toda la economía se mueve". La Wawa está formada por un equipo multidisciplinar de mujeres expertas en cada uno de los proyectos que ofrecen. En este momento, buscan financiación a través de micromecenazgo para la campaña. Como retos marcados a corto plazo, está el poder comprar caravana de LaWawa, acondicionarla y, como último desafío, ponerla en marcha para ser itinerantes por el territorio, ofreciendo sus servicios a ayuntamientos, asociaciones y empresas privadas que quieran crear espacios para la niñez. Como dice Alejandra, "esta es la reconquista de la infancia y de los espacios públicos". 

Satisfacción de los niños y niñas con su vida

¿Están los niños y niñas de Zaragoza satisfechos con sus vidas?


Un estudio municipal revela diferencias de percepción entre niños y niñas y según sus niveles de renta







Iván Trigo

ZARAGOZA | 10·09·23 | 21:23



             JAIME GALINDO


La infancia es sinónimo de ingenuidad, en el buen sentido de la palabra pero, ¿son felices los niños y niñas de Zaragoza? ¿Están satisfechos con sus vidas? ¿Se sienten escuchados? Obtener respuestas a estas preguntas era lo que buscaba el Ayuntamiento de Zaragoza cuando encargó una encuesta en la que han participado 3.192 menores de entre 10 y 11 años de todos los barrios de la ciudad. El objetivo es obtener información de cara a elaborar las políticas dirigidas a la infancia en Zaragoza, una labor que recae en el área de Políticas Sociales que dirige Marian Orós.


El primer dato y quizá más relevante es el nivel de satisfacción de los niños y niñas de Zaragoza con su vida. Los encuestados dieron de media una nota de 9,15 puntos sobre 10 a sus vidas, estando el 80,7% muy satisfecho y tan solo el 4,4% poco o nada satisfecho. Eso sí, este estudio detecta también diferencias en la respuesta por sexos y barrios de residencia.


Así, ellos parecen ser algo más felices que ellas, aunque la diferencia no es significante. El 82% de los niños está muy satisfecho con su vida por el 78% de las niñas. La diferencia se agranda cuando se divide a los menores por niveles de renta: mientras el 85,2% de los infantes procedentes de entornos con alta capacidad adquisitiva está muy satisfecho con sus vidas, el porcentaje disminuye hasta el 76,7% entre los que proceden de entornos con rentas bajas. Nueve puntos por debajo.


Los barrios favoritos


En general, a lo largo de todas las preguntas que se formulan en la encuesta, se dan estas diferencias que, aunque sutiles, dicen mucho. Los niños, de media, dan puntuaciones más altas o percepciones más positivas sobre su entorno que las niñas. Y los menores de familias acaudaladas también responden más favorablemente sobre sus vidas.


No obstante, la encuesta –elaborada por la Fundación DFA entre octubre de 2022 y enero de 2023– aporta muchos datos curiosos que revelan el estado y las opiniones de los ciudadanos que todavía no tienen derecho a voto. Por ejemplo, el 68,1% de los encuestados da un 10 de nota a la casa en la que viven, mientras que solo el 0,7% da menos de un 5 a su hogar.


Aquí también hay diferencia si se divide a los chavales por niveles de renta: el 78,1% de los niños y niñas de familias con menos posibles está muy satisfecho con su casa, mientras que entre los infantes de entornos más acaudalados el porcentaje asciende hasta el 94,1%.


La encuesta también aporta datos sobre la satisfacción con los barrios en los que viven los menores. Aquí ganan Santa Isabel, con una nota media de 9,19, Distrito Sur (8,93), Almozara (8,93) y Universidad (8,90). Los que menos puntuación obtienen por parte de sus vecinos más jóvenes son Oliver-Valdefierro (7,86), Casco Histórico (8,02) y Las Fuentes (8,13), que son también los distritos con unos niveles de renta menores.


Más de la mitad tiene móvil


Sobre los bienes materiales disponibles, casi la totalidad de los encuestados dice que tiene acceso de internet en casa (98,7%), un escritorio para hacer los deberes (94,2%) y el material escolar necesario (99,2%). Por otro lado, el 53,69% de los menores (de 5º y 6º de Primaria) tienen móvil.


El informe también destaca que, en cuanto al uso de pantallas en el tiempo libre de ocio, hay un 46,6% que dedica, al menos, dos horas diarias y solo el 22,1% pasa menos de una hora delante de un dispositivo digital.


En este caso, también hay mayor porcentaje de niños que de niñas con una dedicación de más de dos horas diarias a las pantallas (50,2%). Además, entre los menores de familias con capacidad adquisitiva baja también hay más tendencia a hacer uso prolongado de este tipo de dispositivos (51,9% está al menos dos horas al día). Destacan los niños y niñas de del distrito de Delicias por ser los que más tiempo invierten delante de una pantalla (el 57,1% de los infantes de este barrio las usa al menos durante dos horas).


Pero no solo se pregunta a los menores por bienes materiales. En el ámbito escolar, el 87,5% de los encuestados responden que están «muy de acuerdo» o «bastante de acuerdo» con la afirmación «mis profesores se preocupan por mí». Además, el 75% está «muy satisfecho» con lo que aprenden en el colegio, una satisfacción que es ligeramente superior en las niñas, que alcanzan un porcentaje del 77,8%. La encuesta revela también que el malestar psíquico aparece con más frecuencia que el malestar físico. Dos de cada diez niños y niñas indican haber tenido dificultades para dormir más de una vez a la semana en los últimos seis meses. Además, el 27,1% señalan haberse sentido nerviosos y el 20,7% haber tenido mal genio. El 13,6% manifiesta con frecuencia «un bajo estado de ánimo». Estos sentimientos se dan en mayor medida en niñas y en los estratos de capacidad adquisitiva baja.


Acoso en el colegio


Asimismo, se pregunta a los menores sobre situaciones de acoso. Cuatro de cada 10 responde que, en los últimos seis meses, le han dejado de lado y que «le han insultado» o se «han burlado» de ellos. Además, uno de cada diez afirma haber recibido «mensajes desagradables por internet o al móvil» o que han compartido «cosas desagradables» sobre ellos mismos.


Con todos estos datos, el área de Políticas Sociales tendrá información para guiar su acción. El consistorio aprobó en el año 2018 el primer Plan de Infancia y Adolescencia de Zaragoza con el que obtuvo el reconocimiento de UNICEF como Ciudad Amiga de la Infancia.

DOS DE CADA CINCO NIÑOS Y NIÑAS QUE COMIENZAN LA ESCUELA NO PODRÁN LEER A LOS 10 AÑOS

ODS: DOS DE CADA CINCO NIÑOS Y NIÑAS QUE COMIENZAN LA ESCUELA NO PODRÁN LEER A LOS 10 AÑOS A MENOS QUE LOS LÍDERES MUNDIALES TOMEN MEDIDAS



  • Las principales potencias mundiales se reunirán los días 18 y 19 de septiembre para la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de 2023 en Nueva York.
  • La Cumbre marca el punto medio hacia la fecha límite de 2030 para lograr los objetivos y apunta a impulsar una nueva ola de compromiso político de alto nivel sobre acciones.
  • Save the Children publica su nuevo Atlas Infantil: www.childatlas.org



NACIONES UNIDAS, 12 de septiembre de 2023 – El mundo está muy lejos de cumplir los 17 objetivos globales de las Naciones Unidas para 2030, lo que pone en riesgo las vidas y el futuro de millones de niños y niñas a menos que los líderes mundiales hagan planes concretos para acelerar el progreso, apunta Save the Children, que ha lanzado una nueva herramienta de datos para resaltar y comparar la desigualdad infantil.


Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), un plan de 17 objetivos acordados por los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas en 2015 para transformar nuestro mundo para mejor, han alcanzado su punto medio de implementación, sin embargo, apenas uno de cada 10 de sus requisitos está en camino de cumplirse para 2030.


Los datos de la nueva herramienta de visualización de la organización, el Atlas Infantil, muestran que 392 millones de los 922 millones de niños -o dos de cada cinco- que comenzarán la escuela en los próximos siete años no podrán leer ni comprender un texto simple a los 10 años2. Dado que el Objetivo 4 se centra en garantizar que todos los niños y niñas reciban una educación de calidad, esta estadística revela cómo la mayoría de ellos en el mundo seguirán sin recibirla a menos que los líderes tomen medidas drásticas para corregir el rumbo.


“Si se lograsen los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el mundo en 2030 sería claramente diferente al que vivimos ahora. No habría pobreza extrema en ninguna parte, se lograría la igualdad de género, se reduciría la desigualdad y se tomarían medidas urgentes para combatir el cambio climático. Sin embargo, cuando quedan menos de siete años, los niños y niñas están experimentando múltiples crisis superpuestas como nunca antes habíamos visto. El hambre, los conflictos, la desigualdad, la pobreza y las crisis climáticas amenazan la supervivencia, la protección y el derecho a aprender de los niños. Los ODS son el mejor marco que tenemos para trazar una salida a este momento de crisis y construir un planeta más verde y justo para todos los niños”, alerta Inger Ashing, directora de Save the Children Internacional.


EL TIEMPO SE AGOTA


De acuerdo a las tasas de progreso actuales, el Atlas Infantil de Save the Children también proyecta que durante los próximos 7 años –o el tiempo que le queda al mundo para alcanzar los 17 ODS-: 


• 31,6 millones de los 942 millones de bebés nacidos entre ahora y 2029 no sobrevivirán para celebrar su quinto cumpleaños.
• La desnutrición dejará a más de 1 de cada 5 bebés con retraso en el crecimiento.
• De los 414 millones de niñas que terminarán la escuela primaria en 2030, 67 millones se casarán antes de cumplir 18 años.
• 2.600 millones (o 4 de cada 5) niños experimentarán al menos un evento climático extremo.


El Atlas Infantil, lanzado hoy, se puede utilizar para generar nuevas estadísticas que midan el progreso global en relación con varios de los indicadores de objetivos. También permite a los usuarios explorar las diferentes formas en que la desigualdad afecta la vida de la infancia, comprender la relación entre diferentes factores y escuchar cómo los niños y niñas describen los problemas que afrontan.


“Los datos para comprender la situación son cruciales: ayudan a los legisladores y responsables políticos a tomar mejores decisiones y asignar recursos de manera efectiva. Al incluir datos desglosados sobre muchos indicadores clave, nuestro nuevo Atlas Infantil incluye datos cruciales que permitirán a los líderes mundiales y a la sociedad civil comprender mejor por qué ciertos grupos de niños se están quedando atrás, cómo las experiencias interconectadas de desigualdad y discriminación están impactando el progreso hacia los ODS, y monitorear las tasas de mejora”.


RENOVAR LOS COMPROMISOS Y CONVERTIRLOS EN ACCIONES


A la luz de estos devastadores hallazgos, Save the Children insta a los líderes mundiales que se reunirán en la Cumbre de los ODS en Nueva York los días 18 y 19 de septiembre a generar compromisos renovados respaldados por planes concretos para acelerar el progreso para cumplir con los objetivos de desarrollo. La organización hace un llamamiento además a los líderes para que conviertan las promesas en acciones, trabajen para y con los niños, y desbloqueen la financiación necesaria para cumplir los ODS e inviertan en servicios y sistemas que den prioridad a las necesidades y derechos de la infancia.


“La participación infantil es fundamental para lograr con éxito los ODS y, en última instancia, los derechos de los niños. . Además, es un derecho de la infancia que sus opiniones sean escuchadas y participen en la toma de decisiones públicas sobre cuestiones que afectan sus vidas”.


SAVE THE CHILDREN CON LOS ODS


Save the Children ayudó a dar forma a los ODS y la Agenda 2030 que los acompaña, que reconoce a los niños como agentes de cambio. Los ODS fueron adoptados por todos los Estados miembros de las Naciones Unidas en 2015 para proporcionar un plan compartido para la paz y la prosperidad de las personas y el planeta, ahora y en el futuro. En su centro estaba un llamamiento urgente a la acción por parte de todos los países (desarrollados y en desarrollo) en una asociación global.


Save the Children también está apoyando la participación e inclusión de los niños en la Cumbre, incluido un truco planificado de "Mensaje en una botella" basado en la participación de los niños durante la Semana de Acción de los Niños.